martes, 28 de septiembre de 2021

Desde las noticias de diarios, radio y tele al WhatsApp

 


Escribir es contar lo que uno ha vivido

 

Creo que hay más gente que escribe y envía WhatsApp que gente que mande una carta y menos que se lea un par de folios. Quizás por eso los periódicos de papel tienen muros que exigen pagar para poder leer un artículo.

Si pasamos por los kioscos, donde hace algún tiempo exhibían desde primeras horas de la mañana grandes cantidades de prensa escrita, ahora solo se exhiben unos pocos ejemplares. Me dicen que ahora se pueden leer muchas noticias de actualidad gratis en el ordenador y ello es cierto, aunque hay que reconocer que la mayor parte de lo que nos llega resulta cansino y repetitivo y si escuchamos la televisión pasa lo mismo y ni siquiera se diferencian por ser de izquierdas o derechas, aunque se hable de democracia.

Para ver un día sí y otro también el número de contagiados y fallecidos o las vacunas puestas no merece la pena sintonizar ninguna cadena. Ahora el volcán de la isla de La Palma ha introducido un elemento novedoso que suscita nuestro interés. ¿Hasta dónde llegará la lava? ¿cuándo cesará? Y oír a técnicos de una cosa o de otra explicar en todas las cadenas las mismas cosas.

No digamos nada de la infumable política. Por mi parte si veo aparecer al presidente cambio de canal, aunque termine viendo alguna película que ya vi de joven y aproveche la ocasión para echar un sueñecito.

Frente a las noticias escritas o televisadas resultan más frescos y divertidos los WhatsApp que me envían los amigos. Confieso que solo reenvío los que lo merecen, a mi parecer.

También hay otra plaga de personas y entidades que piden tu firma para presionar a algún organismo, aunque a veces firmo, nadie me dice casi nunca si la recogida de firmas en cuestión ha servido para algo.

Además de los periódicos con muro hay otras publicaciones, vía internet, sin duda meritorias pero que te invitan de forma permanente a suscribirte con alguna módica cantidad. Si los artículos que ofrece valen la pena y veo que no tienen publicidad he suscrito varias, pero si atendiera todos los requerimientos que recibo me dejarían en nada mi pensión ¡qué cualquiera sabe hasta cuando me la seguirán pagando o al menos actualizando!

Recuerdo cuando iba con mi padre a la barbería del barrio que era el único sitio con aparato de radio para “oír el parte” que redactaban destacados miembros del movimiento nacional y se daban noticias de la guerra europea o del desembarco de Normandía y aquello de la “pertinaz sequía” que decía Franco.

Después pasamos a vivir en otra casa y ya teníamos aparato de radio. Cuando se terminaba la emisión buscábamos “Radio España Independiente-estación pirinaica”. Luego nos enteramos que ni era independiente ni estaba en el Pirineo sino en Rumania o algún otro país comunista desde donde hablaba Santiago Carrillo.

Cada vez que íbamos al cine veíamos el NODO donde se daban las noticias que convenían al Régimen. Simultaneamos el aparato de radio con la televisión donde vimos cosas estupendas y que terminaba al filo de la medianoche con “el alma se serena” y la familia telerín cantando lo de “vamos a la cama que hay que descansar…”

En otra ocasión recordaré personajes y películas estupendas que vi en la tele.

Está sonando el móvil. Será algún WhatsApp o algún mensaje para que me suscriba al fútbol.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20210927Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

http://www.camineo.info/news/207/ARTICLE/39045/2021-09-27.html 

 

 

martes, 21 de septiembre de 2021

De la declaración Universal de Derechos Humanos a hoy. No estoy muy seguro de que el mundo vaya a mejor

 


Parece que siempre ha existido la tendencia a que todas las naciones del mundo se rijan por las mismas leyes sin que tal cosa se haya conseguido nunca. Grecia, Roma o el celeste imperio lo intentaron una y otra vez.

Claro que todos los unificadores que han existido han tratado de reservarse el mando sobre el grupo de naciones que de alguna forma pretendían unificar.

Sin remontarnos a Alejandro Magno ni a la Guerra de las Galias podemos observar que al final de las dos guerras mundiales, seguidas de otras locales como la del Japón, Corea o Indochina, los dirigentes de los países ganadores no han dejado de intentarlo.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el reconocimiento de los derechos humanos parecieron una buena ocasión para terminar las guerras y luchas tras la hegemonía comunista o capitalista.

