jueves, 26 de mayo de 2022

¿Dónde vamos a llegar?

 


Pues adonde nosotros dejemos que llegue, si esperamos que lo que hay que hacer lo hagan otros.

Seguramente siempre se ha dicho eso de “no sé donde vamos a llegar” en un lastimero tono de queja y esperando que alguien lo arregle. Pero nos cuesta trabajo pensar que las cosas llegarán hasta donde cada uno de nosotros las dejemos llegar. No creemos que las cosas estén en nuestras manos ni en nuestra voluntad.

Nos quejamos constantemente de los políticos, de la economía, del ayuntamiento, etc. etc. Pero frente a todo ello podríamos alzar nuestra voz, podríamos hacernos oír. Lo más que pueden hacernos, y ya hacen, es tratar de silenciarnos, marginarnos, incluso encarcelarnos, pero la verdadera cuestión es que solo sabemos quejarnos, pero aportar, lo que se dice aportar, aportamos poco.

Parece que nuestro ideal es que las cosas marchen suavemente mientras dormitamos, pero solo tenemos una vida y hay que llenarla de proyectos, de ideas, de ilusiones, aunque nos cueste.

Quienes manejan el mundo son hombres y mujeres como nosotros, que quizás tratan de enriquecerse a nuestra costa, de imponernos sus ideas, de que no les creemos problemas. Pues no, vamos a hacernos presentes con nuevas ideas y nuevos proyectos.

Aquí espero a los jóvenes capaces que no se dejen adormecer por el sexo o la droga, sino que puestos en pie exijan y busquen un mundo nuevo y diferente, un mundo más fraterno en el que no tengan cabida los aprovechados, ni los que creen en cuentos chinos de salvar el planeta, ni en que sobran millones de personas que hay que eliminar no dejándolos nacer o aplicándoles la eutanasia si son viejos.

Son necesarios jóvenes que rechacen sin contemplaciones la famosa agenda del Foro de Davos, o el gran reinicio que promueven los masones y los capitalistas.

No nos podemos dejar engañar por los medios de comunicación al servicio de las élites políticas y económicas, ni por las encuestas que se publican falseando datos. Abandonémoslos para siempre y abramos nuestros ojos después de limpiarlos a fondo.

¿Cómo no va a ir todo a peor si estamos dispuestos a renegar de nuestra historia y de nuestra lengua? ¿Si estamos dispuestos a renegar de nuestra fe cristiana y aceptamos la ideología de género?

Dios nos creó hombre y mujer y nos colocó en el Paraíso, pero aceptamos la tentación demoniaca de “ser como dioses” y nos hemos convertido más bien en íncubos y súcubos, dispuestos a toda clase de aberraciones.

¿Dónde vamos a llegar? Pues a crueles guerras, a muerte y destrucción si no somos capaces de reaccionar. Quizás no sea esto el Apocalipsis que anunció el apóstol Juan, pero se le parece bastante.

Somos adoradores de la bestia que sale de mar ofreciendo placeres, sexo y droga, mientras que el mundo se hunde y suenan las siete trompetas y se esparcen las siete plagas, el COVID o la viruela del mono.

Pienso que aún estamos a tiempo de reaccionar, de tomar las riendas de nuestras vidas, de usar nuestra voluntad para buscar la verdad y la justicia, de no aceptar las sugerencias del maligno que nos quiere obedientes a los que mandan, sometidos a los amos del dinero…

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20220523Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

 

 

 

martes, 17 de mayo de 2022

Un mundo divido en bloques irreconciliables va a la ruina

 

Recemos por la paz sin descanso y pidamos inteligencia para elegir a nuestros gobernantes

Mirar el televisor a la hora de los noticiarios es para echarse a llorar. Ver caer las bombas destruyendo barrios enteros de Ucrania me impresiona. Que en un momento queden destruidas las pertenencias de miles de familias: sus ropas, sus retratos, sus recuerdos y tengan que huir, si pueden, o quedar muertos y enterrados en una zanja me resulta altamente doloroso.

Seguramente que así han sido todas las guerras, pero las de Corea o Vietnam, el Afganistán o la Indochina nos quedan lejos y para quienes leíamos las noticias de cada día en el papel de los periódicos no nos causaba tanta impresión. Quizás la guerra que tuvimos más cerca fue la de Yugoeslavia. Allí hubo españoles que murieron y sufrimos el impacto de aquellas desgracias.

