martes, 29 de diciembre de 2020

En el paso de un año a otro vamos a abrirnos a la esperanza

 


            Atentos a lo que nos rodea no nos dejemos engañar

Me pongo al ordenador después de dos semanas de dolencias y alifafes propios de mi edad. Cuando era un muchacho el 28 de diciembre celebrábamos bromas el día de los Santos Inocentes. Hoy las bromas sobran aunque haya quien siga con ellas.

Ahora no es el relato de los niños degollados en Belén por orden del rey Herodes sino la horrible realidad de cientos de miles de niños abortados en España con los más peregrinos razonamientos: “mi cuerpo es mío y yo decido” pero el bebé en gestación no es tuyo para que lo mates sino para que le des vida.

Con falsos y sibilinos razonamientos la matanza de inocentes se extiende por todo el mundo. Se dice falsamente que el mundo no puede mantener a más personas, pero tenemos una España vacía. O se dice que la natalidad condena al hambre a muchos países y no es la natalidad sino nuestros criminales organismos internacionales que hacen depender sus ayudas económicas de la aceptación de toda clase de métodos anticonceptivos.

Todo muy disfrazado de vana palabrería como “paternidad planificada”, salud planetaria,  hay que salvar el planeta. A nuestro planeta hay que salvarlo de todos los herederos de Malthus, el profeta que calculaba que la producción terrestre resultaría insuficiente para alimentar a la población, que obviamente resultó falsa como la explosión demográfica de Paul Erlich o la de la mal encarada  Greta Thunberg.

Los poderosos actuales de este mundo pienso que están tratando de hacer experimentos con la malvada idea de reducir la población. A veces imagino que la pandemia que sufrimos puede haberse gestado en sus endiablados cerebros.

Hay como un embate contra la vida: matarlos antes de nacer, matarlos con drogas y vicios, eliminar a los viejos con la eutanasia. Así el mundo entero quedará más despejado. Las mentes criminales en que se cuecen estos planes seguramente que muchos podrán acertarlas. Hay que defenderse de esta plaga de poderosos criminales que quieren tenernos en sus manos.

Esto va más allá de las distopías noveladas de Orwell,  Wells o Aldous Huxley o de las ideas criminales de Lenin o Hitler. El aborto se extiende como una mancha sangrienta por todo el mundo.

Ya sé que hay muchos científicos perfeccionando vacunas contra el Covid-19, pero esto representa un río de dinero que no sé si está en las mismas manos de los que tratan de cambiar el mundo a su antojo.

Quisiera que el año próximo se vayan alejando los negros y satánicos nubarrones que han ensombrecido el 2020 en todo el planeta, pero será necesario volver los ojos al Dios que hizo el cielo y la tierra del que nos hemos alejado creyéndonos nuestros propios dioses.

A pesar de tantas cosas que nos inquietan, revivamos nuestra esperanza y aprestémonos a construir un mundo nuevo, un mundo mejor, donde reine la paz y la justicia, sin dejarnos avasallar por los poderosos, por mucho dinero que tengan, por mucha capacidad de embaucarnos.

Con mis mejores deseos para el 2021.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en: http://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

 http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20201228Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

http://www.camineo.info/news/207/ARTICLE/38844/2020-12-29.html 


miércoles, 9 de diciembre de 2020

La Constitución del 78 en peligro

             Como se dice en mi tierra “las desgracias no vienen solas”: pandemia y gobierno social-comunista-separatista.

La Constitución Española, cuyo  aniversario se celebró el domingo pasado, con más pena que gloria, fue votada favorablemente por casi dieciséis millones de españoles, frente a un millón cuatrocientos mil que lo hicieron en contra. Estaban convocadas a las urnas veintiséis millones seiscientas mil personas  por lo que se abstuvieron o sus votos fueron nulos o en blanco un total de casi nueve millones de españoles.

No se puede mantener que el texto de la Constitución del 78 no contó con un apoyo más que suficiente pero tendríamos que preguntarnos sobre el respaldo ciudadano que tendría hoy.

