Cada día mas viejos y menos
niños ¡que futuro espera a este mundo!
La filtración de la sentencia del
Tribunal Supremo de Estados Unidos por la que se intenta poner fin al pleito
Roe vs Wade que, de alguna manera, instituyó el aborto como un derecho
constitucional y ahora puede dejar de serlo, no sé a quien puede beneficiar si
a los movimientos provida o al lobby abortista encabezado por Unplanned
Parenthood.
Imagino que buscará favorecer el
gran negocio del aborto, negocio millonario apoyado por los Clinton, Nancy
Pelosi, y el actual inquilino de la Casa Blanca el decrépito Biden que blasona
de su catolicismo, difícilmente compatible con su postura abortista.
He leído que el aborto ha causado
62 millones de niños muertos, niños en gestación, pero sin duda seres humanos
necesitados de protección, aunque la ministra de Rodríguez Zapatero Bibi Aido
mantuviera que el feto es un ser vivo, pero no un ser humano.
Para justificar tamaña hecatombe
hay que buscar razones “de peso” que se ha encargado de propagar la ONU, desde
sus conferencias sobre población, siguiendo la teoría que propagó Malthus
(1766-1834) sobre el crecimiento de la población que lo haría en forma
geométrica mientras que el crecimiento de los alimentos lo haría de forma
aritmética por lo que haría imposible alimentarla. Malthus era un pastor
protestante y proponía un control de la natalidad sin anticonceptivos.
A Malthus le sucedió el
neomalthusianismo que proponía acabar con la pobreza impidiendo reproducirse a
los pobres. Así llegamos hasta Paul Ehrlich y su librejo titulado la “La bomba
demográfica” acentuando las mismas ideas, aunque inicialmente este personaje
creo era un entomólogo.
La China comunista se adelantó con
su política de un solo hijo por pareja, obsesionada también por la
superpoblación.
Aquí en España el aborto es sin
duda un próspero negocio y una excusa permanente para la ideología de género,
que propaga el aborto y las uniones estériles entre personas del mismo sexo y
persigue a los movimientos pro-vida.
Si echamos una ojeada a los datos
del Instituto Nacional de Estadística podemos comprobar que cada vez hay más
viejos y nacen menos niños.
Imagino que algunos recordarán al
Dr. Morín, que practicaba abortos en Barcelona y tenía una trituradora de
fetos. La COPE siguió el tema del aborto algún tiempo, pero por razones que se
me escapan dejó de tratar el asunto, al igual que el resto de cadenas de
televisión.
Las retumbantes consignas del
globalismo y sus llamamientos a salvar el planeta han encarnado en la Unión
Europea siguiendo al Foro de Davos, la agenda 2030 y el gran reinicio,
pretendiendo que todos los países europeos acepten sus imposiciones que dicen “progresistas”
y amenazando a las naciones que optan por mantener sus propias leyes como
Polonia y Hungría.
El aborto no puede ser jamás un
derecho de las mujeres, “nosotras parimos nosotras decidimos” pues es un
derecho del niño que vive en el vientre de su madre.
No deja de ser deplorable que las
mujeres que jalean sus derechos en Europa o América, no sean capaces de luchar
por las mujeres afganas o pakistaníes obligadas al burka, expuestas a castigos
corporales incluso a la muerte.
Los países ricos pueden inundar
de anticonceptivos a todos los países pobres o facilitar la proliferación de
narco-estados. El “Mundo Feliz” de Aldous Huxley en el que las personas
trabajan a cambio de “soma” no es una fantasía.
Francisco Rodríguez
Barragán
Publicado en
https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez
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