miércoles, 4 de agosto de 2010

SENTIRSE BIEN

Hace bastantes años, cuando era joven, si se hablaba de voluntarios nos referíamos a los mozos que comenzaban el servicio militar antes de ser llamados a filas por su edad. La palabra voluntario para designar a quienes colaboran de forma altruista con cualquier organización benéfica, asistencial, ecológica o ciudadana, vino mucho después.
Atender a los pobres, los ancianos, los enfermos, los huérfanos o los leprosos era tarea de las parroquias, de instituciones religiosas o de beneficencia, en las que podían colaborar los particulares con aportaciones económicas. También colaboraban mujeres, señoras se decía, en los roperos parroquiales y algunos hombres en las conferencias de San Vicente, que fundó Federico Ozanan, para visitar y ayudar a los pobres.
Quizás la llamada a la colaboración más importante se produjo cuando la Iglesia Católica organizó Cáritas como una red asistencial más amplia, pero sus colaboradores no se comenzaron a llamar voluntarios hasta mucho más tarde, cuando fueron apareciendo nuevas asociaciones y organizaciones, no vinculadas a la Iglesia, que buscaban sus recursos humanos en el compromiso social o ciudadano no específicamente religioso.
El deber de caridad, de amor al prójimo, lo concretaba la Iglesia en las obras de misericordia, de las que poco se habla y casi nadie recuerda. De cualquier forma, si a los pobres, los marginados, los excluidos, se les hace llegar una ayuda solidaria, estupendo, la Iglesia no ha pretendido nunca la exclusividad de las tareas asistenciales, aunque habrá que reconocer que siempre fue pionera en detectar las nuevas necesidades que iban apareciendo.
El estado providencia, el estado del bienestar, no ha conseguido extirpar de la sociedad zonas más o menos amplias de pobreza, de exclusión, de marginación, que demandan atención y solidaridad.
Aunque hay voluntarios de todas las edades, quizás el sector más numeroso es el de los mayores, que una vez jubilados y con una amplia esperanza de vida, han decidido colaborar de forma altruista con toda clase de asociaciones y organizaciones surgidas con finalidad social.
El voluntariado ha llegado a tener tal importancia, que ha obligado a los poderes públicos a legislar sobre ello. Se ha establecido legalmente el concepto de voluntario basado en la absoluta gratuidad de su colaboración y obligado a las entidades en cuyo seno trabajan a cubrir seguros de accidentes y responsabilidad civil, pero ha establecido que, en ningún caso, el voluntario pueda sustituir al profesional.
Quizás pueda parecer contradictorio el crecimiento del voluntariado en una sociedad individualista y consumista que reclama constantemente derechos y muestra su renuencia hacia la imposición de deberes. Lipovetsky, un autor que ha estudiado el fenómeno, dice que aparentemente el voluntariado se inscribe a contracorriente de los valores dominantes de nuestro tiempo, pues aunque los voluntarios declaren actuar en nombre de grandes ideales humanistas, más allá hay la necesidad de sustituir las redes sociales que se han ido disolviendo y aislando a los individuos, por otras formas de participación e integración donde encontrar al otro, sentirse reconocido, emplear el tiempo libre y llenar un vacío.
Por tanto el voluntariado puede ser una forma de confort personal, de sentirse bien porque está haciendo gratis algo valioso y sobre todo porque los deberes que pueda implicar han sido asumidos voluntariamente, en un compromiso débil que puede abandonarse en cualquier momento.
Para aquellos voluntarios que se consideran cristianos, les propongo una serena reflexión sobre su acción voluntaria para determinar si nace de la caridad que obliga sin rebajas ni subterfugios a amar al prójimo como Dios nos ama, si nace de una filantropía laica, sin duda humanamente valiosa pero no sobrenatural, o si nace tan sólo del deseo de sentirse bien, lo mismo que se puede uno sentirse bien haciendo deporte.
Francisco Rodríguez Barragán

Publicado el 14-07-10 en Rebelión Digital y Análisis Digital http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=48769&idNodo=-5 http://www.camineo.info/news/207 Publicado en Forum Libertas el 19-07-10 http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=17617 http://elguadalope.es/2010/07/21/sentirse-bien/

TEATRO DE MARIONETAS

Pasé buena parte del día viendo el debate sobre el estado de la nación con un creciente desencanto. Hablaban y hablaban de economía, de responsabilidad y de arrimar el hombro a no sé qué tarea que nadie explicaba. Otro habló del famoso estatuto dándose gran importancia.
Nadie habló de honestidad ni de decencia. La crisis que padecemos era algo así como una catástrofe que otros habían provocado, sin culpa alguna de los que nos gobiernan.
No me sentía representado por nadie de los que ocupaban el hemiciclo, cuya única misión era la de aplaudir a su líder o incordiar cuando tomaba la palabra algún contrario. Acerca del estado de la nación sólo escuché lo que ya sabemos de sobra, que estamos mal, que estamos endeudados, que hay millones de personas sin trabajo. Pero soluciones, objetivos, empuje, esperanza, nada de nada.
Se pidieron elecciones anticipadas, aunque, si es con la misma ley electoral, lo más seguro es que partidos minoritarios trapicheen con sus votos para otorgar inestables mayorías sobre las que decidir, no solo sobre la administración del país, sino sobre el bien y el mal, ¡nada menos! Volveremos a votar unas listas cerradas y bloqueadas, elaboradas por las cúpulas de cada partido, cuyos nombres olvidaremos de inmediato, si alguna vez los supimos.
Como me aburría tristemente con el espectáculo del Congreso, vino a mi imaginación el teatro de guiñol, el teatro de marionetas, al que acudía de niño, que se instalaba en la plaza en las ferias de cada año, en el que unos personajes de trapo, manejados por manos ocultas, se peleaban y atizaban escobazos, mientras la chiquillería aplaudía y gritaba.
Los personajes que iban subiendo a la tribuna del Congreso eran aquellas previsibles marionetas, aquellos títeres de cachiporra y los diputados que ocupaban los asientos, que aplaudían por turnos, el público infantil de aquellas sesiones. También los que prestan su voz y movimiento a los muñecos siguen ocultos para nosotros, aunque sepamos que existen, manipulan y manejan el espectáculo.
Esta sesión sobre el estado de la Nación, más que un acto democrático, me resultó un aburrido teatro de guiñol. El anuncio del protagonista de que seguirá al frente del cotarro otros dos años más –quizás prorrogables por otros cuatro- “cueste lo que me cueste” no es esperanzador para quienes en verdad nos cuesta y padecemos el mal gobierno.
El otro protagonista tampoco me entusiasmó. No hizo referencia alguna a los valores que quiero ver reflejados en la política, sólo habló de economía y de poder y, según dicen, preguntó a su tramoyista si hablaba o callaba sobre el Estatuto de Cataluña.
Francisco Rodríguez Barragán

Publicado el 19-07-10 en Rebelión Digital y Análisis Digital http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=48855&idNodo=-5 http://elguadalope.es/2010/07/20/teatro-de-marionetas/ http://www.camineo.info/news/207/ARTICLE/10079/2010-07-20.html Publicado en Diario siglo XXI el 21-07-10 http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/58123

