domingo, 21 de marzo de 2010

CÓMO ARREGLAR ESTO

Veo por la calle el anuncio de una página web que dice que “esto solo lo arreglamos entre todos” y empiezo a cavilar sobre el contenido del pronombre demostrativo “esto” que comienza la frase. No sé si se trata de que entre todos arreglemos el mundo o la crisis o los problemas de España o que nos apliquemos cada uno a solucionar nuestra propia vida sin esperar a que los políticos la arreglen o la sigan estropeando. Si el “esto” a arreglar es todo, me parece un objetivo tan inabarcable como imposible. Quizás habría que parcelar el “esto” en objetivos más pequeños y bien definidos y distribuir el trabajo a realizar entre las personas más capaces, siempre que además llegarán a un acuerdo entre ellas sobre cómo hacerlo. No parece tarea fácil.

Tratar cada cual de arreglar su propia vida sin esperar milagros de los que nos gobiernan es necesario y urgente, pero si cada uno lucha para sí mismo frente a los demás, si el motor de nuestras acciones es el egoísmo y la codicia, si lo entendemos como un ¡sálvese el que pueda!, “esto” cada vez tendrá menos arreglo.

Entre todos tendríamos que arreglar “esto” pero todos necesitaríamos asumir los valores contrarios de los que nos han llevado a esta situación. El egoísmo es un mal que no puede producir ningún fruto bueno. Solo la búsqueda del bien común puede sacarnos de la crisis. El bien común, el bien para todos, frente a la búsqueda de la ganancia para mí solo, es la clave.

Si el Gobierno, los financieros, los políticos, los sindicatos, las empresas, los medios de comunicación, examinaran sus decisiones y sus actuaciones preguntándose si favorecen o perjudican el bien común, “esto” podría tener arreglo.

Pero si el Gobierno piensa antes en mantenerse en el poder que en servir al bien común “esto” no tiene arreglo. Si los financieros piensan sus actuaciones sólo en términos de poder y de ganancia y no de servicio al bien común “esto” no tiene arreglo. Si los políticos buscan hundir a los contrarios, gozar de privilegios y ascender en la carrera política, sometiéndose al que manda, en lugar de buscar el bien común de los ciudadanos que dicen representar, “esto” no tiene arreglo. Si los empresarios buscan exclusivamente la ganancia sin atender al bien común, el de sus trabajadores y el de sus clientes, “esto” no tiene arreglo. Si queremos vivir del cuento, de la subvención o del trapicheo, en lugar de aportar nuestro trabajo bien hecho al servicio del bien común, “esto no tiene arreglo.

Por eso yo diría que “esto” solo lo arreglamos si nos preocupamos seriamente por el bien común y colaboramos en echar fuera de todos los campos a los codiciosos, a los egoístas, a los embusteros, a los que viven del cuento, a los corruptos, a los vagos, a los ansiosos de poder, a los que dictan leyes inicuas y a los que por acción y omisión nos han llevado a esta situación.

Francisco Rodríguez Barragán



http://elguadalope.es/2010/03/07/como-arreglar-esto/
Publicado en Análisis Digital el 06-03-10
http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=46407&idNodo=-5
Publicado en Diario Siglo XXI el 10-02-10
http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/53237

JUEGO SUCIO

Cuando Aznar consiguió su segunda victoria electoral y esta vez por mayoría absoluta, se encendieron todas las alarmas en el partido socialista. Para este partido que se cree, falsamente, la quintaesencia de la democracia no podía aceptar que la derecha se afianzara y gobernara. Por ello se emplearon a fondo en desgastar al Gobierno de Aznar, movilizando a la gente a constantes manifestaciones de protesta, ayudados por sus potentes máquinas de agit-pro.

Recordemos el caso del Prestige o el “decretazo”, que después no se atrevió a aplicar el Gobierno o la que se armó por el apoyo de Aznar a Estados Unidos en la guerra de Irak, en pago de su ayuda cuando el incidente del islote de Perejil, del que Europa no quiso saber nada.

Acoso permanente al Gobierno del PP que culminó en aquel desgraciado y aún confuso 11 de marzo y días posteriores, en los que el Gobierno quedó superado por los acontecimientos y el PSOE supo aprovecharlo a fondo para conseguir su victoria al grito de “España no merece un Gobierno que mienta”, eslogan que no deja de resultar irónico, después de todo lo que hemos visto y oído.

Pero si la derecha había conseguido ganar dos veces, podría hacerlo otra vez, razón por la cual había que eliminarla del juego político objetivo que puso en marcha el Presidente Zapatero desde el momento mismo de su toma de posesión. No podían esperar a la siguiente confrontación electoral sino que tenían que quebrantarlo de forma permanente.

