miércoles, 14 de agosto de 2019

Sospechosas unanimidades.



            Comparando el ayer y el hoy ¿es verdad que somos más libres?
Recuerdo cuando en el pasado régimen una todopoderosa oficina, la Secretaría General del Movimiento, decidía cada día, de forma inapelable, lo que se podía o no publicar en aquellos periódicos que entonces eran nuestros canales de información. (También podíamos buscar de noche y a poco volumen la radio España independiente, estación pirenaica,  que nos contaba historias truculentas que no comentábamos con nadie, por si acaso, podíamos tener algún disgusto)
Para solicitar algún trabajo en la administración era imprescindible presentar el oportuno certificado de adhesión al régimen, cosa que podía frustrar les esperanzas de más de uno.
Seguramente nuestros sucesores pensarán que aquello pasó y con la llegada de la democracia todos alcanzamos el deseado estado de libertad.
Siento desencantarlos si les digo que es falso que vivamos en el mejor de los mundos posibles. Efectivamente ya no existe la secretaría general del movimiento pero alguien sigue decidiendo lo que hay que publicar u ocultar en las extensas redes de comunicación que nos rodean.
¿No les resulta rara la unanimidad en el tratamiento de las noticias que cada día nos llegan a través de las diversas cadenas televisivas, tanto en los noticiarios como en las tertulias de “listísimos periodistas” que todo lo han averiguado y todo lo saben?
Hay espacios fijos sobre la violencia de género o el machismo hetero-patriarcal, y la insistencia machacona en que denuncies cualquier trato vejatorio por parte del varón de cualquier pareja. (Si los vejámenes son por parte de la mujer a su compañero o ex compañero, no hay ningún teléfono al que llamar y mejor no hacerlo que seguro que es peor).
Cada vez que muere una mujer a manos de un hombre se decretan por los ayuntamientos correspondientes tres día de luto oficial, que ignoro para lo que sirven, pero el número de mujeres asesinadas sigue creciendo cada año. De los hombres que mueren o se suicidan a raíz del incidente no se publica el número. A nadie se le ha ocurrido que algo estamos haciendo mal y que habrá que repensar la educación que se viene impartiendo
De manadas y violaciones también la sección es fija. Si son españoles se publican sus fotografías pero si son extranjeros se les tapa la cara en todos los telediarios ¿no les resulta rara esta unanimidad?
Mencioné antes el certificado de adhesión al régimen para trabajar en la administración, ahora te exigen un certificado de penales si colaboras en alguna organización benéfica o desde las redes de comunicación se estigmatiza a cualquiera que no piense como “alguien” ha decidido que tenemos que pensar pues de no hacerlo no eres “progre” sino “facha” y formas parte de una “derechona” que no tiene derecho a existir, frente a la más que discutible superioridad moral de la izquierda.
Ahora nos golpea con insistencia el problema de los “manteros” y los enfrentamientos con la policía. Nadie ha reparado, o yo no lo he oído, que los artículos que ofrecen en las aceras o en las arenas de la playa no los han hecho ellos sino poderosas organizaciones de falsificación de marcas que los utilizan como mano de obra barata. ¿Por qué en lugar de correr tras estos desgraciados no se procede a la ilegalización de las mafias que sin duda no están lejos en cualquier polígono industrial?
Lo dejamos por hoy.
Francisco Rodríguez Barragán
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jueves, 8 de agosto de 2019

