martes, 29 de septiembre de 2015

El informe del Instituto de Política Familiar sobre natalidad



Reflexiono sobre este informe y veo que somos un país que envejece a gran velocidad, lo mismo que le pasa a Italia, Alemania, Grecia, Portugal y Hungría. Llevamos demasiado tiempo con una natalidad crítica. El índice de fecundidad, ─hijos nacidos por mujer en edad fértil─ que era en 1980 menor de 2,1 descendió en 1987 a menos de 1,5 y en la actualidad es de 1,3 aunque algunas comunidades autónomas apenas llegan a 1 hijos por mujer.
Si tenemos en cuenta de que es necesario un índice de 2,1 para que sea posible la reposición de la población, está claro que resulta imposible y sería aun peor si no fuera por la aportación de la población inmigrante.
Desde el 2010 la población española desciende ya que mueren más personas de las que nacen y también ha disminuido el número de extranjeros a causa de la crisis, aunque representan el 9,5% de la población, es decir 1 de cada 10 personas es inmigrante.
Desde 1981 la población mayor de 65 años se ha duplicado y la juvenil se ha reducido a la cuarta parte Hay millón y medio más de personas mayores que jóvenes y los mayores de 80 años ya son más de 2,7 millones.
Podemos entender un gran logro que la esperanza de vida vaya creciendo hasta los 78 años para los hombres y 85 para las mujeres, pero el envejecimiento de la población significa mayor gasto sanitario y mayor coste de las pensiones, frente a una población joven cada vez más reducida que hará insostenible el sistema, salvo que aumente en forma cada vez más significativa la inmigración, lo que producirá otros problemas de gran calado. Si disminuyen los españoles o los europeos y crecen los inmigrantes, toda nuestra civilización cambiará irremediablemente.
Si nos preguntamos acerca de las causas de estos fenómenos demográficos observamos que las mujeres tienen su primer hijo ─las que lo tienen─ cada vez más tarde, más de 32 años y aunque mucha gente confiese que le gustaría tener 2 o 3 hijos, la realidad es que el ambiente hedonista y consumista que nos rodea lleva a ir retrasando la procreación para “disfrutar de la vida”.
Pero disfrutar de la vida, las comodidades y la sexualidad implica una práctica generalizada de la anticoncepción, incluido el aborto. 108.000 abortos en el 2013 es una cifra que debía de hacernos reflexionar. El obispo Munilla ha dicho que una sociedad ecológica que no priorice la vida humana es una sociedad enferma.

Este invierno demográfico, este envejecimiento de la población, será una catástrofe dentro de unos años y si aumenta la población por la llegada masiva de inmigrantes todas las naciones a las que nos afecte sufriremos tremendas modificaciones en nuestra cultura y forma de vida. Lo de Eurabia no fue solo una boutade de alguna escritora sino una posibilidad real.
Mientras tanto nuestros políticos se dedican a pelearse, a recriminarse, a acusarse unos a otros de corruptos, y el país va quedándose exangüe lleno de viejos y escaso de jóvenes. Los buenos gobernantes son los que piensan en las próximas generaciones y los malos tan solo en las próximas elecciones.
Francisco Rodríguez Barragán


   

Tiempos de confusión y olvido de Dios

Estamos viviendo tiempos de confusión y zozobra, se esperaba un tiempo de paz y estamos en conflicto permanente, creímos en el estado de bienestar y resulta que no es sostenible, pensamos que la democracia era la solución para todo y parece que el país puede resultar ingobernable con los nuevos políticos elegidos muy democráticamente. El estado de las autonomías que consagró la Constitución del 78 está provocando más problemas que los que esperaba solucionar.

