Derecha,
izquierda, adelante y atrás. Un, dos, tres. ¿Ahora va bien?
Las elecciones andaluzas han dado
el triunfo al Partido Popular, representado por el malagueño Juan Manuel Moreno
Bonilla con la correlativa derrota del PSOE, representado por el sevillano
Manuel Espadas. También ha representado estas elecciones el hundimiento del
partido Ciudadanos a pesar de la actuación de Juan Marín bastante correcta. La
amalgama de partidos izquierdistas, sucesores de Podemos, solo han conseguido
unos ridículos resultados.
El partido VOX pienso que no ha
conseguido conectar con el pueblo andaluz, aunque explicitara perfectamente los
valores que defendía y aunque se haya convertido en la tercera fuerza política.
La inquina contra este partido resulta enfermiza y se le acusa de extrema
derecha, aunque nadie acuse a los de extrema izquierda de serlo.
Celebradas las elecciones
andaluzas el día del Corpus Christi, eché de menos, en los que dicen
representar a la derecha, la más mínima referencia religiosa a pesar de haber
estado saturados los canales televisivos andaluces de fiestas y peregrinaciones
al Rocío, llenos de simbolismo religioso.
Los partidos de izquierda
profesan abiertamente los valores multicolores del feminismo y la ideología de
género. El Partido Popular, por el contrario, ha asumido los mismos valores de
forma efectiva: no se ha opuesto al aborto, ni al matrimonio homosexual, ni al
orgullo gay.
Nuestra derecha está por mejorar
la economía o la administración, pero guarda silencio sobre los valores
esenciales e históricos que nos configuran. No hay reivindicación de nuestro pasado
y nuestra historia, con sus luces y sus sombras. ¿Ha dado el Partido Popular
alguna batalla por la calidad de le enseñanza o por los derechos de los padres?
Las sesiones del congreso apenas
llegan a los ciudadanos ni en la pandemia, ni después de la pandemia.
El peso de la Unión Europea no
hay duda que determina las acciones de los partidos de derecha tanto aquí como
en Polonia o Hungría y si no pasan por el aro tendrán problemas.
La situación económica de España
es preocupante, mientras que un político insensato y sus compinches aumentan
nuestra deuda que tendrán que pagar varias generaciones de nuestros
descendientes.
La pandemia, la guerra de
Ucrania, las carretas del Rocío y hasta los próximos sanfermines irán
entreteniendo al personal desde las bien pagadas cadenas de televisión.
¿Será capaz el Sr. Feijoo de
activar una derecha explícita con valores de la derecha sin dejarse avasallar
por la Unión Europea? Tengo mis dudas.
Ayer también fueron las
elecciones en Colombia con el resultado de encumbrar a un amigo íntimo de
Maduro y en Francia realizaron la segunda vuelta para comprobar que no habrá
acuerdos sino enfrentamientos.
No creo que viva la suficiente
para ver una mejoría política en España, ni en Europa. Lo único que me queda es
rezar para no caer en la tentación de la desesperanza ni en la del odio a mis
enemigos, ni en la cerrazón de no entender a mis nietos, ni sospechar que es la
masonería aliada con el capital los que mueven el mundo.
Hasta la próxima semana.
Francisco Rodríguez Barragán
Publicado en
https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario