martes, 22 de noviembre de 2022

¿Creemos que el mundo va a mejor o a peor?

 

 

 

¿Podemos hacer algo para que Cristo Reine en este mundo?

 

Con la fiesta de Cristo Rey ha terminado el ciclo litúrgico anual y el próximo domingo empezaremos el Adviento, preparatorio de la Navidad del 2022.

Hablar en nuestro mundo de Cristo Rey resulta bastante extraño. Para la mayor parte de las personas el verdadero rey es el dinero y el poder. El dinero lo mismo sirve para comprar una conciencia, el programa informático de Twitter o un campeonato de futbol en el desierto de Qatar.

Todos los medios de comunicación, atentos a la voz de su amo (el que paga) nos cuentan cada día lo que han subido los alimentos, los carburantes y la vida en su totalidad. En este mundo no manda ni cuenta para nada Jesús de Nazaret.

Nos hemos olvidado de Dios y no podemos decir que nos vaya bien con los que nos gobiernan ni con las estructuras nacionales e internacionales que marcan nuestras vidas, ni con las leyes estrafalarias que inventan personas sin principios.

Durante una etapa de mi vida creí que los cosas irían mejorando, pero la verdad es que empeoran a pasos agigantados. Si digo que el demonio, Satanás, anda suelto por el mundo buscando a quien devorar, seguro que se ríen. Pero yo creo que Dios existe y el demonio también y hay que optar por uno u otro.

El demonio nos ofrece placeres que a menudo se disuelven en el aire dejándonos vacíos o nos convierte en adictos al sexo o a la droga y al ansia de tener dinero.

Jesús nos ofrece la cruz con dolores y sufrimientos para alcanzar la vida eterna, donde no habrá luto ni llanto ni dolor sino el gozo inmenso de gozar de la presencia de Dios por toda la eternidad,

Pero ni creemos que exista Dios, ni el demonio, ni la vida eterna. Si creyéramos nos aplicaríamos a llevar una vida virtuosa, a amar a nuestros enemigos, a desvivirnos por los que sufren.

Como decía en mi articulillo anterior es posible un mundo mejor pero no con los que ahora nos gobiernan o mejor, nos desgobiernan.

Podemos pervierte cuanto toca, pero nosotros podemos decidirnos a mejorar el mundo que nos ha tocado vivir. La ayuda de Dios no nos faltaría.

Hay que apoyar a todos los grupos de cristianos que tienen el objetivo de hacer el bien a la gente. Estos grupos cristianos pueden hacer efectivo el reinado de Cristo. Muchos se ríen de la gente que va a la iglesia a rezar. Yo me rio de los que confían en las siglas de un partido político, de cualquier partido, que se pasan la vida peleando por conseguir algún puesto bien retribuido.

Tampoco hay que creer a los altos organismos internacionales que dicen trabajar por la paz, por la salud o por el cambio climático. No han conseguido nada palpable, pasa el tiempo y las pandemias resultan dudosas pero las guerras siguen matando personas y destruyendo ciudades.

¿Estaremos acaso en el final de los tiempos? Lean el Apocalipsis de San Juan y mediten.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20221121Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

 

martes, 15 de noviembre de 2022

Es posible un mundo mejor, pero no con estos políticos

 


No nos podemos dormir, hay que trabajar para que el que no trabaje no coma

Infelices los que creímos que la democracia iba a conseguir que todos trabajáramos por el bien común, pero ha sido, al contrario, mucha democracia, pero aumentan las enemistades, los enfrentamientos, las banderías.

Se busca el poder por el poder. El país entero es presa del presidente que quiere eternizarse en el poder. Me temo que todo esto terminará mal, si Dios no lo remedia.

Sube sin parar el coste de la vida, del gas, del petróleo, se anuncian tiempos malos para los pobres, pero no para los que disfrutan del gobierno. En tiempos de Carlos V y Felipe II la mendicidad era crónica, creímos que en estos tiempos sería erradicada, pero las colas de pobres a las puertas de Cáritas nos dicen otra cosa.

Las medidas que toma el gobierno no resuelven la situación, sino que la agravan. No esperamos otro gobierno que cambie las cosas. Los partidos son más bien partidas de gente que quiere vivir del presupuesto

Con culpar a la guerra de Ucrania e invocar las consignas de Bruselas parece suficiente. Todo falso como la famosa agenda con su cambio climático, sus leyes favorables al aborto, la eutanasia o el cambio de sexo nos lleva sin remedio a la conclusión definitiva: no tendrás nada, pero serás feliz.

Es como una novela de Orwell o de Huxley el pavoroso destino que nos espera. Pero los cristianos, que contamos con la ayuda de Dios, algo podremos hacer además de rezar.

Hay que volver la espalda a todos los partidos en liza, olvidarnos de ellos, no prestarles atención y ponernos a trabajar por un mundo mejor.

Seguro que si nos ponemos a ello podemos lograrlo. Optar siempre por la justicia y la honradez, rechazar a los que quieren vivir sin trabajar. San Pablo advertía en su carta a los cristianos de Tesalónica que el que no trabaje que no coma.

Claro que para trabajar hay que formarse y no pasarse el día pendiente del móvil, hay que organizar una educación de calidad, una formación profesional útil para encontrar un trabajo útil.

No es en los bares de alterne ni en las casas de apuestas donde puede una llegar a ser un honrado ciudadano. Hay que denunciar y combatir la pereza y la vagancia.

Tampoco hay que confiar en los organismos internacionales. Si prestan dinero a una nación tendrá que devolverlo con intereses que tendremos que pagar todos los ciudadanos, excepto quizás los gobernantes.

Tampoco hay que fiarse de los grandes. Ni Estados Unidos ni Rusia nos van a resolver ningún problema. Tampoco China, aunque nos ofrezcan artículos baratos en los bajos de casa.

Las Américas en manos del comunismo más indigno, poco podrá ayudarnos ni nosotros a ellos, por el momento.

El mundo entero está crisis de verdad, de honradez, de sentido común, dispuestos todos a sacar provecho de las dificultades ajenas vendiendo armas, cereales o gas a quienes lo necesitan. Vender no regalar, el Plan Marshall ya está olvidado.

Si no nos movemos y esperamos a que los gobernantes arreglen los problemas vamos dados.

Un mundo mejor es posible si unimos esfuerzos y esperanzas.

 

Francisco Rodríguez Barragán

Publicada en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20221114Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

 

 

 

 

martes, 8 de noviembre de 2022

Nuestra España, sus gobernantes y el padrenuestro

 Podemos ser mejores españoles y mejores cristianos

Estamos en noviembre el mes que empieza con Todos los Santos y acaba con San Andrés, como decía mi madre que en gloria esté.

Los que han dejado de creer en Dios o no creyeron nunca, es lógico que celebren fiestas raras como la Halloween, ya que los muertos para ellos simplemente han dejado de existir y los santos solo se utilizan para las fiestas y romería de cada pueblo. Por cierto, ya que la pandemia impidió dos años de celebraciones, éste se ha lanzado a pasear vírgenes y llevarlas de un sitio a otro. Ignoro si los que siguen estas romerías y procesiones creen en la vida eterna, aunque tengo mis dudas, ya que las iglesias a diario están medio vacías o vacías del todo.

Hay quien me dice que, como apenas si puedo andar, me quejo por no poder ir a tales fiestas y romerías. Quizás algo de razón tienen.

Mi falta de movilidad me impide viajar como tantas veces hice por lo que me refugio en la lectura de los libros que estudié cuando hice la licenciatura de historia y descubro que España no es como yo pensaba.

Creo que estamos más cerca de la novela picaresca, la España de Rinconete y Cortadillo, de Calixto y Melibea o el Lazarillo de Tormes que de nuestras costosas batallas para mantener el imperio de los Austrias que solo trajeron ruina a Castilla o Aragón.

Creían nuestros antepasados que luchaban por mantener la catolicidad de la iglesia frente a Lutero y otros herejes, pero esta iglesia tenía que entregar toda la plata para hacer moneda con la que costear las guerras dinásticas.

La conquista de América sigue siendo motivo de leyendas negras en la que los españoles eran los malos frente a los indios. El mismo que informaba a la Corona de los abusos de los españoles, recomendaba llevar negros de África para trabajar como esclavos. Desde la corte imperial de los Habsburgos se urgía constantemente el envío de plata para pagar las guerras de Europa.