Formar parte de la Comunidad Europea era el sueño de los demócratas que vivíamos en la España de Franco, pero esta Comunidad no nos resuelve todos nuestros problemas y nos crea otros. En un mundo globalizado pero con terribles diferencias qué papel tiene que jugar Europa y cómo se pueden conseguir acuerdos ante los nuevos retos: ¿refugiados o invasores?
La avalancha de pueblos que desde hace tiempo están llegando a Europa y que ahora se desborda incontenible ¿dará lugar a una convivencia pacífica o conflictiva?
España y toda Europa están envejeciendo a gran velocidad, dedicados a promocionar nuevos valores como la ideología de género, el matrimonio homosexual, una sexualidad libre y variada y el aborto. Al mismo tiempo se van eliminando las raíces cristianas que compartíamos, dejándolas cada vez más vacías y faltas de influencia y contenido.
Solzhenitsyn, testigo de la gran convulsión que produjo el comunismo, cuando en 1983 recibió el Premio Templeton, comenzó recordando que sus mayores repetían: “los hombres se han olvidado de Dios, esa es la causa de todo” y que el rasgo principal del siglo XX era precisamente: “los hombres se han olvidado de Dios”.
Si Dios no existe, si nos resulta innecesario, si lo creemos una antigualla de la que hay que deshacerse, entonces el hombre se siente liberado y capaz de organizarlo todo según su capricho, ¡y así nos va!
La dualidad hombre y mujer establecida desde el principio la hemos alterado bajo fórmulas sibilinas e ideología de género. La unión de un hombre y una mujer para constituir una familia y transmitir la vida y los valores que la sustentan, se está destruyendo con uniones confusas y temporales, niños de encargo, vientres de alquiler, trivialización del aborto, caos y confusión y grandes intereses en juego.
El hombre quiere decidir sobre el inicio de la vida y sobre quién debe ser eliminado en el vientre materno o en la cama del moribundo. Aplicar la eutanasia puede llegar a ser una práctica aceptada a poco que nos descuidemos.
Por muchas organizaciones internacionales, conferencias y propaganda no hemos conseguido una más justa distribución de la riqueza, ni establecer una paz duradera, ni conseguir un acercamiento de pueblos y culturas. Bajo las más edulcoradas palabras impera el egoísmo de los más fuertes y continúa la esclavitud, la explotación y la violencia.
Impulsado por una soberbia demoniaca el hombre quiere hasta decidir sobre la Tierra, un planeta que recibió hecho, y se dedica a propagar infundios tales como el peligro de la superpoblación para justificar, también  bajo eufemismos, la anticoncepción y el aborto, que se está recalentando, que se está enfriando, que avanza el desierto, o que estamos disminuyendo la capa de ozono.
Puede leerse con provecho lo que decía San Pablo a los Romanos (1, 10-32) sobre lo que ocurre cuando el hombre no quiere saber nada de Dios.
Francisco Rodríguez Barragán

http://www.elguadalope.es/2015/09/17/tiempos-de-confusion-y-olvido-de-dios/






La familia en los Organismos Internacionales

La única organización presente en Naciones Unidas de carácter católico para la defensa de la Familia y Los Derechos Humanos informa que, después de tres años de negociaciones, la Asamblea General aprobó formalmente los Objetivos de Desarrollo Sostenible para los próximos quince años.