Han sido 42 años en los que no han faltado problemas de convivencia, como el terrorismo de ETA o el independentismo catalán y vasco, pero en los que se ha avanzado económicamente y se ha entrado a formar parte de la Unión Europea.

No han faltado tampoco las crisis económicas que pudieron remontarse gracias al trabajo de los correspondientes gobiernos y la ayuda de Europa.

La creación de las 17 autonomías pienso que fue una colosal equivocación,  pues para resolver viejos contenciosos y con la frase de Suárez “pues café para todos” los problemas se multiplicaron y…los gastos. Se ha establecido una doble administración innecesaria que ha restado poder al gobierno central y ha alentado un fraccionamiento del Estado haciendo de España un país “que no lo iba a reconocer ni la madre que lo parió”, como dijo Alfonso Guerra.

Efectivamente la unidad de España se ha cuarteado y cada territorio económico quiere vivir a su aire, sin mucha preocupación por los demás, pero colgados de forma permanente a los presupuestos del Estado.

Desde que tomó el poder Pedro Sánchez el país va irremediablemente a peor. Para mantenerse en la Moncloa paga los votos de los independentistas a precio de oro y parece animar a las demás autonomía a hacer lo mismo, no sé si por propia iniciativa o siguiendo las presiones de su poco presentable socio de gobierno Pablo Iglesias, que sueña con una revolución venezolana.

Y hablando de Venezuela, el ex presidente Rodríguez Zapatero, que pasa su vida cultivando la amistad de Maduro y, me figuro, que prestándole servicios ya nos colocó en su mandato, invocando “nuevos derechos”, la ley del aborto, el matrimonio homosexual, la memoria histórica,  la ideología de género y su famoso plan Ñ, dejó la economía en quiebra. n

El gobierno actual cambia la “memoria histórica” por “memoria democrática” desentierra a Franco para inaugurar su “reinado” y en colaboración con su socio Pablo Iglesias, quiere cargarse la Constitución del 78 y terminar con la monarquía. Cuando el día 6 se abrió la puerta de los leones del Congreso, que solo se abre para el rey, y salió a discursear la Batet, tuve el pálpito de que estamos en un final de etapa, sin que sepamos lo que nos espera en el futuro.

El poder judicial, único instancia que podría mantener el equilibrio de poderes también está amenazado, los derechos que se reconocían a todos los españoles se quedan en menos con la nueva ley Celaa, los viejos estamos en peligro si se aprueba la eutanasia, muchos españoles no podrán hablar español etc. etc.

Este aniversario de la Constitución me ha llenado de tristeza y pido a los cristianos que queden, que recen por esta España nuestra en grave peligro.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20201207Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/2192518/constitucion-78-peligro

 

martes, 1 de diciembre de 2020

¿Qué es para nosotros el Adviento?

             Si en este tiempo de Adviento solo pensamos en pasarlo bien cuando    llegue la Navidad, como cristianos no hemos entendido nada.

Hemos entrado en tiempo de Adviento pero ¿qué esperamos? Celebrar la Navidad como fiesta familiar, jolgorio y cena pero escasa relación con el acontecimiento único del nacimiento en Belén del Hijo de Dios que vino al mundo para redimirnos del pecado.

Por desgracia hay mucha gente que no cree en el pecado, ni en Dios, ni…en el demonio, solo en disfrutar de una fiesta que este año anda en dificultades por las normas de los gobiernos sobre la pandemia.

Pero además de recordar un hecho maravilloso del pasado, adviento también significa la espera de la segunda venida de Cristo para juzgar a los vivos y a los muertos. En el credo que recitamos en la misa, los que aún siguen yendo, decimos creer que Jesucristo está sentado a la derecha del Padre y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos y su reino no tendrá fin. Es el fin de los tiempos que llegará sin duda, aunque muchos no lo crean.

¿Estará llegando este fin de los tiempos? En el capítulo 17 del evangelio de San Lucas, Jesús habla largamente del reino de Dios y de las tribulaciones que los hombres sufrirán cuando llegue su segunda venida. Si la primera vez llegó como un Niño que nace pobre en un portal, la segunda será muy diferente, llegará en gloria y majestad para juzgarnos. En el versículo 8 del capítulo 18 del mismo evangelio Jesús hace una pregunta inquietante: Cuándo venga este Hombre ¿encontrará fe en la tierra? También los otros evangelistas advierten de ese final, la Parusía, donde el  mundo entero se tambaleará y las gentes temblarán.