Las guerras en África tampoco nos quitaron el sueño, aunque ahora sabemos de su crueldad y algunos actores, como Mandela, merecieron nuestra admiración. La guerra de Argelia contra Francia, que el general De Gaulle terminó me dejó bastante perplejo pues los combatientes musulmanes, tras la paz, se marcharon a Francia y allí siguen no sé si como argelinos o como franceses.

De las dos guerras mundiales sé más por lo que he leído que por haberlas vivido. El mundo quedó divido en dos bloques: el ruso, comunista y el americano. La Unión Soviética, después de la caída del muro de Berlín, pareció haber quedado apartada de la escena internacional mientras la Europa del Mercado Común se afirmaba.

De la Unión Europea de Adenauer, Schuman o De Gásperi pasamos, casi sin darnos cuenta a la Unión Europea (UE) y a formar parte de la OTAN. Los dos bloques volvían a revivir, el ruso con Putin y el de la OTAN con Norteamérica.

La guerra de Ucrania ha puesto de manifiesto que el enfrentamiento entre los dos bloques continúa, razón por la cual Suecia y Finlandia piden entrar en la OTAN.

Nuestra vieja España, en manos de malos políticos, no sabemos que papel le tocará jugar, aunque me temo lo peor. Por seguir en el mando, el actual presidente está dispuesto a dejar que España se trocee con los separatismos o entregar a Marruecos nuestras ciudades de Ceuta y Melilla.

No se me alcanzan las ventajas de formar parte de la Unión Europea que no nos va a salvar del desastre económico y nos obligará, por encima de nuestra propia Constitución, a aceptar sus ideas “progresistas” que consisten en salvar el planeta disminuyendo la población mediante el aborto y la eutanasia y obligándonos a aceptar verdaderas riadas de emigrantes africanos.

Si Dios no lo remedia, la América Española será un conglomerado infecto de narco-estados comunistas. La sombra de Fidel y sus barbas revolucionarias, van deshaciendo los países que España civilizó.

Nunca pensé que llegaría a ver los acontecimientos que estamos viviendo. Dada la edad que tengo tampoco espero ver mucho más, pero mi esperanza de que íbamos hacia un mundo mejor y más justo se han desvanecido, lo que siento por mis hijos y nietos. Rezo porque no sigan los enfrentamientos entre dos bloques que solo pueden traernos muerte y destrucción.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20220516Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

 

 

 

 

  

martes, 10 de mayo de 2022

El aborto ¿es progresista?

 


Cada día mas viejos y menos niños ¡que futuro espera a este mundo!

 

La filtración de la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos por la que se intenta poner fin al pleito Roe vs Wade que, de alguna manera, instituyó el aborto como un derecho constitucional y ahora puede dejar de serlo, no sé a quien puede beneficiar si a los movimientos provida o al lobby abortista encabezado por Unplanned Parenthood.

Imagino que buscará favorecer el gran negocio del aborto, negocio millonario apoyado por los Clinton, Nancy Pelosi, y el actual inquilino de la Casa Blanca el decrépito Biden que blasona de su catolicismo, difícilmente compatible con su postura abortista.

He leído que el aborto ha causado 62 millones de niños muertos, niños en gestación, pero sin duda seres humanos necesitados de protección, aunque la ministra de Rodríguez Zapatero Bibi Aido mantuviera que el feto es un ser vivo, pero no un ser humano.

Para justificar tamaña hecatombe hay que buscar razones “de peso” que se ha encargado de propagar la ONU, desde sus conferencias sobre población, siguiendo la teoría que propagó Malthus (1766-1834) sobre el crecimiento de la población que lo haría en forma geométrica mientras que el crecimiento de los alimentos lo haría de forma aritmética por lo que haría imposible alimentarla. Malthus era un pastor protestante y proponía un control de la natalidad sin anticonceptivos.

A Malthus le sucedió el neomalthusianismo que proponía acabar con la pobreza impidiendo reproducirse a los pobres. Así llegamos hasta Paul Ehrlich y su librejo titulado la “La bomba demográfica” acentuando las mismas ideas, aunque inicialmente este personaje creo era un entomólogo.

La China comunista se adelantó con su política de un solo hijo por pareja, obsesionada también por la superpoblación.

Aquí en España el aborto es sin duda un próspero negocio y una excusa permanente para la ideología de género, que propaga el aborto y las uniones estériles entre personas del mismo sexo y persigue a los movimientos pro-vida.

Si echamos una ojeada a los datos del Instituto Nacional de Estadística podemos comprobar que cada vez hay más viejos y nacen menos niños.

