Otras
corrupciones
Todos los días leemos o
escuchamos el mantra de la corrupción del Partido Popular, que no dudo que la
tenga, pero los demás partidos ¿están limpios de corrupción? Es dudoso. Luchar
contra esta lacra es loable, pero quizás sería conveniente meditar sobre otras
corrupciones que nos afectan a todos los ciudadanos y que demuestran la falta
de moralidad, honradez e incluso sentido común de los que nos gobiernan.
Podemos empezar por las
inversiones de las distintas administraciones que tienen difícil justificación.
Las deudas generadas por todas ellas recaen sobre el bolsillo de los
contribuyentes que pienso tienen derecho a exigir cuentas del dinero que, a
través del consumo o de la renta, tenemos obligatoriamente que pagar y todavía
más si el dinero proviene de fondos europeos, que nos concedieron para elevar
el nivel de renta de algunas regiones que después de tantos años siguen a la
cola, pues la mala gestión de estos fondos afecta a todos los ciudadanos que
formamos la Unión Europea.
No veo que ninguno de
nuestros políticos proponga la exigencia de responsabilidades por la
construcción de aeropuertos cuya viabilidad no se tuvo en cuenta, de carreteras
radiales que vemos escasamente utilizadas, de televisiones de ámbitos diversos
perfectamente prescindibles, de medios de transporte onerosos como metropolitanos
innecesarios que tienen que ser subvencionados por las administraciones. ¿Son
rentables todas las líneas de alta velocidad?
Hay polideportivos o teatros
en pueblos de escasos habitantes que no se justifican, de escasa utilización y
demanda. Quizás la razón de hacerlos fue que en el pueblo de al lado lo
hicieron y no vamos a ser menos.
También tenemos colegios e
institutos con escasos alumnos y otros sitios con aulas provisionales que se
han convertido en definitivas.
En mi ciudad se ha levantado
un complejo sanitario enorme que seguramente era innecesario, máxime en tiempos
de crisis económica. También muchos organismos y administraciones construyen
sin parar nuevos edificios, sin que nadie haya planteado la pregunta ¿son
necesarios?
No hay peor corrupción que la
mala administración del dinero público y los partidos, más interesados en
derribar al contrincante que en proponer soluciones posibles, no les he oído
pedir cuentas sobre el uso del dinero público.
Es grave que alguien se
aproveche del cargo para su lucro personal y debe ser perseguido, castigado y
que devuelva el dinero mal adquirido, pero ¿qué responsabilidad puede
exigírsele a quienes gastaron sin prudencia? Si además gastaron pensando en
comisiones y mordidas para sí mismos o para el partido ¿no deberían ser
inhabilitados de por vida para cualquier cargo público?
De vez en cuando oigo hablar
de la reforma de la administración pero lo cierto es que tenemos demasiadas
administraciones, demasiados funcionarios y demasiados políticos y poco se hace
para resolverlo. Conseguir el mejor y más barato aprovechamiento de los medios
humanos y materiales que los ciudadanos
ponemos en manos de las administraciones. ¿Está entre las medidas de las que
tanto se habla?
¿No es escandaloso que nuestros
representantes solo se pongan de acuerdo para fijar sus sueldos, dietas y
beneficios?
Me aburre oír a todas horas
hablar de la corrupción pero de la responsabilidad de los gobernantes en las
decisiones equivocadas o imprudentes, que repercuten en todos los ciudadanos,
no se habla, quizás porque todos tienen que callar.
A ver si el próximo gobierno
se toma en serio las reformas que necesitamos para que los dineros que nos
arrebatan no se dilapiden.
Francisco Rodríguez Barragán
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