viernes, 26 de julio de 2019

Santiago, Patrón de España



            ¿Nos dice algo esto a los españoles del siglo XXI?
Me pongo a escribir hoy 25 de julio día de Santiago, Patrón de España, y leo el evangelio del día que no puede ser más oportuno. Dos discípulos de Jesús buscan la recomendación de su madre para obtener los dos mejores puestos cuando el Maestro triunfe y sea poderoso, pero la respuesta de Jesús no es la que esperaban.
Jesús les dice que no saben lo que piden y les pregunta si serán capaces de beber el cáliz que El ha de beber y responden muy convencidos: lo somos. Ni tenían idea del cáliz del que hablaba Jesús ni de lo que le esperaba a ellos.
Si Jesús, el Maestro, hace milagros, si lo han visto transfigurarse en el Tabor, no se les pasa por la cabeza que va a ser azotado, juzgado, condenado y crucificado. Ellos esperan un triunfador que comparta su triunfo con ellos.
Los otros discípulos se enfadan con los que pretenden los primeros puestos y Jesús aprovecha la ocasión para decirles que los jefes de los pueblos los tiranizan y los grandes los oprimen. ¿Verdad que más de dos mil años después estas palabras tienen plena actualidad? ¿No estamos viendo como se pelean por los primeros puestos, por los sillones, por mandar, por imponernos sus ideas y sus ideologías a golpe de propaganda, de leyes, de impuestos?
Pero Jesús dice además: que no sea así entre vosotros, el que quiera ser grande que sea vuestro servidor y el que     quiera ser el primero sea vuestro esclavo que es lo que va a realizar el Hijo del hombre, que no ha venido a ser servido sino a servir y dar la vida en rescate por muchos. Santiago, el patrón de España, fue el primero en morir asesinado a manos de Herodes y después fueron cayendo los demás, pero a pesar de todo el mensaje de Jesús, muerto y resucitado, sigue extendiendose por el mundo.
Está meridianamente claro que estamos alejados, a años-luz del evangelio. Ser cristiano hoy, parece que no se lleva. Tenemos una religiosidad de procesión, desfile y romería totalmente insuficiente para oponernos a los poderes de este mundo, a sus pompas y a sus obras, como decía el viejo catecismo.
Peor aún: pretendemos convertir el evangelio en ingresos por turismo y nuestras catedrales en museos a visitar, previo pago de la entrada.
Es una ofensiva en toda regla para acallar a los cristianos que tratan de señalar que nos envuelve el pecado, tanto el de soberbia como el de lujuria, el de avaricia como el de envidia y todos los demás.
Si no aplaudimos, si no aceptamos, las mentiras que quieren imponernos desde los medios de comunicación o los boletines oficiales, es seguro de que seremos acallados, vilipendiados y marginados, pero ello no debe importarnos demasiado a los cristianos que hayamos decidido tomar nuestra cruz y seguir a Jesús.
No solo en este día de Santiago, Patrón de España sino todos los días, es necesaria nuestra oración confiada en Dios, que está por encima de todos los poderes de este mundo y al que todos tendremos que dar cuenta del uso que hagamos de nuestra razón y de nuestra libertad.
¡Santiago y cierra España!
Francisco Rodríguez Barragán
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viernes, 19 de julio de 2019

Unas noticias llegan y otras no


¿Quienes deciden lo que debemos aceptar o rechazar?

