martes, 21 de febrero de 2023

¿La democracia es esto?

 

Cuando veo los telediarios, ¡tan parecidos! ¡tan iguales! Está claro que los dirige el gobierno y no la opinión de los ciudadanos

Cuando se pasó del sistema autoritario a la democracia nos pareció a todos que ello representaba un notable avance y nos pusimos muy contentos. Esto de la democracia, con el aval de Grecia, frente a la tiranía, pensamos que era una conquista que nos ponía a la par de los países más avanzados.

Nos dijeron que era el gobierno del pueblo y para el pueblo, aunque lentamente nos dimos cuenta de que el meollo del sistema era dividirnos en diversos partidos en permanente lucha. También nos dijeron que con ello se garantizaba la alternancia de partidos, entre los que pensaban de una manera u otra. Nada más falso. Ningún partido está dispuesto a facilitar la alternancia sino a usar todas las triquiñuelas posibles para mantenerse en el poder.

Disfrutar del poder es lo mismo que disponer del presupuesto para repartirlo entre los asociados: sindicatos, ministerios, secretarías y lo más curioso, crear las comunidades autónomas que podrían resultar gobernadas por un partido u otro, según su propia doctrina política.

De la alabada democracia a las comunidades autónomas hay una especie de salto sin red, en las que todas tienden a parecerse en la único que consideran fundamental, disponer de la mayor parte del presupuesto en beneficio de la comunidad y de sus “administradores”.

Si alguien pensó que en la democracia era todo el poder para el pueblo lentamente habrá ido comprobando que no es así. Lo que piensen los ciudadanos solo puede llegar a ser ley mediante un complicado proceso de elecciones, parlamentos y senado.

Por mi parte, cada vez desconfío más de las elecciones y del recuento de los votos, pues es el gobierno quien se encarga de organizarlo y hasta de ir creando el ambiente mediante la publicación de encuestas, especialmente las fabricadas por personal del mismo estado.

Pienso que habría que tener un estado unitario en el que los españoles se sintieran comprometidos con la idea misma de España y en la que los españoles pudieran expresarse con libertad.

Pero tenemos una España rota, dividida por autonomías que cada vez parecen más naciones diferentes e independientes. Hacer un trasvase de agua o establecer una línea ferroviaria pueden resultar tareas imposibles en las que no hay manera de ponerse de acuerdo.

El Rey, la monarquía, por la que se pasó de un sistema autoritario a uno monárquico podía, quizás, haber ido soldando los trozos de España para hacer un país en el que todos nos sintiéramos iguales, pero se optó por un sistema de partidos en los que cada español que consigue elevarse en la cucaña del propio está dispuesto a eliminar a todos los demás o si no es eliminarlos, hacerlos ineficaces e inoperantes.

Formar parte de la Unión Europea nos dio cierta falsa tranquilidad de que en Bruselas cuidarían de nosotros, pero podemos comprobar que allí cada cual busca sus propios intereses y si necesitamos dinero nos lo prestarán para su devolución son intereses.

Hasta la semana que viene.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en:

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20230220Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

martes, 14 de febrero de 2023

¿Podré tratar solo de cosas positivas?

 


Ignoro si podré realizar mis intenciones positivas o si trata de la confusión de un viejo que no sabe por dónde van las cosas

Este es mi segundo articulillo después de mi “recuperación”. Algún amigo me ha indicado que en el anterior puse “guerra de Croacia” en lugar de guerra de Ukrania. Arreglado mi error, aunque no la guerra.

Hice propósito de tratar cosas positivas, pero no parece que pueda hacerlo. La situación política de España no puede ser peor, en mi opinión. (Por el momento no hemos tenido ningún terremoto como en Turquía y Siria, gracias a Dios.)

Pero la democracia que estrené con tanta ilusión ha resultado un fracaso. No se trata de diversas posibles soluciones de un problema que puedan resolverse negociando con calma sino de una declaración de guerra en toda regla de unos contra otros.

Y las discrepancias no son sobre cuestiones baladíes sino en cuestiones medulares. Nos ponemos histéricos cuando nos hablan de 30.000 o 40.ooo muertos por el terremoto pero si sigue adelante la aceptación del aborto, serán muchos más muertos inocentes por el simple capricho de mujeres que quedan embarazadas y quieren terminar el embarazo como quien termina un grano.

Otra cuestión, entre muchas, es el cambio de sexo. Un sector de la sociedad cree que es un avance que un niño o una niña puedan cambiar de sexo. Se trata de una garrafal aberración que no se sostiene por ninguna idea científica, pero una parte de la sociedad que se hace llamar “progresista” defiende tales cambios que pueden hacer desgraciadas a muchas personas.