Imagino que algunos recordarán al Dr. Morín, que practicaba abortos en Barcelona y tenía una trituradora de fetos. La COPE siguió el tema del aborto algún tiempo, pero por razones que se me escapan dejó de tratar el asunto, al igual que el resto de cadenas de televisión.

Las retumbantes consignas del globalismo y sus llamamientos a salvar el planeta han encarnado en la Unión Europea siguiendo al Foro de Davos, la agenda 2030 y el gran reinicio, pretendiendo que todos los países europeos acepten sus imposiciones que dicen “progresistas” y amenazando a las naciones que optan por mantener sus propias leyes como Polonia y Hungría.

El aborto no puede ser jamás un derecho de las mujeres, “nosotras parimos nosotras decidimos” pues es un derecho del niño que vive en el vientre de su madre.

No deja de ser deplorable que las mujeres que jalean sus derechos en Europa o América, no sean capaces de luchar por las mujeres afganas o pakistaníes obligadas al burka, expuestas a castigos corporales incluso a la muerte.

Los países ricos pueden inundar de anticonceptivos a todos los países pobres o facilitar la proliferación de narco-estados. El “Mundo Feliz” de Aldous Huxley en el que las personas trabajan a cambio de “soma” no es una fantasía.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20220509Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

 

 

 

 

martes, 3 de mayo de 2022

El temor del Señor es el principio de la sabiduría

         Se nos presenta un futuro problemático si creemos a los sabios de este mundo y                 abandonamos a Dios

Dice el libro de los Proverbios “que el principio de la sabiduría es el temor del Señor, pero los necios desprecian la sabiduría y la instrucción”. Seguramente tendrán ya idea de quienes sean estos necios y sus leyes sobre la educación.

Pero no solamente sobre educación sino sobre todo lo demás y es que pensamos que lo sabemos todo y si no “se busca en la Wikipedia”, pero lo cierto es que no sabemos casi nada.

Los científicos, que se las dan de sabelotodo, nos cuentan sobre le universo entero, cuando aún con los medios más potentes no llegamos a tener noticia de la inmensidad de los espacios siderales y menos aún de cómo han llegado a la existencia.

Tampoco tenemos ni la más remota idea del tiempo, aunque nos hablen de miles de millones de años.

Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas que has creado, tenemos que preguntarnos, con el salmo 8, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para darle poder?

Pero para una gran parte de los hombres Dios es inexistente, una fábula. Ponemos nuestra confianza en el dinero y el poder sin percatarnos de que nuestra vida pasa como un suspiro. Tenemos un antes y un después, pero Dios siempre es un eterno presente que sostiene el universo y nuestra vida, regalo del que nos pedirá cuentas.

He vuelto a releer a San Agustín que, después de vivir entusiasmado con la filosofía, la retórica y las fábulas maniqueas, llega a exclamar: yo me lanzaba hacia cosas hermosas que, sin Ti, nada serían, llamaste y clamaste y rompiste mi sordera, tarde te amé, hermosura soberana tan antigua y tan nueva, yo te buscaba afuera y Tú estabas dentro de mí.

Bastaría que hiciéramos silencio dentro de nosotros para encontrar a Dios y abandonar todas las cosas que nos atan y nos hacen desgraciados. Pero es difícil hacerlo porque estamos llenos de ruido, de vanas promesas, de esperanzas descabelladas en la acción de nuestros gobernantes nacionales y mundiales.

Y ahora tenemos además la guerra de Ucrania, que cae destruida por las bombas rusas y la gente que huye o muere, mientras que los inventos del hombre para conseguir la paz fracasan. Quizás hayan puesto una mesa enorme para ni siquiera oírse.

Nos dicen que hay que salvar el planeta, que hay cuidar el medio ambiente y que sobran mil millones de personas para lograrlo. Que en la agenda 2030 ya está previsto que “no tendrás nada, pero serás feliz”, que ha comenzado ya el gran reseteo para hacer un mundo diferente.

Con este futuro de locura que se nos ofrece y en el que creen los poderosos de este mundo, los que creen que pueden expulsar a Dios y erigirse ellos en nuestros dioses es urgente que volvamos a buscar el principio de la sabiduría, el temor del Señor, y rendirle homenaje temblando antes de que vayamos a la ruina sin remedio.

No hay que creer a los sabios y entendidos que dicen saberlo todo y no saben nada y nos llevan a la ruina. No hace falta relacionarlos a todos: políticos, millonarios, creadores de bulos, fatuos pagados de sí mismos etc. etc.

El mañana no está en ninguna agenda sino en las manos de Dios.

Francisco Rodríguez Barragán

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20220502Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

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