Cada día nos desayunamos con el
ruido nacionalista y sus “razones” para reclamar la independencia y romper
España, pero hoy veo una viñeta anunciadora de la celebración del Milenio del
Reino de Granada, mi tierra donde nací y vivo, y se me ha ocurrido que
podríamos utilizar la tal celebración para reclamar también nuestra
independencia. (No se alarmen: todo es broma)
Los datos históricos que
demuestran la existencia independiente del reino de Granada desde el año 1013
son mucho más claros que los que invocan otros territorios. Desde la
desintegración del califato de Córdoba y la aparición de los reinos de taifas,
la dinastía zirí y luego la nazarí, mantuvieron la personalidad propia del
reino de Granada frente a los demás reinos musulmanes o cristianos que formaban
España, hasta el 2 de enero de 1492, día en el que Abu Abdalá, Boabdil el
Chico, entregó su reino a los Reyes Católicos. El palacio de la Alhambra y las
obras de muchos historiadores, árabes y cristianos, españoles y extranjeros,
atestiguan, sin sombra de duda, la
existencia del reino de Granada.
Los granadinos además tenemos
un habla diferenciada. Sobre ello pueden consultarse la Dialectología Andaluza
del Profesor Móndejar o los muchos diccionarios del “granaíno,” que pueden
encontrarse en el sabelotodo Google, humorísticos pero reales. Hablamos un
español distinto al que hablan otras regiones españolas, pero nos esforzamos
por escribir de acuerdo con la RAE. Podíamos haber hecho lo contrario. Escribir
como hablamos y defender a capa y espada nuestros modismos y tratar de
imponerlos a nuestros niños desde la escuela. Las comedias de los hermanos
Álvarez Quintero podían ser nuestra “lengua propia” ¿les parece?
También tenemos un carácter
específico, quizás para nuestro mal. Es proverbial la mala sombra granadina (no es sombra
precisamente lo que decimos) pero sobre ello habló doctamente nuestro paisano
el profesor Don Francisco Murillo Ferrol, padre de la Sociología, cuando fue
investido doctor honoris causa por la Universidad de Granada. Quien quiera
saber lo que dijo puede encontrarlo en internet. También sobre nuestra mala f… puede consultarse el divertido
libro de José García Ladrón de Guevara, muy ilustrativo.
Existe una minoría de
granadinos que piensan fue una desgracia que los Reyes Católicos conquistaran
Granada. Quizás preferirían que este reino siguiera siendo musulmán. No
entiendo ni comparto su postura, pero hasta Blas Infante, mártir de la causa
andalucista, fue a Marruecos en busca de los descendientes de los moriscos que
salieron de España en 1609 y allí, parece que se convirtió al Islam, aunque su familia lo
niega.
Pienso que buena parte de
los descendientes de aquellos moriscos ya
están en Granada. Volvieron en patera, consiguieron la nacionalidad española y
aumenta rápidamente su población gracias a su alta fecundidad.
“Políticamente manipulados” con
todos estos elementos podía quizás montarse
otra secesión de esta vieja nación llamada España (Dios no lo quiera).
Personalmente no puedo olvidar
los siglos que llevamos viviendo juntos, compartiendo tiempos buenos y malos,
pero siempre orgullosos de ser españoles.
Aquí, en Granada, reposan los
restos de los Reyes que hicieron posible esta nación y allí encamino mis pasos
para rezar por España y recordar la poesía:
Bajo la luz agónica y rosada
con que una lamparilla velaba
junto a un Cristo.
Yo he visto en la Capilla de
Reyes de Granada,
donde duerme la reina enamorada
de sus altas querellas,
brotar, soñando ya, de sus
pupilas
lágrimas que enjoyaban como estrellas
la mustia flor de sus ojeras
lilas.
Francisco
Rodríguez Barragán
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