Salta a la vista que no ha funcionado. La declaración de los derechos humanos en la que se reconocía en su artículo primero que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y en el segundo que tales derechos serían sin distinción de raza, color, sexo, religión u opinión política. Demasiado bello para ser verdad en cualquier sitio, lo mismo lo que dice el artículo tercero de que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Todo esto no casa en absoluto con el derecho a abortar a los niños por nacer que demasiados países han convertido en un derecho, en un “avance social”. Tanto a escala mundial con la ONU y sus organismos filiales y sus conferencias mundiales, así como la Unión Europea. Toda la democracia se ha teñido de rosa y el aborto se promociona casi sin oposición.

Los que se oponen al aborto o a la ideología de género en el mundo occidental resultan señalados y estigmatizados. El progreso es rosa o multicolor y se promocionan la libertad de decidir el género con independencia del sexo o el matrimonio homo o hetero sexual, o de grupo tipo comuna. Nada de esto está en la Declaración de los derechos humanos.

Los cristianos, al parecer, hemos ido desvirtuando la religión hasta hacerla irreconocible mientras los musulmanes la aplican a sangre y fuego.

Si antes existía un enfrentamiento entre comunistas y liberales, ahora más parece que la oposición es de una sociedad post-cristiana y un islam presente en todo oriente y occidente.

No obstante, sigue existiendo un afán de dominio mundial al que le ha venido de maravilla la extraña pandemia que sufrimos que reclama un poder supranacional para imponer normas y obligaciones en un ensayo de Nuevo Orden Mundial que puede terminar decidiendo quien vive y quien muere o qué países deben o no subsistir.

Todo ello mezclado con importantes intereses en la compra de vacunas y mascarillas que esperan seguir haciendo caja con una tercera dosis.

Como soy bastante viejo no sé como esto me afectará. Las pensiones no están garantizadas y a lo peor quieren arreglarlo eliminando viejos inútiles.

Oí a los mejicanos quejarse de estar lejos de Dios y cerca de USA. Los viejos podemos hacer nuestra la misma queja: lejos de Dios y cerca de la ONU, la UE, la OMS y los que manejan los hilos del Nuevo Orden Mundial que me suena bastante apocalíptico.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20210920Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

 

martes, 14 de septiembre de 2021

¿Individuo o persona? Esa es la cuestión

 


Podemos ser dueños de nuestras propias ideas y creencias o formar parte de un rebaño que otros dirigen.

Tengo la impresión de que hemos pasado sin darnos cuenta de personas a individuos. Muchos pensarán que es lo mismo, pero opino que no. El individuo se asemeja más al integrante de un rebaño mientras que la persona es alguien único, distinto a todos lo demás que puede decirse yo con todo derecho, frente a otros “yos” que se denominan tus.

Pareciera que hay una tendencia homogeneizadora para encuadrarnos a todos juntos como obreros, como votantes, como de derecha o de izquierda y a esto me niego en redondo. Cada persona podrá accidentalmente formar parte de un grupo y pasar a otro con todo derecho, sin que por ello tenga que cambiar ni su forma de pensar ni sus creencias.

Claro que hay personas que aceptan lo que otros piensan, sobre todo si ello le produce algún beneficio, y entonces han pasado a ser un individuo que viene obligado a seguir las pautas y razonamientos de quienes dirijan un conjunto homogéneo de doctrinas a cumplir, como puede ser un partido o una secta.

Las personas serán aquellas que consideran sus propias convicciones como pautas de comportamiento y no dejan de juzgar lo que ofrecen otros individuos. Formar su propio juicio y poder manifestarlo exige que haya libertad de pensamiento y libertad de expresión sin que pueda ser perseguido por ello.

Hay que negarse a ser parte de un rebaño que otros dirigen y luchar por las propias convicciones personales sin tratar de imponérselas a otros. Hay que tener siempre los brazos abiertos para acoger a quienes decidan ser personas, pero personas libres.

Cuando escuchamos y miramos los medios de comunicación podemos comprobar que todos tratan de convencernos de sus propias ideas y se alegran cuando su cuota de pantalla crece porque ello significa el crecimiento de su rebaño. No le hagamos el juego, demostremos que somos personas que tienen sus propias opiniones, ideales y creencias, y que no aceptaremos lo que no concuerde con ellos con el expeditivo proceso de desconectar la cadena o dejar de comprar el periódico.