Con motivo de la fiesta nacional norteamericana celebrada el pasado 4 de julio, el Presidente Trump citó en su discurso a la hermana Deirdre Byrne, allí presente, cirujana que estuvo al servicio del ejército, donde alcanzó el grado de coronel, realizó trabajos humanitarios en la zona cero de New York el 11 de septiembre de 2011 cuando fueron abatidos dos rascacielos y actualmente es religiosa de las Pequeñas Operarias de los Sagrados Corazones y trabaja, bien en lejanas misiones, como en la ayuda de las mujeres que han tomado la píldora abortiva y quieren revertir su situación.
Esta noticia solo la he leído en Religión en Libertad del 11 de julio, pues cualquier cosa que haga Trump, máxime si es pro-vida, resulta proscrita de las redes sociales que se decantan siempre por magnificar el aborto como un derecho de la mujer y no como el asesinato de los más inocentes, los no nacidos.
Ha coincidido este hecho con la patrimonialización que quiere realizar la izquierda del discurso feminista, ese engendro de Simone de Beauvoir que dijo aquella majadería “tú no eres mujer, te han hecho mujer”
Si la lucha de clases no ha resultado tan gloriosa como esperaban los comunistas ahora se aplican a ensayar la lucha de sexos, pero no solo del sexo masculino y femenino, sino de una mescolanza de letras que llaman “ideología de género” declaradamente adversa a la familia y al hombre, al que hay que eliminar como dice un grafiti pintado en mi barrio: “machete al machote”.
La igualdad hombre y mujer que campea en el lema de los Reyes Católicos, “tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando” y mujeres extraordinarias cruzan toda la historia sin necesidad de las tonterías de la vice-presidenta del gobierno (en funciones, claro).
Tenemos en Francia a Juana de Arco interviniendo en la guerra de los cien años, a Teresa de Jesús, inquieta y andariega, cuyas obras en prosa o verso resultan insuperables o Sor Juana Inés de la Cruz, nacida en Méjico en el siglo XVII y que fue una feminista auténtica que luchó por la emancipación de la mujer y tantas otras que sería prolijo detallar.
Mucho hablar del derecho de voto de la mujer, que defendió Clara Campoamor, que no era de izquierdas sino liberal, pero su propuesta fue rechazada por las Cortes por el voto en contra de los socialistas.
A ver si la Memoria Histórica es de verdad y no un invento malvado para seguir enfrentando a los españoles.
Por favor, ignoremos a los medios que repiten como loritos las consignan que le imparten los poderosos de verdad: Trump es malo, Obama bueno, los Clinton unos benditos, Pablo Iglesias o Pedro Sánchez buenos, VOX malo malísimo, la Unión Europea buena, (hasta quieren hacernos pasar por buenos a Torra a Puigdemont  y sus secuaces)
No nos dejemos engañar por tantos embaucadores que se las dan de listos, listísimos y encima del aparato de la tele pongamos la frase latina “quid prodest?” ¿A quién beneficia lo que están diciendo? Si utilizamos nuestra cabeza quizás les será más difícil engañarnos.
Hasta la semana que viene, con gobierno o sin gobierno.
Francisco Rodríguez Barragán

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http://www.camineo.info/news/207/ARTICLE/38298/2019-07-20.html

viernes, 12 de julio de 2019

¿División entre derechas e izquierdas o amor a España y los españoles?


            Se puede mandar para servir o mandar para avasallar. Sentido común, por          favor

Como me ocurre a menudo debo de estar equivocado. Creía que lo de ser de derechas o izquierdas estaba superado, pero ahora resulta más presente que nunca. Todos hablan y propalan acerca de la superioridad moral de la izquierda y de lo malo que es ser de derechas y ambas cosas me parecen falsas y trasnochadas, pasadas de moda, ¿qué es hoy ser de derechas? ¿qué es hoy ser de izquierdas?
Las dos doctrinas que han jugado y juegan un papel importante en la historia son el capitalismo y el socialismo, aunque a ambas se le añadan hoy unos complementos para despistar. El capitalismo dice ser liberal y el socialismo social-demócrata pero no sé ni lo que ello significa ni lo que sea cierto. Tanto unos como otros se consideran demócratas porque apelan al voto de los ciudadanos, no para servirlos sino para alcanzar el poder y disfrutar de la jugosa tarta de los impuestos que todos pagamos.
He leído en algún sitio que el capitalismo es un sistema en el que el veinte por ciento de la población se lleva el ochenta por ciento de las ganancias y deja el otro veinte para la clase trabajadora. Si ello es así, la injusticia es patente  más aún cuando lo que recibe ese 80% de la población está gravado por dos impuestos: uno sobre los ingresos, (IRPF) y otro sobre el consumo (IVA)
Con los impuestos que pagamos la clase media,  el gobierno trata de financiar los gastos de mantenimiento de una enorme y creciente administración y unos servicios sociales que pueden ser recortados en cualquier momento aunque se siga  subvencionando el desarrollo de ideas “progresistas” aborto, ideología de género, violencia de género, feminismo, orgullo gay etc. Lo único que no se recorta jamás son los sueldos y complementos de los políticos que se los aumentan en cada legislatura por unanimidad.
La social-democracia hace exactamente igual que el capitalismo liberal aunque parezca que son opuestos, es lo mismo que ser aficionado del Real Madrid o del Barcelona y apalearse en las calles.
Naturalmente resulta más soportable un socialismo social-demócrata que un socialismo comunista. El capitalismo, siendo injusto, come y deja comer, el comunismo, en cambio,  busca la total dependencia de todos los ciudadanos de las consignas del partido, una minoría poderosa e inflexible, criminal y controladora como establecieron Lenin, Stalin, Fidel Castro, Pol-pot, Mao, el Che Guevara o Nicolás Maduro. La lista de dirigentes comunistas antiguos y actuales es interminable.
Aquí y ahora todos se ponen estupendos, negocian o no negocian, firman o no firman y el tiempo pasa y seguimos sin gobierno en España y en algunas autonomías. Ojalá se hubiera establecido que los políticos solo cobraran su sueldo cuando comenzaran a gobernar y así quizás se dieran más prisa, aunque leo que las previsiones de la Unión Europea sobre España han aumentado al 2,3 del PIB, lo que me hace barruntar que las cosas pueden ir bien sin políticos ni gobernantes. ¡Mira que si los que sobran son todos ellos!
No me queda más que rezar para que las cosas no vayan a peor, que se piense en los demás, que dejen sus ridículas luchas y sus gestos altaneros y se pongan a la tarea de defender la unidad de España y el bien común de todos los españoles.
Francisco Rodríguez Barragán
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viernes, 5 de julio de 2019

El Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles




A los cien años de la consagración de España al Sagrado Corazón por el rey Alfonso XIII se ha vuelto a repetir la consagración, pero sin reyes ni gobierno.
Los que consideramos que España es una realidad sagrada nos parece muy bien ponerla bajo la mirada y el amparo del Sagrado Corazón, pero esta consagración no es ningún elemento mágico que va a convertir a todos los españoles o va a conseguir que gane la derecha, ni entonces ocurrió ni ahora tampoco.
El mundo sigue su curso cada vez más lejos de Dios,  pero para los que nos sentimos cristianos, esta consagración nos obliga al anuncio gozoso de que Dios nos ama aquí y ahora y espera que respondamos a su amor amándonos entre nosotros y amando a los demás. Se trata de cumplir el mandato e Jesús: id al mundo entero y anunciad el evangelio.
No hay que olvidar ni ocultar que no se trata de ningún paseo triunfal. La evangelización de nuestro mundo no será fácil y como todos los que a lo largo del tiempo transmitieron la Verdad de Jesús pusieron en peligro su propia vida pues el mundo se resiste a escucharla.
Evangelizar es tarea de todos los cristianos y no solo de curas y frailes. Existe el peligro de que tratemos de presentar un evangelio manipulado, un evangelio de compromiso entre lo que predicó el Señor y las ideas que el mundo llama progresistas, a estos el mundo puede aceptarlos, pero a los que anuncian y viven integro el evangelio tienen más posibilidades de ser perseguidos que aceptados.
El mundo, el demonio y la carne querrán llevarnos a su terreno y alejarnos de Dios, por eso necesitamos una gran fe en el  Padre, al que invocamos como Padre nuestro, en su Hijo Jesucristo que entregó su vida por todos y en el Espíritu Santo siempre dispuesto a derramar su gracia sobre los que lo invoquen.
Esta consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús puede resultar una simple noticia dentro de cualquier telediario o una seria llamada de atención a los cristianos que estén dispuestos a arriesgar su vida por el evangelio, porque ser cristiano de verdad comporta serios riesgos. Los mártires jalonan toda la existencia de la Iglesia y no solo en el imperio romano o en países de misión, sino aquí y ahora.
Como Jesús podemos ser acusados de enemigos del César y hoy estamos rodeados de cesares poderosos que no soportan que se cuestionen sus políticas ni sus negocios y tratarán  de marginarnos, de silenciarnos o de ridiculizarnos. Ellos son los que dominan todos los medios de difusión pero ellos pasarán mientras que Dios permanece.
Seguir a Jesús es negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguirlo, porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida. No se nos promete el dominio del mundo, ni el triunfo de un determinado partido, ni el triunfo de la Iglesia, sino la vida eterna, la que no tiene fin y de la que tan despreocupados vivimos las gentes de este tiempo, aunque muchos quisieran encontrar la fórmula de mantenerse vivos para siempre.
Me alegro de esta nueva consagración de España al Corazón de Jesús, el corazón de un Dios que nos amó hasta el extremo, y me alegro de que su imagen ocupe el centro de la península y que fue tiroteada pos los españoles hace menos de un siglo. A pesar de todo: Dios nos ama.
Francisco Rodríguez Barragán
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