Podemos ser dueños de nuestras
propias ideas y creencias o formar parte de un rebaño que otros dirigen.
Tengo la impresión de que hemos
pasado sin darnos cuenta de personas a individuos. Muchos pensarán que es lo
mismo, pero opino que no. El individuo se asemeja más al integrante de un
rebaño mientras que la persona es alguien único, distinto a todos lo demás que
puede decirse yo con todo derecho, frente a otros “yos” que se denominan
tus.
Pareciera que hay una tendencia
homogeneizadora para encuadrarnos a todos juntos como obreros, como votantes,
como de derecha o de izquierda y a esto me niego en redondo. Cada persona podrá
accidentalmente formar parte de un grupo y pasar a otro con todo derecho, sin
que por ello tenga que cambiar ni su forma de pensar ni sus creencias.
Claro que hay personas que aceptan
lo que otros piensan, sobre todo si ello le produce algún beneficio, y entonces
han pasado a ser un individuo que viene obligado a seguir las pautas y
razonamientos de quienes dirijan un conjunto homogéneo de doctrinas a cumplir,
como puede ser un partido o una secta.
Las personas serán aquellas que
consideran sus propias convicciones como pautas de comportamiento y no dejan de
juzgar lo que ofrecen otros individuos. Formar su propio juicio y poder
manifestarlo exige que haya libertad de pensamiento y libertad de expresión sin
que pueda ser perseguido por ello.
Hay que negarse a ser parte de un
rebaño que otros dirigen y luchar por las propias convicciones personales sin
tratar de imponérselas a otros. Hay que tener siempre los brazos abiertos para
acoger a quienes decidan ser personas, pero personas libres.
Cuando escuchamos y miramos los
medios de comunicación podemos comprobar que todos tratan de convencernos de
sus propias ideas y se alegran cuando su cuota de pantalla crece porque ello
significa el crecimiento de su rebaño. No le hagamos el juego, demostremos que
somos personas que tienen sus propias opiniones, ideales y creencias, y que no
aceptaremos lo que no concuerde con ellos con el expeditivo proceso de
desconectar la cadena o dejar de comprar el periódico.
Comprendo que todo esto está
financiado por la publicidad y el control que tienen sobre nuestros propios
medios. (Alucino al recibir publicidad
de casas de citas próximas a mi domicilio en periódicos que recibo por
internet). Seguro que los menores recibirán pornografía en sus móviles.
La mejor propaganda de los
botellones es ponerlos todos los días en pantalla, al igual que las peleas
entre grupos de jóvenes que la policía no consigue reprimir o no tienen medios
de reprimirlas como tanques de agua a presión. (Quizás no se los dejan sacar
sus superiores).
Podemos constatar el déficit de
educación de parte de nuestra juventud a la que en lugar de educarla para que
sean personas se les lleva a ser simples individuos del rebaño,
con leyes educativas cambiantes cada vez peores.
Cada vez que oigo o leo que los
científicos aseguran cualquier cosa me pongo en guardia y me pregunto a quienes
beneficiarían económicamente sus ideas ya se trate de la tercera dosis contra
el Covid, el calentamiento global, el veganismo y cosas por el estilo.
Si alguno de los que me lean que
se pregunte si es individuo o persona, este rato de escritura habrá valido la
pena.
Francisco Rodríguez
Barragán
Publicado en
https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez
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