También se alarmaron de las dos victorias seguidas de la derecha los partidos nacionalistas, comunistas, ecologistas y afines. Un Gobierno de derecha con mayoría absoluta podía dar al traste con el lucrativo negocio de ser necesarios para gobernar. Por eso se firmó el llamado Pacto del Tinell en el cual todos se conjuraban para no apoyar nunca al Partido Popular. Curiosamente más que un Gobierno y una oposición lo que tenemos es un Gobierno de oposición a la oposición.

A pesar de la crisis que estaba a la vista, pero que el Gobierno negaba con firme tozudez, Rodríguez Zapatero obtiene una segunda victoria aunque necesitada también de otros apoyos, fáciles de conseguir en el consabido toma y daca, en el que lo que da no sale de su bolsillo sino del resto de España. Gracias a este perverso sistema ha conseguido sacar adelante leyes tan estrambóticas e inicuas como el matrimonio homosexual, la educación para la ciudadanía, el aborto convertido en derecho, la memoria histórica y otras lindezas sobre salud sexual y reproductiva e incluso unos presupuestos descabellados. También consiguió que se aprobara el Estatuto de Cataluña o la autorización, no revocada, para negociar con ETA, que puede desempolvar cualquier día.

Ahora, cuando el paro, la deuda y el desastre económico pueden dejarle con sus vergüenzas al aire echa mano del truco de vocear la necesidad de un pacto con todos los partidos, incluido el PP. Hasta el más tonto puede ver que con los apoyos que viene teniendo puede gobernar sin necesidad del PP, pero como ahora la cosa es más difícil quiere tener además una red para sus piruetas. Si el PP no pacta y las cosas salen mal, será por culpa de Rajoy que no quiso “arrimar el hombro”. Si pacta o por mejor decir el PP apoya al Gobierno, se hace solidario de los fracasos o será señalado, con el desparpajo que caracteriza al Presidente, como único culpable. De cualquier manera el astuto y fullero jugador que nos gobierna saldrá ganando con vista a las próximas elecciones.

Es curioso que mucha gente no quiera ver esta trampa, avalada por la doblez permanente de Rodríguez Zapatero, y pida que haya un pacto de Gobierno entre los dos grandes partidos para sacar a España de la crisis. Para un pacto de verdad se necesitan dos estadistas honestos que vean más allá de las próximas elecciones, pero no los veo. Lo único que veo es un permanente juego sucio que nos va deteriorando cada vez más. Hay quien dice que “cuanto peor, mejor” para Rodríguez Zapatero, que sueña con parecerse a sus admirados amigos de Venezuela, Cuba o Bolivia, que quieren mantenerse en el poder de por vida. ¡Dios nos asista!

Francisco Rodríguez Barragán


Publicado en El Guadalope
http://elguadalope.es/2010/02/28/juego-sucio/
Publicado en Bitácora Rebelión Digital el 01-03-10
http://www.camineo.info/news/207/ARTICLE/7193/2010-03-04.html
Publicado en Análisis Digital el 10-03-10
http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=46454&idNodo=-5
http://wwwrebordonitalbuixech-rebordonit.blogspot.com/2010/03/juego-sucio.html

EL ABORTO Y LA NUEVA ÉTICA MUNDIAL

A pesar de todas las protestas y movilizaciones la Ley del Aborto ha sido aprobada, lo mismo que pasó con la que equiparaba las uniones homosexuales al matrimonio o la imposición de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Pero no se trata sólo de una ocurrencia de nuestro Gobierno, pues son bastantes los países que han aprobado o tratan de aprobar leyes similares. Tenemos que apuntar más arriba.

La cuestión tiene un calado mucho más amplio y se encuadra en la ofensiva para establecer una nueva ética mundial, sin referencia a ningunos valores universales preexistentes, incluida la Declaración de los Derechos Humanos y, por supuesto, los cristianos. Basta leer la exposición de motivos de la Ley del Aborto para comprobarlo. Los principios que se invocan y la engañosa terminología que utiliza, es la acuñada en la sucesivas Conferencias que patrocinó la Organización de las Naciones Unidas entre los años 1990 y 1996, sobre educación, infancia, medio ambiente, derechos humanos, población, desarrollo social, mujer, habitat y seguridad alimenticia, concebidas en su conjunto como los paradigmas de una nueva cultura y ética global.

Aunque la ONU es una organización intergubernamental, aquellas conferencias no reflejaron la voluntad de los gobiernos ni de sus pueblos, sino la de los “expertos” que habían ido ocupando posiciones claves, desde los años 60, en su inmenso complejo burocrático y administrativo y allí continúan, velando para que los resultados de aquellas conferencias no se vuelvan a poner en cuestión.