Si cuando llegue este final de los tiempos ya hemos muerto será lo mismo, ya que resucitaremos para este juicio universal. Muchos no creen en esto y piensan que después de la muerte no hay nada o que el infierno está vacío. Nos jugamos la eternidad. En este tiempo de Adviento hay que pensar en todas estas cosas además de la pandemia y el número de comensales que podamos juntarnos en Nochebuena.

Pasando a otro tema, confieso a mis lectores que estoy muy contento con el inicio del proceso de beatificación de Don Andrés Manjón que fundó aquí en Granada, donde nací y vivo, las Escuelas del Ave María a las que también asistí como alumno durante mi lejana infancia en el barrio del Albayzin.

Este sacerdote que cruzaba el barrio del Sacromonte para ir desde la Abadía a la Universidad, donde era catedrático de derecho canónico, comprobaba cada día el abandono de los niños gitanos y consiguió con su esfuerzo y la colaboración de los granadinos levantar unas escuelas llenas de alegría, con una ideas pedagógicas plenamente válidas y actuales. Desde luego las ideas del Padre Manjón sobre educación están muy por encima de las que han inspirado tantas fallidas leyes españolas, que cada poco tiempo van modificando, siempre a peor.

También me alegra mucho el avance que se ha producido en la canonización de Isabel la Católica, la reina que tanto hizo por la unión de los reinos de España, la finalización de la reconquista y el descubrimiento de América. La leyenda negra, que no cesa, no quiere que se le rindan los honores que merece esta extraordinaria mujer.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

http://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

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martes, 24 de noviembre de 2020

La agenda 2030 y los organismos supranacionales.

 

 

            Hay poderosos que se creen por encima del bien y del mal y pretenden organizar el mundo a su antojo.

Seguramente están oyendo con frecuencia en las redes, que el plan de ayudas económicas a los países de la Unión Europa puede irse al traste por culpa de dos países, Polonia y Hungría, cuya legislación no se adecua a las normas europeas, pero no dicen claramente cuáles sean tales normas.

Cada país entró en la UE con su propia constitución, por lo que tendría que ser en el momento de la adhesión cuando se señalaran sus dificultades de encaje en el organismo supranacional, cosa que no ocurrió.

En cualquier caso, la oscura advertencia a Hungría y Polonia sobre la ayuda económica por la pandemia no tendría que afectar a los demás, aunque algunos medios lo den así a entender.

La constitución española, si resulta modificada en el sentido que busca hacerlo el actual gobierno, quizás significaría un problema ya que estaría borrando o atenuando la división de poderes al someter el poder judicial al ejecutivo en detrimento de una auténtica democracia, en cuyo caso entendería que la UE pusiera reparos.

Pero pienso que el caso de Hungría y Polonia, a las que con toda rapidez tachan de populistas de extrema derecha, las razones son más bien la resistencia de estos dos países a la aceptación de la promoción del aborto y de la ideología de género, que promociona por todos los medios a su alcance la ONU y sus organismos como “cuestiones indiscutibles para la supervivencia de la humanidad y la salud del planeta” y forma de eliminar la influencia cristiana. La Unión Europea ya no sería la cristiandad sino otra cosa.

Muchas veces me he preguntado la razón que pudo tener el Sr. Rajoy, al no derogar ni cuestionar las leyes socialistas, especialmente las que se aprobaron por el gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero, habiendo conseguido el Partido Popular la mayoría absoluta y llevarlo en su programa.

Las dificultades económicas que heredó el Sr. Rajoy de la nefasta gestión del Sr. Zapatero, le llevaron a solicitar la ayuda de la Unión Europea que, sin duda, le exigió conservar las leyes abortistas y de género del anterior gobierno, en sintonía con los demás socios europeos.