Estados Unidos interpuso una reserva a los objetivos y metas al considerar que podría haberse ido más lejos y abierto nuevos caminos en referencia a la salud sexual y reproductiva, términos que encubren solapadamente la promoción del aborto y su legalización, pues se insiste que siguen muriendo mujeres por no contar con una asistencia médica de calidad cuando abortan.
El bloque africano, de 54 países, mantuvo que no puede considerarse que la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos crean o supongan el derecho al aborto y que hay que excluir cualquier interpretación opuesta al derecho interno de cada país. La Santa Sede expresó su esperanza de que todos los países se esfuercen por proteger la vida en el seno materno.
En cuanto al asunto de los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LBGT) fue aún más controvertido y muchos países se negaron a que la expresión “orientación sexual y la identidad de género” debiera tenerse en cuenta para la implementación del programa. Pero USA remarcó que el programa debería implementarse teniendo en mente los derechos de LGBT.
El Consejo de Cooperación del Golfo y el Grupo de África lamentaron la ausencia de reconocimiento alguno al papel de la familia en el desarrollo sostenible y reiteraron que la familia es producto de la unión entre un hombre y una mujer.
Al no haber podido conseguir el reconocimiento de los derechos de LGBT en la ONU, Estados Unidos, países europeos y sus aliados logaron bloquear del todo a la familia en los nuevos objetivos mundiales de desarrollo. Es la primera vez que en un acuerdo importante relacionado con la política social no se mencione la familia.
Ante la falta de avances significativos en cuanto a los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales en la ONU, el gobierno de Obama, con la ayuda de los defensores LGBT, pasaron a minar los principios pro-vida y pro- familia, presentes en la Declaración de los Derechos Humanos, presionando a los países que objetan los derechos LGBT a que permanecieran callados en las negociaciones.
Aunque no han convertido el aborto, los derechos LGBT ni la educación sexual en normas de la ONU, no significa que hayan fracasado en su ofensiva ya que cuentan con medios y fundaciones pudientes para continuar imponiendo políticas familiares y natalistas perniciosas.
Ayer mismo, 8 de septiembre, la comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo, ha adoptado el informe de una eurodiputada que llama a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en todos los Estados de la Unión, sin respetar las competencias nacionales.
También llama este informe a avanzar en el reconocimiento de la procreación asistida como un derecho individual y a legalizar la práctica de vientres de alquiler, indicándose en el mismo que hay más probabilidades de protección de los derechos de LGBT si tienen acceso a instituciones jurídicas como la cohabitación, la unión de hecho o el matrimonio.
Está claro, si en el mundo, quedan defensores de la familia, en nuestra civilizada Europa y en nuestro propio país, la tarea de demolición avanza imparable.
Francisco Rodríguez Barragán


miércoles, 2 de septiembre de 2015

¿Sirve para algo la ONU?


Se están produciendo unas corrientes migratorias impresionantes. El Estado Islámico y sus acciones terroristas, la guerra en Siria, el irresuelto problema palestino, la pobreza del África negra, los problemáticos gobiernos de muchas naciones americanas, las tensiones entre las dos Coreas y un largo etcétera están provocando el asalto de todas las fronteras para acceder a los países más desarrollados y más ricos.


La corriente migratoria de hispanos hacia Estados Unidos y los problemas que conlleva, son una de las bazas que esgrimen los aspirantes a la presidencia de USA. Los medios de comunicación no hacen referencia constante a este problema.

La corriente migratoria desde África hacia Europa es soportada por Italia y España, con escaso eco en Europa, salvo para reprender a España por la acción de sus fuerzas de seguridad y las alambradas que muchos estiman crueles. La corriente que opta por cruzar el Mediterráneo exige tanto en Italia como en España la dedicación de grandes efectivos en salvamento y ayuda, mientras que sanguinarias mafias se lucran con ello.

Pero la corriente que quiere llegar a Alemania, como nuevo El Dorado, tiene que atravesar varias fronteras y cada día vemos como estas se llenan de alambradas y policías para frenar el éxodo masivo de gentes que huyen de Siria y su guerra interminable.

Una novedad que nos ofrecen las televisiones es el arriesgado paso de emigrantes desde Francia al Reino Unido por el túnel bajo el Canal de la Mancha.

Y ante todos estos problemas ¿qué hace la ONU? Pues me parece que poco o nada. Quizás sus mismas siglas ponen de manifiesto sus mentiras. Lo de Organización pienso que se trataba de organizar el mundo para evitar guerras y enfrentamientos. Los famosos cascos azules ¿han desaparecido? Los de Naciones Unidas puede ser un eufemismo muy lejos de la realidad. No veo más unidad entre las naciones que la que nace de su propio interés antes que de la realización del bien común.

¿Entonces a qué se dedica el tinglado de la ONU y sus diversos organismos?  No leo que estén haciendo nada frente a los problemas que hoy nos aquejan, pero se dedican con entusiasmo a propagar la ideología de género, a promocionar los “derechos” del colectivo LGBT , a difundir bajo el eufemismo de “salud y capacidad reproductiva” una agresiva política antinatalista, que llega a condicionar cualquier tipo de ayuda a países pobres a que legalicen el aborto, la anticoncepción y el matrimonio entre personas del mismo sexo, para lo que cuentan con poderosos grupo de presión. Siguiendo las ideas de Malthus o Paul Erlich están empeñados en disminuir la población cuando creo que no hay problema de producción de alimentos sino su distribución.