RELEYENDO LIBROS

Aficionado a los libros de papel con tapas de toda la vida, no sé si llegaré a utilizar y habituarme al libro electrónico. Pienso que este novedoso invento resolverá sobre todo el problema de espacio. Tengo la casa llena de libros y me he hecho el propósito de deshacerme de aquellos que hayan dejado de tener interés para mí. Ello me obliga a ir repasando el contenido de cada uno en una primera ojeada, pero algunos siento la imperiosa necesidad de releerlos.
Esto me ha pasado con el Informe sobre la fe que publicó la BAC en 1985, a los veinte años del Concilio Vaticano II, con las opiniones del entonces cardenal Joseph Ratzinger, en diálogo con el periodista Vittorio Messori, sobre los resultados del Concilio y la deriva de la sociedad en Europa y América. No sé si entonces pensé que las cosas que decía el Cardenal no afectaban a España, al menos en la deriva social, pero lo cierto es que olvidé el libro.
Hoy al releerlo 25 años después me doy cuenta de que estamos inmersos en los problemas que denunciaba y que se han agravado. Aunque hay muchas cosas a comentar me voy a referir hoy a las dos rupturas que se han producido en el mundo desarrollado al destruir el vínculo entre sexualidad y matrimonio y entre sexualidad y procreación. Ratzinger advertía que la sexualidad desligada de ambos puntos de referencia, sin una razón objetiva que lo justifique, se convertía en un poder omnipresente, cuya única razón subjetiva es la satisfacción del deseo, en una respuesta lo más “gratificante” posible para los instintos del individuo, a los cuales no se puede oponer ningún freno racional y cada cual es libre el contenido que se le antoje. Cualquier forma de sexualidad es entonces igualmente válida y se transforman en “derechos” del individuo todas las formas de satisfacción sexual.
Al desgajarse del matrimonio fundado en la fidelidad por toda la vida, la fecundidad deja de verse como una bendición para transformarse en una amenaza a la libre satisfacción del “derecho a la felicidad de individuo”. He aquí por qué el aborto provocado, gratuito y socialmente garantizado se transforma en otro “derecho”, en otra forma de “liberación”. Cuando leí esto en 1985 la ley del aborto que se aprobó en España no se formulaba como “derecho” sino como simple despenalización de conductas reprochables, pero que podrían tratarse como conflictos de valores a proteger y así se pronunció el Tribunal Constitucional al reconocer al niño concebido y no nacido como titular de derechos protegibles.
Después de un periodo de aplicación torticera de aquella ley del aborto se ha llegado en este año a la situación lamentable que apuntaba el Cardenal de transformar en derechos todas las formas de satisfacción de la sexualidad.
Otro aspecto que señaló en destrucción del vínculo entre sexualidad y procreación es el de desandar el camino en sentido inverso, es decir, procreación sin sexualidad, de donde provienen los experimentos médicos y la manipulación biológica. Efectivamente resulta escandaloso que la misma sociedad que se queda indiferente ante el genocidio del aborto, se entusiasme con los avances médicos para la reproducción llegando a configurar como otro “nuevo derecho”, el de tener un hijo a la carta, en el momento que les apetezca y de la forma que sea, olvidando que el derecho básico es el del niño a tener un padre y una madre que lo acojan con amor.
Hay en el libro muchas cosas que revisten el interés más actual respecto a la sociedad y a la Iglesia Católica. Quizás escriba nuevos comentarios, pero lo mejor es que lean el libro Informe sobre la fe.
Francisco Rodríguez Barragán

http://elguadalope.es/2010/07/24/releyendo-libros/ Publicado en Rebelión Digital el 23-07-10 http://www.camineo.info/news/207/ARTICLE/10154/2010-07-24.html Publicado en Análisis Digital el 26-07-10 http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=48973&idNodo=-5 Publicado en Siglo XXI el 28-07-10 http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/58299 Publicado en Forum Libertas el 26-07-10 http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=17669&id_seccion=5

ESCRUTINIO EN MI BIBLIOTECA

En la tarea de revisar los libros que abarrotan mis estanterías para ver los que puedo eliminar para dejar espacio a los nuevos, he topado con un amplio abanico de títulos relacionados con el marxismo, que en su momento leí con interés y desazón, pero que estimo anticuados y obsoletos, desde que el muro de Berlín cayó en 1989.
Hay de todo, desde la Revolución Teórica de Marx de Althusser a Cartas desde la cárcel de Gramsci, una Antología de Marx de Tierno Galván, otra de Blumenberg, un ejemplar de El Capital que recuerdo fui incapaz de leer, Los conceptos elementales del materialismo histórico de Marta Harnecker, las Distensiones Cristiano-marxistas de Josep Dalmau, una Introducción crítica al marxismo, El marxismo, verdad y mito, Socialismo es libertad y otro titulado Creer es comprometerse, que me sumió en una verdadera crisis.
Para el autor de este último libro la fe del cristiano tenía que llevar a un compromiso político, ¡naturalmente de izquierdas!. El cristiano tenía que estar siempre apoyando la violencia de los explotados frente a la violencia de los explotadores. Aquello me parecía lejano del evangelio, pero quizás estaba equivocado, ¡el que escribía era un teólogo! Muchos curas apoyaban, con entusiasmo, a grupos de izquierda que se reunían en las sacristías.
Se invocaba el Concilio Vaticano II como apertura al mundo actual, aunque no tanto para evangelizarlo como para aceptar compromisos políticos. Aquello no era predicar la conversión al Evangelio, sino más bien aceptar la fe de los otros. De los documentos del Concilio que tengo releídos y subrayados, no encontraba lo que me decían los “cristianos progresistas”, pero tampoco quería ser de los tachados de inmovilistas, tradicionalistas. Fueron tiempos tremendos.
Estoy seguro de que encontraré más libros de estos, pero también ocupan mis estanterías muchos números de de la desaparecida revista Triunfo o de Cuadernos para el Diálogo, en su primera etapa, que están llenos de artículos “progresistas” que consideraban que el marxismo era el futuro de la humanidad, por lo que había que aceptarlo, estudiarlo, asimilarlo y comprometerse en la lucha proletaria y los cristianos tendrían que dialogar con el marxismo, entenderse con él y llegar incluso a leer el Evangelio con las categorías del materialismo dialéctico.
Cuando llegó la transición y apareció aquella sopa de letras de los partidos estuve preocupado y confuso. Al final opté por la efímera UCD. La experiencia fue interesante, aunque me hice el firme propósito de no afiliarme a ningún otro. Por otro lado entendí que seguir a Jesús exigía tomar la propia cruz de cada día, amar al prójimo, que no es lo mismo que amar a una clase determinada, llevar una vida honesta y sobria, entender el trabajo como servicio, optar siempre por la justicia y superarla por el amor. Mi compromiso no podía ser seguir las consignas de un partido sino seguir a Jesús en la Iglesia.
Hoy, después de tanto tiempo, al ver sobre la mesa estos libros, he recordado el escrutinio que hicieron el cura y el barbero de la biblioteca de Don Quijote. Estos son también libros de caballerías que podían haberme trastornado el juicio y la conciencia. Quizás merezcan en lugar no en la hoguera en el corral, que no se lleva hoy, sino en el contenedor de papel a reciclar.
Francisco Rodríguez Barragán