En Estados Unidos el Sr. Trump se declaró “pro-vida” y durante su mandato eliminó cuanto pudo las ayudas a la Organización Mundial de la Salud y a la central mundial del aborto -Planned Parenthood- que se presentan engañosamente como promotores de la salud sexual y reproductiva de la mujer, aunque luego negocie y comercialice los fetos abortados “enteros o por piezas”. Naturalmente el Sr. Trump tenía que perder las elecciones ¡como fuera! Y en esas estamos.

Todo esto forma parte de la Agenda 2030 del foro de Davos que pretende organizar el mundo de forma globalista. En este foro están los que de verdad mandan en el mundo, siendo los gobiernos de las naciones meros ejecutores de sus órdenes y ¡peor para quien no obedezca!

Por mi parte no estoy en absoluto de acuerdo en que los que se consideran amos del mundo pretendan manipular mi libertad, ni la de mis conciudadanos.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20201123Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

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miércoles, 18 de noviembre de 2020

No conocemos a los que están dominando el mundo

 


            Ya no se trata de imperios y conquistas sino de cambiar a las personas.            

Cada vez que un pueblo se ha sentido poderoso y ha tenido unos dirigentes ambiciosos, han intentado construir un imperio, ya se trate de Nabucodonosor, Alejandro Magno o Gengis Khan o más próximos a nosotros El Imperio Romano o Napoleón Bonaparte.

Con sus diferencias cada imperio ha tratado de  imponer a los vencidos sus leyes y sus gobernantes, situación que ha durado unas veces más y otras menos.

Con la difusión de las ideas comunistas Lenin, pero sobre todo Stalin, sometieron a muchos pueblos a su feroz dictadura y hemos sido testigos del fin aparente del imperio soviético, en cuya órbita podría haber caído también España si no hubiera triunfado la rebelión militar del 36.

De una manera más solapada los países capitalistas que vencieron a Hitler han ido imponiendo su poder en cuantos sitios han podido penetrar no tanto por las armas como por los intereses de una clase internacionalizada que hace y deshace en el mundo de las finanzas. Aquí no se trata de pueblos conquistadores acaudillados por reyes o césares, sino de minorías poderosas emboscadas tras decorados democráticos que la gente creemos que, por el hecho de votar cada equis años, somos quienes decidimos lo que han de hacer nuestros gobernantes.

Nada más falso. El tinglado democrático es una especie de teatro de polichinelas manejado por hilos o manos ocultas. Naturalmente los cristobitas que hacen de gobernantes mientras resulten bien pagados disfrutarán del espectáculo que protagonizan. Todo ello  es fácilmente observable para cualquiera que dedique algo de su tiempo a pensar.

Los avances técnicos resultan eficacísimos para dominar a la gente como nunca se había hecho. Las ubicuas redes sociales se encargan de mantenernos en la ignorancia atiborrándonos de noticias sobre las que se discute acaloradamente no solo en la calle sino en los parlamentos nacionales y supranacionales.

Los que mandan, o creen que mandan, no quieren que exista una educación plural que adiestre a las nuevas generaciones en el pensamiento crítico ni en valores morales. Los que destaquen en la ciencia pronto serán fichados para que pongan sus conocimientos al servicio de la causa general, que no es otra, que inculcar a todos que al planeta le sobran millones de personas que es necesario ir eliminando, especialmente a los mayores que somos una carga económica inútil, como dice la directora del FMI, que hay que poner remedio al calentamiento global y hacerle caso a Greta Thunberg, la niña mal encarada que se paseó por todo el mundo, poco antes de la pandemia. Cualquier cosa que se venda como moderna nos la tragamos.

Incluso pienso que la pandemia es algo programado, como un ensayo general, para hacernos tragar el sometimiento más absoluto al poder de los amos del mundo, a quienes no hemos votado ni nos representan,  pero manejan el dinero, el crédito, la inversión y los planes de destrucción masiva que tienen en mente.

Por supuesto que las religiones, especialmente la cristiana, es un escollo para sus planes, pero tienen medios para que el número de cristianos disminuya poco a poco. Cerrar las iglesias ya lo hicieron en la Francia revolucionaria, en la España del XIX con Mendizábal y así en casi todos los países de Europa. En la América española ya lo están intentando. Aquí y ahora ya veremos.