Veo a los partidarios de estos cambios de sexo desfilar como locos aporreando tambores. Pero lo malo es que no tienen enfrente un colectivo importante que lo combata.

Acabo de escuchar en la televisión al presidente del gobierno decir, muy serio, que no se puede consentir que haya quienes pasen dificultades mientras otros gozan de riqueza. Para mí se refiere precisamente a ellos, que viven a costa del presupuesto y gozan de todos los beneficios de mesa y viajes.

Pero no es lo malo que este personaje diga tales imbecilidades, sino que el otro partido parece que lo acepta. Del aborto que aprueba, después de trece años, el Consejo General del Poder, dicen que judicial, bajo la toga polvorienta del Sr. Conde Pompidu, el partido en el poder se congratula y el contrario no se inmuta demasiado.

También están en la televisión constantemente entidades como el Consejo de Europa y la Organización para el Tratado del Atlántico Norte, donde el presidente español luce su mejor facha, pero todo esta tramoya ¿sirve para algo?

Los telediarios, sospechosamente idénticos, nos aburren cada día con sus peroratas pero las cosas suben de precio, la gasolina y el diesel son cada día más caros, pero nos dedicamos a no se qué acciones sobre Marruecos.

Me parece que mi idea original de no tratar más que cosas positivas no va a ser posible.

Ojalá me equivoque y nuestra democracia funcione, los precios se contengan y tengamos algún partido en el que podamos confiar.

Hasta la semana que viene.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20230213Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

 

viernes, 10 de febrero de 2023

Escribir otra vez


Después de una temporada de achaques propios de la edad he vuelto a escribir otro insignificante articulejo que les ofrezco.

Desde el mes de noviembre pasado no me había sentado ante el ordenador. Mi mala salud, unida a mis 85 años, me han tenido sin salir, sin poder andar y con mareos frecuentes. Creo que a las personas que me han leído a lo largo del tiempo les debía una explicación al desaparecer bruscamente de las páginas que aceptaban mis modestas colaboraciones.

Mi situación de encierro en la casa me ha llevado muchos días a padecer las emisiones de televisión, que he podido comprobar aburren más que distraen. A la pandemia que hemos padecido le sucedió otra pandemia peor, el gobierno.

Además aún tenemos la guerra de Croacia y Rusia que, según nos dicen es la culpable de que la vida se haya encarecido y no hay telediario que no nos muestre lo que ha subido todos los artículos que tenemos que consumir, más el gas, la gasolina y la electricidad, el índice de precios al consumo y no sé cuántas cosas más, incluidos nuestros vecinos del otro lado del estrecho.

No faltan malas noticias, fabricadas por nuestros gobernantes y los medios de comunicación para animarnos cada día y para que no decaiga la fiesta no sabemos si el famoso Covid ha sido erradicado o sigue matando viejos, entre los que me cuento. ¿Qué hacemos con las mascarillas? ¿Dónde nos las ponemos?

Hemos tenido un largo y cálido verano para pasar a lluvias y nevadas copiosas. Lo pantanos que no tenían agua ahora hay que desembalsarlos.

Hace un par de días que tomo la determinación de ir volviendo a mi vida normal y de repente nos llega el horroroso terremoto de Turquía y Siria. En Granada donde vivo también ha tenido terremotos y dicen los que saben que estamos en un sitio propenso a que se produzcan. Una de mis abuelas contaba que nació en “el año de los terremotos”, los que hicieron varios desaguisados en Alhama de Granada.

También aquí en mi provincia tuvimos los terremotos de Albolote que recuerdo con la llegada de Franco y su orden de impulsar los planes de colonización y la construcción de albergues provisionales para los que se había quedado a la intemperie.

(Si estaba buscando la forma de animarme veo que he fracasado ya que solo hablo o rememoro desgracias).

Otra cosa bastante frecuente son las encuestas que dicen conocer el futuro de nuestros partidos políticos. Es mentira. Cuando se celebren las elecciones, y el recuento se haga bien, sabremos los políticos que nos tocará padecer. (Quizás el mayor partido será el de los que se abstengan.)

Viejo y convaleciente quizás ya he escrito demasiado. Ya habrá lugar para referirnos y escribir sobre la Agenda 2030, Europa, la OTAN o la ONU, con cuidado no vaya a recaer en mis dolencias.

Hasta otra ocasión.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

 https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20230208Francisco_Rodriguez_Barragan.htm