http://elguadalope.es/2010/07/30/escrutinio-en-mi-biblioteca/ Publicado en Rebelión Digital el 30-07-10 Publicado en Análisis Digital el 02-08-10 http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=49045&idNodo=-5

DE HOMBRES Y ANIMALES

El toro de lidia es un animal afortunado, pasa tres o cuatro años pastando libre en las mejores dehesas de España, bien cuidado por los ganaderos, sin verse sometido a ninguna clase de trabajos. Su final dura unos diez minutos en una lucha entre su fiereza y el arte del torero.
Si la prohibición de las corridas de toros se ampliara a todo el territorio español la cría de este hermoso animal no tendría objeto y se extinguiría. El sedicente amor a los animales que jalean los anti taurinos daría este resultado y es que hay amores que matan.
El toro de lidia vive más tiempo y mejor que los terneros estabulados, engordados a toda prisa y sacrificados, sin más trámite, para alimentarnos. No he oído ninguna lamentación por ello. Salvo para los vegetarianos radicales, estamos todos de acuerdo en incluir carne en nuestra dieta.
Tampoco he oído, a los que se dicen amigos de los animales, lamentarse de los que son castrados: becerros, caballos, perros o gatos, pero tampoco conozco a nadie que considere inmoral tal práctica.
Más cruel me parece a mí la cría y el cruce de tantos perros de diseño para que sean pequeñas mascotas, arrastren la barriga y las orejas sobre unas patas anormalmente cortas o se conviertan en fieras peligrosas. Tampoco he oído decir nada sobre ello a los que defienden los derechos de los animales.
Confieso mi perplejidad ante el horror que les inspira la muerte del toro en la plaza que consideran de una crueldad intolerable, mientras que la sociedad no reacciona ante la crueldad con los niños no-nacidos, que son desmembrados o achicharrados en solución salina y pasados por la trituradora. Es más, unos políticos insensatos deciden que el aborto es un derecho.
Recuerdo a un pastor que fue a la cárcel por asar un lagarto y comérselo y a otro que fue detenido y multado por arrancar manzanilla en la sierra. Cuidado con las especies protegidas: atropellar una cría de lince o destruir un nido con huevos de halcón o de quebrantahuesos, por ejemplo, puede costarle a cualquier ciudadano una severa pena, abortar un niño, nada.
El niño por nacer no es una especie protegida. Hay incluso “científicos” que mantienen, muy serios, que el hombre es una especie de cáncer que le ha salido a la tierra por lo que hay que reducir esta especie hasta dejarla en la mitad.
A lo peor los derechos de los animales, la conservación de la biodiversidad o el culto a la madre tierra, exige el sacrificio cruento de niños antes de nacer.
Francisco Rodríguez Barragán
http://elguadalope.es/2010/08/02/de-hombres-y-animales/ Publicado en Rebelión Digital el 02-08-2010 http://www.camineo.info/news/207/ARTICLE/10301/2010-08-02.html Publicado en Diario Siglo XXI el 04-08-10 http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/58442