Con la
cantidad de problemas que tenemos en nuestro mundo a qué viene conquistar Marte
Recuerdo cuando hace más de
cincuenta años estábamos pendientes de la llegada a la Luna del cohete Apolo
donde quedó una bandera de USA y las huellas de las botas del astronauta
Amstrong.
Después se han hecho muchos
lanzamientos al espacio pero ahora el objetivo es el planeta Marte. La NASA,
China, Rusia y hasta los Emiratos árabes tienen como objetivo llegar a este
planeta y conquistarlo.
La nave Perseverance enviada
por los americanos ya ha aterrizado allí con unas imponentes máquinas
dispuestas a estudiar si existe agua, vida, ricos minerales o tierras raras.
Los otros países quizás también hayan llegado con los mismos objetivos.
Parece chocante que en un
tiempo de pandemia en todo nuestro planeta, se emplee tanto dinero en esta
aventura y sus problemáticos beneficios que no llegarán a los que lo pasan mal.
Creo que hay mucho que estudiar
en nuestra tierra para hacerla más habitable para más gente, como por ejemplo,
quién es el autor del universo y quién es el hombre. Seguro que los científicos
me hablarán de la evolución, pero no podrán explicarme quien dio el ser a todos
los mundos o a una simple bacteria.
Hemos rechazado a Dios para
ponernos en su lugar, pero solo hacemos el ridículo. Podemos calcular
distancias y velocidades, agujeros negros o bosones de Higgs, pero seguiremos sin
la explicación de la realidad del universo, de la realidad de la vida, de
nuestra ansia de infinito y la constatación de nuestra pequeñez.
Son patéticos nuestros alardes
de sabiduría mientras que tenemos claro que nuestros años terminarán en un
suspiro ¿y después qué? Creo que al otro lado de la muerte hay una realidad
feliz para quien vivió haciendo el bien y otra realidad pavorosa para quien
hizo el mal.
Muchos pensarán que tras la
muerte no hay nada y que el destino del criminal y del virtuoso es idéntico. No
puede ser que el delincuente y sus víctimas tengan la nada por destino.
Conocer las realidades últimas
que nos afectan me parece más importante y necesario que ir a millones de
kilómetros para conquistar un planeta vacio o pretender poblarlo como han
escrito los novelistas de ciencia-ficción.
Quien hizo el sol, la luna y
las estrellas tiene que ser tan poderoso que puede crear la vida en la forma
que tenga por conveniente. Los que lleguen en un cohete o desembarquen con
máquinas podrán tomar muestras o hacer fotos. ¿Merece todo ello la pena o se
trata de distraernos para que nos entretengamos con estas aventuras, mientras
hay tanto que hacer en la tierra?
Entre las muchas cosas que
sería necesario hacer en la tierra una de ellas es averiguar si la pandemia que
padecemos es una cosa fortuita, una imprudencia de laboratorio o si es un crimen
ideado por razones económicas o de poder político, por cerebros que quieren
efectuar el gran reseteo del planeta, empezar de nuevo para manejarnos a su
antojo.
No sé si en la agenda 2030 se
contempla el asalto a Marte, pero sí el asalto a nuestra forma de vivir y de
pensar.
Frente a tantos sabios y
científicos que quieren explicar y conquistar el universo, yo sigo creyendo en
Dios Todopoderoso que hizo el cielo y la tierra y en Jesucristo, su único Hijo
nuestro Señor.
Francisco Rodríguez Barragán
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