¿Cómo vivir el presente?
Entre el
pasado que ya no existe y el futuro que no ha llegado ¿qué es el presente?
Cada
vez que pasamos de un año a otro me pongo a pensar de forma casi obsesiva en el
tiempo, algo de lo que todos hablamos pero del que sabemos poco. El tiempo es
como una delgada línea que separa el pasado que ya no existe y el futuro que está
por llegar y que tampoco existe. Solo existe un presente evanescente que antes
de darnos cuenta ya es pasado.
Vivimos
en un presente que apenas conocemos, que no conseguimos aferrar. Nuestra vida
es más bien el pasado que retenemos en nuestra memoria con mayor o menor fidelidad
y también es futuro, el futuro que puede preocuparnos hasta quitarnos el sueño,
aunque muy a menudo llegará a nuestro presente de otra forma, de otra manera a
como lo imaginábamos, temíamos o esperábamos.
Nuestra
vida no es otra cosa que tiempo que corre y se desvanece, llegan nuevas
situaciones, nuevas personas, nuevos acontecimientos y seguimos tejiendo al
filo de nuestro presente nuestro futuro.
Vivir
nuestro pasado de recuerdos, compromisos, aciertos y errores acumulados en
nuestra memoria, quizás pueda servirnos para vivir mejor nuestro presente,
siempre fugaz y para imaginar un futuro que ignoramos si llegaremos a vivir.
Tratar
de adivinar el futuro no está bien visto, parece cosa de brujas, arcano y
misterioso, pero conocer el pasado nos parece a muchos necesario y valioso. El
pasado en sentido amplio es la historia que, a pesar de su importancia, no es
más que un aspecto de lo que ocurrió hace poco o hace mucho, historia es el
resumen de los acontecimientos del año pasado y también los relatos de cosas
antiguas, de guerras, que unos ganaron y otros perdieron hace siglos, que unos
investigaron para contárnosla y otros nos la contaron porque la vivieron.
Pero
en estas historias que leemos o estudiamos pocas veces está presente la gente
corriente, la que ama, trabaja, sufre, muere y es olvidada para siempre. Una
historia total de lo vivieron todas las personas sería como un gigantesco
puzle, imposible de componer.
Los
historiadores de la economía analizarán y escribirán sobre los datos de un año,
de un siglo, de un periodo concreto que es posible nos aporte alguna luz para entender
nuestro presente por parte de aquellos
que les interese.
Otros
nos contarán las ideologías que desplegaron sus respuestas totalizadoras frente
a los problemas de una época que quizás siga siendo la nuestra, pero a buen
seguro que otros nos contarán otras diferente, incluso opuestas, todas nacieron
en el pasado y siguen influyendo en nuestro presente, sin que sepamos
claramente lo que unas y otras significan en la vida diaria.
También
podemos conocer de alguna manera nuestro pasado repasando los medios de
comunicación a nuestro alcance y comprobaremos que cada medio trata de forma
diferente los hechos ocurridos, no solo en tiempos antiguos, sino en el pasado inmediato
y así podemos elegir el que cuadre mejor con nuestras ideas o prejuicios.
El
propósito de poner la máxima atención a lo que ocurra en el año que comenzamos
para entenderlo, seguramente no pasará de propósito, pero quizás sería útil
intentarlo.
Vivir
intensamente el presente que nos toque cada día solo es posible si buscamos la
verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Ya sé que puede resultar
fatigosa esta búsqueda, pero habremos vivido con intensidad, sin dejarnos
seducir por opiniones ajenas e interesadas.
Feliz
2017
Francisco
Rodríguez Barragán
Publicado en:
No hay comentarios:
Publicar un comentario