Otra cosa a la que se dedica es a hablar sobre el “calentamiento global”, en el cual los fenómenos solares tienen mayor influencia que las acciones humanas, aunque naturalmente mucha gente vive de ello. Recordemos todo el tiempo que entretuvieron a la población con la “destrucción de la capa de ozono”. Ya no se habla de ello, ¿Se resolvió el problema o es que nunca existió? No tengo ni idea.

Su preocupación por el patrimonio de la humanidad no ha servido para poner coto a los desmanes del Estado Islámico que destruye sin contemplaciones los restos de nuestro pasado. Y hablando del Estado Islámico ¿se está ocupando la ONU en averiguar los países que lo proveen de armas y municiones o los que le compran petróleo?

Francisco Rodríguez Barragán











El mundo y los cristianos






Muchos cristianos bien intencionados­­  están empeñados en llegar a algún tipo de compromiso con el mundo, a descafeinar el mensaje de Jesús para que no se note la oposición entre las opiniones del mundo y las del evangelio, pensando que así viviremos pacíficamente y seremos aceptados por los poderes que hoy señorean a las naciones.

Me parece una enorme equivocación querer jugar a dos barajas, seguir confesándonos creyentes y compartir los valores mundanos, cuando Jesús ya advirtió a sus seguidores de la radical incompatibilidad diciendo poco antes de ser detenido que el mundo nos odiará porque no somos del mundo y pidió al Padre que no nos sacara del mundo sino que nos guardara del Maligno.

Este Maligno es el mismo que tentó a Jesús proponiéndole darle todos los reinos del mundo si postrándose ante él lo adorara. La tentación sigue repitiéndose con los que siguen a Jesús y muchos caen en la trampa y creen que pueden hacer compatibles el mundo y el evangelio.

El enorme desarrollo de la ciencia, en lugar de llevarnos a la contemplación de las maravillas de un universo que no ha sido creado por el hombre sino por Dios, nos lleva a negarlo para ser como dioses. Si Dios no existe el hombre es dios y puede organizar el mundo como le parezca, incluso destruirlo.

El mundo ofrece soluciones políticas y económicas muy diversas, sin que ninguna haya podido garantizar la mejora integral de la humanidad, incluso proclama que hay demasiada gente en el planeta y hay que reducir la población. Ni siquiera en aquellas partes del mundo donde temporalmente se ha conseguido ofrecer un estado de bienestar, exclusivamente material, existe seguridad de que sea sostenible.

El programa de Jesús es realmente opuesto a los valores del mundo de su tiempo y de cualquier tiempo, por ello fue condenado y ajusticiado, pero su resurrección acreditó que El era el camino, la verdad y la vida.

El mandato de Cristo, el Hijo de Dios, a sus seguidores fue ir al mundo entero para pregonar la buena noticia y hacer nuevos discípulos, enseñándoles a guardar lo él que había mandado, junto a su promesa de que estaría con ellos hasta el fin de los tiempos.

Por eso más que andar buscando compromisos con el mundo tenemos que seguir su programa que llama dichosos a los que eligen ser pobres, a los que sufren, a los desposeídos, a los que tienen hambre y sed de justicia, a los que son misericordiosos con sus prójimos, a los que tienen el corazón limpio de odios, a los que trabajan por la paz, a los que viven perseguidos por su fidelidad, a los que son perseguidos y calumniados por ser cristianos. Esto es ser sal de la tierra y luz del mundo.

Los cristianos tienen que ser los que van mucho más allá de la ley. Se dijo desde antiguo no matarás y si uno mata será condenado por el tribunal, pero Jesús ordena que todo el que trate con ira a su hermano o lo insulte también será condenado; se dijo no cometerás adulterio pero Jesús nos dijo que quien mira a una mujer casada con mal deseo ya adulteró en su corazón.

El capítulo 5 del evangelio de Mateo puede leerse con provecho por quien quiera ser cristiano de verdad.

Francisco Rodríguez Barragán