A los políticos españoles



            No pidan nuestros votos si no tienen idea de lo que España necesita sino solo     ansias de poder y disfrutar del presupuesto
España sigue sin gobierno y los políticos de vacaciones pagadas, ¡no faltaría más! ¿Llegarán a algún acuerdo, volveremos a las elecciones, qué pasará?
Desde mi punto de vista, de un ciudadano cualquiera, lo que veo es que cada partido busca con ansia el poder para seguir mangoneando el país o al menos su propio partido. Que han  llegado al congreso o al senado para resolver los problemas de quienes lo han votado ni se les pasa por la cabeza. Lo mismo que tampoco se les pasa por el magín que muchos de los problemas que padecemos los ciudadanos tienen como causa el anárquico funcionamiento de los gobiernos autonómicos, la proliferación de administraciones paralelas, de ONG opacas.
Pero nuestros políticos, ¡tan felices!, unos comiendo de los ayuntamientos y diputaciones, otros comiendo de las comunidades autónomas y otros directamente de la administración central. Pero la comida de tantos pesebres va a costa de los ciudadanos de a pié, especialmente de las clases medias cada vez más expoliadas y exprimidas.
¿Hay muchas diferencias entre la izquierda y la derecha? No me lo parece. Unos y otros acatan las órdenes que alguien les imparte de destruir la familia, promocionar la ideología de género o atizar una lucha sin cuartel entre mujeres y hombres. Ya que la lucha de clases no dio el resultado que preveían los marxistas, pues a intentar la lucha de sexos a ver qué pasa.
En lugar de un claro programa de proyectos, no de memorias históricas manipuladas del pasado, de un relato comprensible de lo que cada partido quiere hacer de España, ¿unirla o trocearla? solo vagas promesas de libertades sin responsabilidades, de invitación a disfrutar de prestaciones sociales, que unas veces llegan y otras no, mientras que las pensiones están en peligro, la población envejecida, la inmigración descontrolada y media España vacía
¿Valdrá la pena ir a votar otra vez para que salgan más o menos los mismos con sus raquíticos programas, siempre incumplidos?
Nos vendieron también, hace ya bastante tiempo, que formar parte de una Europa Unida, con moneda única y tribunales supranacionales era nuestro mejor seguro. Ahora descubrimos que Bruselas es un pesebre más para nuestra voraz clase política. Si ya era demasiado costoso mantener al estado, las autonomías y los ayuntamientos, ahora también hay que mantener el tinglado europeo que nos impone más leyes y más reglamentos, pero es incapaz de enviarnos, debidamente asegurado, al golpista Puigdemont.
Por mi parte solo volveré a votar si algún partido presenta un programa creíble, revisable, comprometido con España y todos, todos, los españoles. Basta ya de políticos que se asignan sueldo a sí mismos,  de gente sin preparación ni conocimientos de nada, que no les preocupa dejar a España cada año más endeudada. ¡Ya pagarán las próximas generaciones! ¡Comamos y bebamos que éstos desgraciados votan y pagan!
Por favor, dejen de llevarnos al huerto. Más que democracia lo que tenemos es una partitocracia apoyada por redes de información que a base de repetir las mismas cosas una y otra vez, llegamos a creérnoslas, como las encuestas del CIS por ejemplo.
Para las próximas elecciones no me envíen sobres y papeletas si antes no me han enviado el programa del gobierno que proponen, clarito y revisable. Si no tienen voluntad ni idea de lo que necesita España, no se sienten en los sillones del Congreso nunca más.
Francisco Rodríguez Barragán
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viernes, 2 de agosto de 2019

Los juegos de azar, una adicción promocionada


            Las adicciones como algo nos esclaviza
A dos pasos de mi casa hay una expendeduría de lotería y apuestas y me causa una penosa impresión ver a personas muy mayores hacer cola antes de que se abra el local, tanto en verano como en invierno. Probar suerte una y otra vez, una semana tras otra, me parece una lamentable manera de hacer el tonto.
Estos establecimientos promovidos por el Estado no buscan ningún reparto de riqueza sino una forma más del afán recaudatorio de la administración para mantener el gigantesco tinglado de sus gastos.
No dudo que todos los ciudadanos tengamos la obligación de pagar los impuestos que gravan nuestra economía, aunque muchos de ellos representan una doble o triple imposición. Pagamos por lo que ganamos, pagamos por lo que compramos y si adquirimos algún bien por defunción de un progenitor pues a pagar tocan. Hay gente que tiene que renunciar a la herencia por no tener forma de pagar el impuesto de sucesiones.
Pero que además de todo lo que hemos de pagar, quieras o no, que vayas voluntariamente a comprar lotería, quinielas y otras zarandajas, me resulta rematadamente idiota.
Además de las loterías y apuestas del Estado van proliferando cada vez más, en todos los barrios, los salones de juego, donde está meridianamente claro que buscan quedarse con tu dinero y cuentan con una clientela adicta, sin que conozca a nadie que haya venido a mejor fortuna a base de apostar al bingo o a las máquinas tragaperras.
En todas las cadenas de televisión se nos invita a jugar, es decir, a perder tu dinero o el de los tuyos en apuestas on line y te animan a probar regalándote alguna cantidad para que empieces.
Y todavía más, desde los omnipresentes móviles también se nos invita a la perversa adicción al juego y al uso constante del móvil mismo.
Parece mentira que nuestros gobernantes que tanto se preocuparon hace años de que todo el mundo dejara de fumar,  pero no parece preocuparles la adicción al juego, sino que la promocionan.
Todas las adicciones esclavizan: drogas, alcohol, sexo o pornografía, pero si hace algunos años, en las hoy devaluadas encuestas del CIS, los españoles señalaban la drogadicción como problema, ahora ya no. La sociedad parece haber aceptado dándole carácter de normalidad a todas estas aberraciones: fumar porros o cualquier otra droga, tomar alcohol en exceso y luego conducir solo merece la atención sanciones administrativas, aunque ahora en periodo de vacaciones se hable de ello en todos los telediarios, pero la adicción al juego no merece ningún reproche estatal sino claramente se le promociona.
Creo que haber conseguido que la sociedad acepte como normales tantas cosas que no lo son, ni lo han sido, me parece una desgracia con difícil marcha atrás, máxime ante un envejecimiento progresivo de la población y el hundimiento de la institución familiar.
El número de jóvenes que no quieren tener hijos va en aumento al mismo ritmo que crece la pasión por las mascotas ¿será otra adicción? Por lo pronto es un gran negocio como pueden comprobar viendo el espacio que le dedican los supermercados y grandes superficies a la venta de sofisticados piensos y delicatesen para perros y gastos.
Sé que soy un viejo cascarrabias pero por favor, piensen en ello.
Francisco Rodríguez Barragán
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