Agradezco a la divina providencia que me haya dado la oportunidad de conocer la verdad de España a la que quisiera más católica y más caritativa.

El mal gobierno me da la impresión de que ha sido una constante. Recibí y acepté una invitación a “rezar por un político concreto y acepté hacerlo” y elegí a quien me parecía el mejor, lo cual era un error pues entiendo que tengo que hacerlo por el peor, el mismo que me indigna cuando lo veo en televisión y me rebota el estómago con sus embustes.

He entendido que no puedo pedir a Dios perdón de mis ofensas si no perdono a quienes me ofenden con sus trapacerías. Si el padrenuestro, que rezo a diario no he llegado a entenderlo con sus exigencias, pienso que si quiero llegar a la vida eterna tengo que cambiar de conducta. Amar al prójimo, sea como sea y quién sea, tengo que hacerlo el tiempo que me quede de vida.

Ha sido una semana fructífera entender mejor a España y amar a los españoles que nos gobiernan es un buen programa a cumplir. Invito a quienes me lean que me acompañen.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

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martes, 1 de noviembre de 2022

Los tiempos que nos ha tocado vivir.

 Escribo sólo para hacer pensar a mis lectores, si es que se atreven, aunque pueden soñar con la lotería de Navidad que ya falta poco.

Se termina octubre, pero el verano se alarga. Se ha celebrado el aniversario del triunfo del partido socialista, aunque no ha resultado tan brillante como esperaban sus dirigentes que nos “desgobiernan”.

Hace cuarenta años mis ilusiones estaban intactas: se entraba en una nueva etapa de la historia donde todo iría a mejor, pero no ha sido así. Todos los días los lacayos de los telediarios nos vuelven a poner canciones y bailoteos de los años setenta que no me emocionan nada. Cuando veo a aquellos jóvenes hoy calvos, arrugados o peinando canas igual que yo, pienso que el tiempo pasa y no perdona.

La estridente música del rock, sus saltos y meneos me aburren. ¿Qué hemos sacado de nuevo? centros de alterne, casas de juego, fiestas de Halloween, drogas y borracheras.

Aunque se desgañiten hablándonos de la difusión de la cultura, lo único que se ha difundido es el teléfono móvil cuyo uso compulsivo afecta a todo el mundo y nadie sabe vivir sin el dichoso aparatito.

Como no me dedico a hacer encuestas ignoro si la gente lee o compra libros. Desde luego el nivel cultural no ha ascendido, aunque para montar un WhatsApp solo hace falta desparpajo. Reconozco que muchos de los que recibo me hacen reír y hasta los reexpido a mi gente.

He recibido un WhatsApp en el que el juez Calatayud hace un acertado comentario sobre el cambio de hora y se pregunta la razón de que sigamos anclados en el meridiano de Berlín, que ordenó Franco, y no nos situamos en el de Greenwich que geográficamente nos corresponde, como hizo Portugal, con quien deberíamos coincidir igual que con las islas Canarias.

Ya es mucho pedir que nuestros gobernantes sepan algo de astronomía, tan ocupados como están con la ley de memoria histórica o la del cambio de sexo.

La victoria de Lula en Brasil habrá alegrado a las huestes comunistas que están destruyendo desde Méjico a la Patagonia con aquel virus que nació en la Sierra Maestra de Cuba mientras Fidel Castro se fumaba un puro. Dios pedirá cuentas a los que promovieron la teología de la liberación como Gustavo Gutiérrez y compañeros.

Al norte de Méjico tampoco es que las cosas pinten bien. Sospecho que la guerra de Ucrania favorece la economía de USA dirigida por un anciano con gafas de sol, estilo manoletinas, que hace negocio con la venta de armas.

La semana pasada se celebró la fiesta de San Judas Tadeo que firmó una curiosa carta que figura al final de la biblia, antes del Apocalipsis. No suele leerse en las misas, como se hace con los demás apóstoles, pero dice cosas interesantes como que se ve obligado a escribir su carta para animarnos a combatir por la fe ya que se han infiltrado ciertos individuos que incurren en la condenación anunciada por la Escritura, impíos que han convertido en libertinaje la gracia de nuestro Dios y rechazan a Jesús, el Mesías. ¿Les suena?

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20221031Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

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