Hay que luchar por nuestros
valores y mantener a raya a nuestros enemigos.
Ayer fue la fiesta de Cristo Rey,
pero veo con pena que va siendo expulsado de nuestras vidas. Se derriban cruces
impunemente, los templos se quedan vacíos y los que lo ocupan son en su mayoría
personas mayores. Para los mayores, como yo, resulta peligroso salir a la calle
o ir a sacar dinero de un cajero.
Por las noches los botellones son
ocasión para que los jóvenes, hombres y mujeres beban alcohol sin freno y
provoquen problemas en la vía pública molestando a los vecinos.
Muchos colectivos, metal,
transporte, agricultores y hasta policía, salen a la calle gritando a voces sus
quejas. Algunos, además de gritar, queman los contenedores y lanzan piedras
contra los que se le oponen.
¿Qué pasa? Si tratamos de conocer
lo que nos ocurre perdemos el tiempo. Todos los telediarios, al parecer en las
mismas manos, nos cuentan las mismas cosas y hasta en el mismo orden.
Hoy lo más importante es la
vacunación y si tenemos que llevar o no el pasaporte Covid. Si cuando empezó la
pandemia solo aparecía en la pantalla Fernando Simón, el gran experto según
decía la Sra. Calvo, ahora son una multitud de médicos y virólogos los que
opinan, todos en el mismo sentido, cuando vemos la tele.
No veo que se gobierne en favor
de los ciudadanos sino en la forma en que el actual presidente consiga alargar
su mandato y, si puede, convertirlo en “vitalicio”.
Todos los políticos andan
peleándose, sean del color que sean, mientras que no cesan de advertirnos que
vienen tiempos… peores.
El congreso de los diputados es
de pena. Veo como pontifican, desde la tribuna, los que se declaran
abiertamente enemigos de España, babeando odio a todo lo español, excepto al dinero
que pueden conseguir a cambio de sus miserables votos para mantener una
situación cada vez más insostenible. Cuando era niño vi circos mejores y con
mejores payasos.
La que se dice derecha, pero no
lo es, quizás termine aliándose con la izquierda, la que hace más de ochenta
años perdió la guerra y ahora pretende ganarla manipulando los libros y la
enseñanza.
La ley de enseñanza y la de
memoria democrática son para echarse a llorar. ¡Pobre España o lo que queda de
ella!
La llegada incontenible de emigrantes
puede ser la famosa “quinta columna” de esta guerra del gobierno frente a sus
ciudadanos.
Cuando veo pasar por mi barrio
catervas de moros y rumanos, subvencionados todos, me acuerdo del viejo refrán:
“éramos pocos y parió la abuela”.
Hablan de la necesidad de aprobar
los presupuestos (aunque haya que pagar lo que sea por los votos que falten)
cuando realmente haría falta hacer un presupuesto en base cero y dar cuenta de
los ingresos y cómo se han gastado. La solución de crear deuda, que Europa aceptará,
es una mala solución.
Por favor, no votemos sin
reflexión. Sigámosle la pista a nuestros votos que pueden correr el mismo
camino de las encuestas de encargo.
No dejemos que se derriben cruces
ni se negocie con nuestros votos. Hagamos lo posible por salir de nuestra
situación amenazada de un futuro peor, de un posible apagón y vuelta a los años
del hambre.
Francisco Rodríguez
Barragán
Publicado en
https://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/3316071/futuro-nos-espera-tiene-arreglo
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