Desconfíen: las cosas no son como parecen.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

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martes, 10 de noviembre de 2020

El nuevo orden mundial avanza imparable

 


        Desconfíen de todo, por favor. Quizás estamos asistiendo al fin        de una época y la que viene no me gusta.

Trump ha perdido las elecciones y nuestros medios de comunicación se felicitan,  pero los que están de enhorabuena son los que dirigen la internacional del aborto, Planned Parenthood, de la que forma parte España.

La que se dice planificación familiar y servicios de salud reproductiva no es otra cosa que el asesinato de niños desde su concepción al momento del parto. Es el gran objetivo de esa tropa descuartiza-niños, Obama,Clinton, Bill Gates, Soros y de la que ahora toma la jefatura Mr. Biden, que se declara ¡católico! Para ver y oír cosas, estar vivo. ¿Cómo se puede compaginar la fe católica con el aborto? A lo peor alguien lo ha decidido así.  (Hay tantos cambios ahora)

El derecho de toda persona por nacer entiendo que es haber  sido concebido por sus padres conscientemente, por amor, pero al parecer muchos son concebidos por error y para borrar la equivocación ahí tienen el aborto. Son millones los bebés que se abortan en el mundo, cuya sangre tiene que llegar ante Dios en forma de grito.

La matanza de inocentes que decretó Herodes es una fruslería frente a esta matanza planificada para, según dicen, salvar el planeta. Esta gentuza ha decidido reducir la población con la misma frialdad que toma medidas para  reducir el CO2.

Mr. Trump, a pesar de su extravagante figura, pensó que podía terminar con todo esto y ya se ve que los otros son más y ocupan todo el mundo para establecer un Nuevo Orden Mundial (NOM), el globalismo, una dictadura feroz, una combinación de socialismo, comunismo y capitalismo, que establecerá sin remisión lo que tenemos que pensar, sentir o cantar.

Ni Hitler ni Stalin tenían en sus manos los resortes de este globalismo que se aproxima al Mundo Feliz de Huxley, repartiendo sexo y soma (hachís) para abandonar la funesta manía de pensar, como decía el Manifiesto de los Persas y esa élite que se está formando, hinchada de orgullo  y prepotencia ante nuestros ojos y ¡no nos damos cuenta!

Ahora estamos preocupados con la pandemia pero muchos nos preguntamos si ella también forma parte del designio manifiesto del Nuevo Orden Mundial. Cuando la ruina de nuestra economía ponga a la venta nuestro patrimonio ¿de qué color será el capitalismo que se quedará con él a precio de saldo?

Este trasiego de personas que trae a nuestras costas, especialmente de Canarias, grandes cantidades de emigrantes, ¿será el anuncio de que España puede perder estas islas a manos de otros vecinos de la zona porque así lo haya decidido Soros y sus fundaciones?.

No habrá otra guerra mundial ya que no se perfilan dos bloques enfrentados sino una marcha imparable del globalismo que arrollará a los que piensen por su propia cuenta.

La ONU, la UE, la OMS y demás estructuras internacionales  ya están al servicio del globalismo, del NOM,  que decide a través de grupos discretos de gente con mandil, escuadra y compás, las medidas a tomar.

No pido que me crean sino que observen lo que pasa y desconfíen de este gobierno y de todos los gobiernos.

Francisco Rodríguez Barragán

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http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20201109Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

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martes, 3 de noviembre de 2020

Oficio de difuntos

 


            Si está seguro de que no hay otra vida después de la muerte no lo lea, si           tiene dudas lea, por favor

El salmo 90 dice que “aunque uno viva setenta años y el más robusto hasta ochenta, todo es fatiga inútil porque pasan aprisa y vuelan.” Puedo personalmente certificarlo porque ya pasé de los ochenta y se me han pasado casi sin darme cuenta, han volado,  y ya son mis hijos los que se van haciendo viejos, aunque aún no se den cuenta.

