Este
aforismo puede sernos útil para enjuiciar las noticias que recibimos
Cui prodest es
un viejo aforismo romano, muy usado por Cicerón, que señala que aquel que
resulte beneficiario de un crimen o delito ese es su autor. Muchas historias de
detectives tienen como trama la misma idea, ¿a quién benefició el crimen?
Por mi parte, tal y como
están las cosas, propongo extender la utilización del aforismo a todas las
noticias que nos llegan a través de los medios de comunicación, en los que hay
temas en los que todos manifiestan una sospechosa unanimidad no tanto porque se
trate de una verdad evidente sino más bien parece por parecer tan progresistas
como los demás, por obedecer la dictadura de lo políticamente correcto.
Llamar a la derecha, que quiere seguir siéndolo,
“ultraderecha” y a los católicos que no están dispuestos a aceptar cosas que
nada tienen que ver con el evangelio de Jesús o la doctrina de la Iglesia, se
les cuelga el sambenito de “ultra católicos” pero no suelen motejar de la misma
manera a quienes ocupan el extremo opuesto, a los que se les llama simplemente
la izquierda y si se le añade el adjetivo radical parece más bien para
halagarlos.
¿A quién beneficia esta
situación? Juzguen ustedes. Por supuesto todos los partidos políticos tienen
como objetivo “ganar las próximas elecciones” y si ello significa abandonar
principios que se decían irrenunciables, pues se renuncia. El portavoz de un
partido, fácilmente reconocible, lo dijo
abiertamente “no podemos estar sujetos a valores irrenunciables si con ello no
ganamos las elecciones”, aunque olvidó el hecho indubitable de que perdieron la
mayoría absoluta, sin duda por olvidar su propio programa que, muy ocupados con
la economía, incumplieron por entero.
También podemos aplicar el cui prodest a campañas muy telegénicas
contra la violencia de género, que reciben sustanciosas subvenciones para ello.
Las medidas que se arbitraron para erradicar tal violencia no parecen ser muy
efectivas, en mi opinión porque nadie quiere poner de manifiesto el sustrato
que la hace posible: la convivencia de parejas sin proyecto de futuro para una
vida en común. Ser libres para cambiar de pareja cuando le parezca a uno de los
dos es la fuente de muchos de los conflictos, sobre todo si hay algún hijo por medio o intereses que dejan
de ser comunes.
La barbaridad jurídica que
representó el abandono del viejo principio de que a quien acusa la corresponde la prueba,
terminó con la igualdad de todos ante la ley. La denuncia de la mujer
es suficiente para detener a un hombre y hundirle su vida. Para que no se note
demasiado este desaguisado legal se ha desatado la campaña contra el machismo,
coreada cada día por los medios de comunicación.
No hay día en que dejemos de
recibir noticias e informes sobre la corrupción que, seguramente, cada partido
pensará que le beneficia frente a los adversarios, especialmente a quienes se
han otorgado a sí mismo el papel de bravos inquisidores de corruptos, pero en
el sitio donde empezaron y desde el que dieron el salto a la política nacional,
desconozco si hicieron algo.
Si les parece, cuando lean u
oigan cualquier cosa háganse la pregunta: ¿a quién beneficia? O en latín ¿Cui
prodest?
Francisco Rodríguez Barragán
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