Comprendo que todo esto está financiado por la publicidad y el control que tienen sobre nuestros propios medios.  (Alucino al recibir publicidad de casas de citas próximas a mi domicilio en periódicos que recibo por internet). Seguro que los menores recibirán pornografía en sus móviles.

La mejor propaganda de los botellones es ponerlos todos los días en pantalla, al igual que las peleas entre grupos de jóvenes que la policía no consigue reprimir o no tienen medios de reprimirlas como tanques de agua a presión. (Quizás no se los dejan sacar sus superiores).

Podemos constatar el déficit de educación de parte de nuestra juventud a la que en lugar de educarla para que sean personas se les lleva a ser simples individuos del rebaño, con leyes educativas cambiantes cada vez peores.

Cada vez que oigo o leo que los científicos aseguran cualquier cosa me pongo en guardia y me pregunto a quienes beneficiarían económicamente sus ideas ya se trate de la tercera dosis contra el Covid, el calentamiento global, el veganismo y cosas por el estilo.

Si alguno de los que me lean que se pregunte si es individuo o persona, este rato de escritura habrá valido la pena.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20210913Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

 

 

 

 

martes, 7 de septiembre de 2021

Los cristianos en el mundo actual


 Para los actuales amos del mundo los cristianos somos un incordio

Los que pretendemos hoy ser cristianos de verdad somos considerados como excéntricos por el mundo que nos rodea. Es más, muchos bautizados buscan ser aceptados por este mundo, aunque tengan que ocultar o disimular sus ideas.

Rezamos a menudo el Padrenuestro, pero sin tomar conciencia clara de lo que decimos. Decir que se haga la voluntad de Dios choca frontalmente con los que quieren imponernos su voluntad y más aun con nosotros mismos que realmente deseamos hacer lo que queramos.

Se nos sopla constantemente al oído que somos libres, que podemos hacer lo que nos venga en gana y que el infierno no existe. Si nos creemos esto, el mundo nos aceptará, de lo contrario seremos unos seres extraños, incómodos o incluso malvados.

Pedimos que venga a nosotros el reino de Dios quizás maquinalmente, mientras que aceptamos el reino de este mundo construido sobre las ideas del capitalismo, el comunismo o el nuevo orden mundial. No es fácil tomar una decisión de tal calado.

La fe confortable y descomprometida es una mentira que choca frontalmente con los totalitarismos que se van imponiendo en el mundo. Ser un cristiano consecuente con nuestra fe, que rechaza la cultura imperante, tendría que oponerse al aborto, a la ideología de género o a la eutanasia y puede perder su puesto de trabajo o su acceso a la universidad.

El mundo que nos ha tocado vivir solo admite una única forma de pensar y está dispuesto a expulsar de la vida pública a quienes la cuestionen ya sea porque duden de la obligación de vacunarse contra al Covid, del calentamiento global, o de tener que convertirse en vegano…

Los cristianos creemos que Dios nos creó hombre y mujer, pero el mundo con su ideología de género pretende que se reconozcan no sé cuantos sexos, la posibilidad de cambiar el que tenemos inscrito en el ADN por el que se nos ocurra y pone a los educadores a incitar a los niños a estas aberraciones.

Los cristianos creemos en el matrimonio indisoluble y en la castidad como virtud imprescindible para una vida ordenada. El mundo impulsa a la gran mescolanza de sexos, a una sexualidad sin frenos.

Cada nación tiene su propia historia, pero el mundo actual pretende borrarlas todas o peor aún: desacreditarlas para siempre extinguiendo sus héroes y sus gestas. Si pretendes reivindicar las acciones de tus antepasados estás perdido, serás motejado de totalitario o de fascista.

Desde toda la antigüedad la educación ha ido pasando de padres a hijos y para romper esa cadena, el mundo nuevo que nos rodea separa a los padres de los hijos a lo que se aplican los gobiernos que se dicen democráticos, pero son en realidad totalitarios. En esto también los cristianos sobran.

Se nos predica un mundo de placeres exento de sufrimiento y decidido a terminar cualquier sufrimiento aplicando la eutanasia.

A pesar de todo ello y aunque los cristianos de verdad sean una minoría si son capaces de mantener su esperanza verán a Cristo, el Hijo del hombre, venir con gloria y majestad para juzgar a vivos y muertos.

Todo esto podemos resolverlo con oración, ayuno y sacrificio. Dios no es una opción más entre otras, sino nuestra única esperanza.

 

Francisco Rodríguez Barragán

 Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20210906Francisco_Rodriguez_Barragan.htm