Mientras que uno se siente joven camina a la búsqueda de una plenitud que nunca llega a alcanzar. Solo quedan los recuerdos de los momentos felices y los desgraciados, aunque ya no sea uno capaz de enlazarlos. En mi duermevela de cada madrugada recuerdo con nitidez juegos y canciones de mi infancia, familiares que murieron hace mucho, lugares que ignoro si se conservan como yo los contemplo y por el contrario olvido lo que hice hace un rato o lo que tengo que hacer cuando me levante.

Esa hambre de plenitud creo firmemente que solo la podré colmar cuando descanse en Dios, pero si Dios me excluye de su compañía mi vida habrá sido un fracaso, por muchos años que haya vivido. Ochenta o noventa años no son nada frente a la eternidad.

Mucha gente con la que hablo no me toma en serio si me refiero a la vida futura, a la vida tras la muerte y me pregunto para qué visitan en estas fechas los cementerios. Si los cadáveres de los que se fueron ya no son nada, puedes recordarlos mirando algún álbum de fotos. También yo necesito revisarlos para evocar los momentos felices y comprobar los cambios que he experimentado desde que me casé, desde que me jubilé, desde que visitamos aquellos lugares a los que no vamos a volver, o los nacimientos de mis hijos o de mis nietos.

La Biblia entera es la gran respuesta al significado de nuestras vidas. Cristo es la garantía de que Dios nos ama y quiere que vivamos con El por toda la eternidad. Nuestra libertad para elegir entre el bien y el mal, la gloria o el infierno, no son cuestiones baladíes.

Pero si queremos seguir distrayéndonos con las repetitivas historias que nos traen las cadenas de televisión o reenviando cada día por el móvil tonterías y cuchufletas, allá cada cual.

Calderón de la Barca nos dejó en su obra titulada “La vida es sueño” el monólogo de Segismundo que dice: “sueña el rico en su riqueza que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende”.

Ahí está el problema: no entender nuestra propia vida, vivirla como un sueño, que puede tener un final dichoso si pasamos por ella amando a Dios y al prójimo o un final desdichado si  vivimos haciendo el mal.

No, nuestra vida no se acaba con la muerte sino que en ella empieza la eternidad. Ahora que tanto se habla de muertos pensemos más allá de la vacuna o de la Unidad de cuidados intensivos, pensar en aquello que aprendí de niño: mira que te mira Dios, mira que te está mirando, mira que te has de morir, mira que no sabes cuándo.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

http://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20201102Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

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martes, 27 de octubre de 2020

Pasan cosas que no nos explicamos

 

            Sin duda porque nos faltan los datos que nuestros medios de   comunicación eluden u ocultan.

Es muy probable que no hayan oído hablar de la Declaración de Consenso de Ginebra ya que los programas televisivos que nos “encadenan” no lo habrán considerado de interés mientras nos bombardean a todas horas con la pandemia y las medidas que pergeña el gobierno ante ellas.

De la moción de censura de VOX al gobierno sí se habrán enterado, sobre todo cuando ha resultado favorable al presidente, ya que el Partido Popular ha aprovechado la ocasión para romper con VOX de mala manera, proclamando que este partido es la extrema derecha al que no quiere parecerse. (En España no existe la extrema izquierda, solo la extrema derecha ¿no?)

Desde luego el PP no defiende los valores que tuvo en otros tiempos mientras que VOX sigue conservándolos.

Puede ocurrir que como los viejos valores de la derecha sobre la familia, la educación y la religión han dejado de estar vigentes en la Unión Europea, de lo que le habrá informado su correligionario Esteban González Pons, jefe de las huestes populares en Bruselas, el Sr. Casado quiera alejarse de viejos amigos. Al mismo tiempo al Sr. Sánchez le habrán advertido de que su intento de dominar el estamento judicial por el gobierno no es aceptable en la UE,  por lo que la izquierda y la derecha (sin VOX) pueden llegar a otros acuerdos.