Hay que tener en cuenta que estas conferencias comienzan inmediatamente después de la caída del muro de Berlín y el hundimiento de los regímenes comunistas. Termina la guerra fría y se proclama el fin de las ideologías. Los “expertos” se presentan con una apariencia de neutralidad ante un mundo que se va globalizando y le ofrecen sus ideas, revestidas de gran aparato científico y el respaldo de la ONU. Cuidadosamente excluyeron a quienes no compartían su ideología.

En la Conferencia de Beijing sobre la mujer, introdujeron las ideologías radicales del feminismo y del género. Se proclamó el derecho de la mujer a decidir, sin interferencias, sobre su propia sexualidad y sus consecuencias y para garantizar su salud sexual y reproductiva se exigió que, si lo decide, pueda abortar con la mayor garantía y seguridad sanitaria.

El derecho a abortar que se reconoce a las mujeres significa la muerte de millones de niños, pero eso no inquieta a los “expertos” ya que la Conferencia sobre población viene impulsando la idea de que es necesario reducir el crecimiento demográfico para que la vida en el planeta Tierra sea sostenible.

El objetivo del milenio sobre disminuir el hambre en el mundo no pasa por producir más alimentos y distribuirlos mejor, sino por disminuir el número de comensales.

Expresiones ambiguas como derecho a decidir, lucha contra la discriminación, ampliación de derechos, esclarecimiento de los mismos, defensa de la tierra, ecología medio-ambiental, igualdad de géneros, democracia participativa, etc van siendo interpretadas de nuevo sustituyendo los valores universales sobre los que se estableció el orden internacional en 1945 y que ahora se consideran obsoletos. Aunque las conclusiones de las conferencias no tengan fuerza vinculante para los Estados, poco a poco se ha ido introduciendo la idea de que hay que seguirlas porque son la esencia del progresismo, el camino del futuro.

Estos “expertos” han contado con la colaboración de poderosas ONGs, generosamente subvencionadas por aquellos países y empresas multinacionales que pueden beneficiarse de la promiscuidad sexual, de la ecología antinuclear, del aborto o de las trabas al desarrollo de determinados pueblos en nombre del calentamiento global. Estas ONGs se presentan como representantes de la sociedad civil ocultando sus verdaderas vinculaciones.

Últimamente este tinglado “onusiano” ha tenido un par de tropiezos: Uno al demostrarse la falsedad de los informes sobre el calentamiento global y otro con el escándalo de la vacuna de la gripe A que ha puesto al descubierto la vinculación de algunos de sus dirigentes con el fabuloso negocio de la vacuna que era urgente adquirir.

Un último apunte: la subvención de la ministra Aído a una organización feminista que pide la exclusión del Vaticano de la ONU, porque no comparte ni puede compartir esta nueva ética.

Francisco Rodríguez Barragán

http://elguadalope.es/2010/03/12/el-aborto-y-la-nueva-etica-mundial/
http://libertybalhans.wordpress.com/2010/03/
Publicado en Rebelión Digital el 14-03-10
http://derechoanacer.wordpress.com/2010/03/16/el-aborto-y-la-nueva-etica-mundial/
Publicado en Análisis Digital el 16-03-10
http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?IDNodo=-5&IdAccion=2&Id=46597
Publicado en Diario siglo XXI el 17-03-10
http://www.camineo.info/news/207/ARTICLE/7411/2010-03-13.html

LA FAMA DE LA JUSTICIA

No ha tenido nunca buena fama la justicia en España y no sólo por el Tribunal de la Inquisición, del que tanto se ha escrito y exagerado. Ha sido la gente común la que siempre ha percibido desfavorablemente a la justicia.

La maldición que dice: pleitos tengas y los ganes, representa una desconfianza absoluta. Aun en el caso de que ganes un pleito, te costará problemas, dinero, preocupaciones y la enemistad de tu oponente, del que tendrás que guardarte de por vida.

También se dice que es preferible un mal acuerdo a una buena sentencia, lo que es el mejor consejo que se puede dar a un amigo. Se esperan con temor las sentencias, pues nunca saben los litigantes la arcana interpretación de los jueces. Con los mismos hechos y fundamentos de derecho pueden darse, y se dan, sentencias opuestas. Pensemos en los pleitos frente a la imposición y contenidos de la asignatura de Educación para la ciudadanía y la diversidad de sentencias contradictorias.

Desde que se inicia un proceso hasta que recae sentencia firme, puede pasar un tiempo larguísimo. Además se han multiplicado las posibilidades de apelación con Tribunales Superiores, Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, Tribunal Europeo, lo que hace aún más incierto el resultado.

Los tribunales españoles tienen una acumulación de casos pendientes escandaloso. Hace unos días leí que un profesor expedientado y sancionado por la Junta de Andalucía había fallecido, posiblemente de los malos ratos, antes de que se dictara la sentencia en la que se reconoce su inocencia y el injusto expediente al que fue sometido. He leído la sentencia y no se dice nada de condenar, de oficio, a los autores de la tropelía.