Pero ha aparecido la Declaración de consenso de Ginebra, (la que no ha sido aireada por los medios de comunicación) cuya celebración había sido prevista al margen de la Asamblea Mundial de la Salud “para examinar los avances logrados y los retos que plantea la defensa del derecho de las mujeres a los más altos niveles posibles de salud… la fortaleza de la familia y de una sociedad eficaz y floreciente y para expresar la prioridad fundamental de proteger el derecho a la vida”

Esta Declaración tiene siete apartados, (que por mi parte comparto plenamente) y en el cuarto pone de relieve que “en ningún caso se debe promover el aborto como método de planificación familiar”…”que el niño necesita protección y cuidados especiales tanto antes como después del nacimiento y que se deben adoptar medidas especiales de protección y asistencia a favor de todos los niños”.

En el apartado quinto se reafirma que la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad, que la maternidad y la infancia tienen derecho  a cuidados y asistencia especiales. Reconoce en el apartado 6 que la cobertura sanitaria universal es fundamental para alcanzar no solo los objetivos de desarrollo sostenible sino que los sistemas de salud tienen que atender además de los problemas de enfermedad el desarrollo óptimo de las personas en todas las etapas de la vida.

Hasta el momento solo 32 países han firmado esta declaración de consenso y de los que componen la UE tan solo Polonia y Hungría, naciones que son a menudo criticadas por Bruselas, sin duda porque no comparten el globalismo y el Nuevo Orden Mundial al que está entregada la UE.

Conociendo todas estas cosas, puede que entendamos algo más de lo que nos ofrecen los medios de comunicación “debidamente” subvencionados por el Gobierno.

Quizás todos deberíamos preguntarnos si compartimos la Declaración de Ginebra o la promoción del aborto, la educación estatalizada, la ideología de género, la ley de violencia de género, etc. y cuando llegue el momento votar en conciencia.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20201026Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

http://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

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martes, 20 de octubre de 2020

Los cristianos podemos hacer algo aquí y ahora


            Cuando vivimos amenazados por virus, leyes y sanciones tenemos que            actualizar nuestra esperanza..

Cuando Adán y Eva dijeron a Satanás que Dios les había prohibido comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, éste se carcajeó de ellos diciéndoles: No quiere que comáis de ese árbol porque si lo hacéis seréis como dioses y desde entonces los hombres se creen que son sus propios dioses sin percatarse de su radical limitación, mientras que Dios es  plenitud total del tiempo y del espacio.

Como los hombres hacían poco caso de Dios y quisieron levantar una torre que llegara al cielo, comenzaron los problemas, y les envió profetas para recordarles su condición y que volvieran a Él, por último envió a su propio Hijo que les anunció la buena nueva, el evangelio, de que Dios nos ama y quiere salvarnos, pero respetuoso con la libertad que otorgó al hombre al crearlo, es necesario que el hombre, todos los hombres crean en Él y quieran salvarse.

A lo largo del tiempo ha habido muchas ocasiones en que Dios ha estado presente en la vida de los hombres, gracias a la predicación de la Iglesia, pero ahora los que nos decimos cristianos en lugar de anunciar el evangelio nos dedicamos a vivir para el mundo, ponernos de acuerdo con él, participando de las diversas doctrinas que el astuto Satanás pone a nuestra consideración.

Discutiendo sobre si es mejor el socialismo, el capitalismo, el liberalismo y otros muchos ismos, se nos va pasando la vida, nos morimos y todo sigue más o menos lo mismo de complicado.

En lugar de aceptar a Dios que nos promete gozar de su propia vida, nos perdemos elucubrando con el calentamiento global, la superpoblación del planeta, la desaparición de las especies, etc. Colaboramos en reducir la población mediante el aborto o perdemos el tiempo legislando sobre la ideología de género. Nos dicen que han desaparecido no sé cuantos millones de gorriones, cuando Jesús nos dijo que ni uno solo cae a tierra sin que lo permita Dios.

Quien ha creado el universo entero sin nuestra ayuda, ya lo conservará como tenga por conveniente. Malthus profetizó el hambre mundial diciendo que las personas crecían más de prisa que los alimentos y era mentira. Lo mismo pasa con Erlich y su explosión demográfica y hay hasta los que se encomiendan a la Pachamama, como diosa del planeta, y olvidan a Dios.