Por otro lado, el principio de que todos somos iguales ante la ley, gracias al cual no puede haber privilegios para nadie, pues no sé si esta vigente, ya que vemos como los que tienen poder político o económico consiguen un trato diferente al común de los ciudadanos. Tengo la sospecha de que poder equivale a impunidad, en muchas ocasiones.

Sin duda hay casos de corrupción en los que han sido condenados los corruptos, pero no sé de muchos que hayan devuelto el dinero mal adquirido y del que seguramente van a disfrutar después de cumplir su condena.

Los casos de Rumasa, Filesa, GAL, Marbella, entre otros muchos, y ¡hasta el atentado del 11-M!, que podían haber sido ejemplarizantes, no han significado una mayor confianza en la justicia para buena parte de los ciudadanos.

El caso del juez Garzón, que según Gustavo Bueno, tiene complejo de Jesucristo por querer juzgar a los vivos y a los muertos, tampoco resulta ejemplar. El Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Supremo van demorando sospechosamente resolver su situación. Pero en el caso del juez Ferrin Calamita, se resolvió rápidamente: le fue impuesta la máxima sanción, acusándolo de discriminar a una pareja de lesbianas, victoria conseguida por el mismo abogado, según he leído, que quiere quitar la imagen del Corazón de Jesús de un pueblo de Murcia.

Y qué decir de la independencia de los órganos de gobierno de los jueces, que deben su apetecible plaza al partido que se la otorgó. Así sigue atascado el Estatuto de Cataluña, esperando que pueda ser fichado el magistrado que deshaga el empate.

Jacinto Benavente, en su obra Los intereses creados, sacó a escena, como representante de la justicia a un doctor en leyes, que busca los intereses que le benefician y tiene una coma perfecta, un signo ortográfico, que utilizado hábilmente en el proceso, puede determinar un resultado u otro.

Es seguro de que hay jueces que no salen en los telediarios, justos, imparciales y trabajadores, por toda España. Ojala fueran suficientes para cambiar la mala fama de la justicia.

Francisco Rodríguez Barragán


http://elguadalope.es/2010/03/19/la-fama-de-la-justicia/
Publicado en Rebelión Digital el 20-03-10

LAS RAZONES DEL CATALÁN

Entrevistaron hace unos días en una cadena de televisión, a un alcalde catalán y le preguntaron sobre las dificultades que encuentran las personas que residen en Cataluña para que sus hijos reciban educación en castellano.

Contestó este alcalde que no hay ningún problema con el castellano porque todo el mundo sabe hablarlo, pero que Cataluña tiene una legua propia, que es el catalán a la que tienen que cuidar y defender para que no desaparezca, por lo que es imprescindible conseguir que todos los niños la aprendan desde pequeños.

Le vi tan convencido de lo correcto de su postura, que es la del nacionalismo catalán, que no creo que pueda llegar a admitir ningún razonamiento en contra.

Pienso que su rotunda afirmación de que “Cataluña tiene una lengua propia” es una falacia que por mucho que la repitan no se convierte en verdad, por la sencilla razón de que los territorios no hablan, no tienen lengua, son solo el soporte físico donde viven y se comunican las personas, únicos seres que han sido dotados de la maravillosa facultad de hablar, inicialmente en la lengua de sus padres, ya sea catalán, castellano, árabe o senegalés. De los territorios puede predicarse que tienen extensión, límites, clima o accidentes geográficos, pero en ningún caso que hablan, razón por la cual no pueden tener una lengua propia.

Los que allí vivan están en su perfecto derecho de hablar en la lengua que prefieran, siempre que les sirva para comunicarse con los demás. Si la lengua que se habla mayoritariamente es el castellano, no hay razón para que la minoría que habla catalán se empeñe en imponerla a los demás, utilizando la facultad coactiva de su gobierno. La democracia es el gobierno de la mayoría y el respeto de las minorías. Hacer lo contrario es claramente tiranía.

El nacionalismo, al identificarse esencialmente con la tierra y lengua catalanas, vulnera los derechos de todos los que viven en esa tierra, salvo que traten de clasificar a los que no sean nacionalistas ni catalano-hablantes con vecinos de segunda categoría y que aprender a hablar catalán sea el requisito necesario para que les sea otorgada la plenitud de la ciudadanía por los próceres de pura sangre que detentan el gobierno.

Pensemos en el futurible de que la minoría musulmana consiga, paso a paso, el control creciente de pueblos y ciudades y decida que todos tienen que aprender el árabe clásico. ¿Una tontería? Quizás. Pero ya tenemos a una minoría que impone a la mayoría hablar en catalán, aunque eso no aporte ninguna ventaje a la gente, pero satisfaga a lo políticos que hoy controlan Cataluña.

Francisco Rodríguez Barragán