La pandemia que sufrimos sin duda ha sido permitida por Dios para recordarnos que,  por encima de todos estos acontecimientos está El, el  Dios Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Todos esos que mandan, que nos imponen sus ideas, sus mandatos, sus políticas pasarán y serán olvidados. Creo haber leído que los caudillos del imperio de Roma cuando entraban victoriosos, el que le sujetaba la corona de laurel le iba repitiendo: recuerda que eres mortal.

Todos somos mortales, moriremos y habremos de dar cuenta a Dios de nuestras vidas. Muchos creen que con la muerte todo termina. Si esto fuera verdad sería aun más trágico pues el inocente y el culpable, la víctima y su asesino, los tiranos y los tiranizados, tendrían el mismo destino.

Los cristianos tenemos que seguir anunciando al  mundo que Dios nos ama, que Jesús no es ningún mito, que la buena nueva del evangelio sigue vigente, que nuestro testimonio es necesario aunque eso nos lleve al circo de fieras que han montado los que se creen los amos del mundo. Lo que nunca debemos hacer es pactar con nuestro enemigo el diablo que anda como león rugiente buscando a quien devorar.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

http://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20201019Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

  

martes, 13 de octubre de 2020

Día de la Hispanidad: La Virgen del Pilar y la reina Isabel la Católica

 


No dejen nunca de sentirse españoles y estén orgullosos de serlo

Me dispongo a escribir mi artículo semanal el Día de la Hispanidad. Seguramente los que andan empeñados en pergeñar la ley de “Memoria democrática”, quisieran borrar de un plumazo el pasado de nuestra Patria y su devoción a la Virgen del Pilar, como si todo hubiera empezado en el 1931.

Vivimos en un mundo convulso con la pandemia del Covid y la ruina que se avecina para los próximos años. ¿Qué será de España? Hay quienes están empeñados en que volvamos a las cartillas de racionamiento y nos parezcamos a Venezuela, Cuba o Argentina, donde una minoría de gerifaltes ejerce un poder omnímodo sobre un pueblo dependiente que espera la limosna de los poderosos.

Todos los españoles de bien debemos unirnos para evitar la catástrofe que se avecina y poder seguir elevando nuestra bandera entre las naciones libres. No crean que exagero, quizás me quedo corto.

Toda América desde California a la Patagonia recibió de los españoles que llegaron allí en 1492 el cristianismo y la civilización. Nuestra reina Isabel de Castilla no consintió, desde el primer momento, que se tratara como esclavos a los indios y cuando entró en duda nuestro derecho, se discutió en Salamanca todo el proceso que siguió apoyado por Calos V, Felipe II y sus sucesores.

Pero en lugar de examinar la actuación española en aquel continente, somos tan obtusos que ensalzamos al fraile Bartolomé de la Casas que no quería que los indios trabajaran sino que se trajeran negros de África, pues pronto empezó la trata de personas, reyezuelos que cazaban a otros negros para venderlos a europeos de varias nacionalidades que entraron a saco donde pudieron.

Alguna vez he escrito sobre el juicio de residencia que se hacía a virreyes y gobernadores cuando cesaban en sus cargos y todos los que se sentían agraviados podían pedir justicia y los culpables eran condenados. ¿Podríamos hacer eso ahora a nuestros gobernantes? Muchos tribunales pero pocas sentencias y demoras, muchas demoras.

Aprovechando el mal gobierno de Carlos IV y Fernando VII muchos territorios consiguieron su independencia por obra de malos españoles que la querían para caer como buitres sobre las propiedades de los indios y rapiñar todo el oro y la plata de las haciendas de cada colonia. ¿Reivindicamos acaso las reducciones que pusieron en marcha los jesuitas, víctimas de las ideas progres de Carlos III? Hemos visto alguna película sobre ello.

Hay que reconstruir nuestro ser de españoles con la historia de España, de toda España, desde la reconquista donde nos fuimos forjando hasta la obra del mallorquín Fray Junípero Serra que fundó ciudades en el oeste americano, desde Méjico al Canadá, bautizándolas con nombres cristianos como San Diego, San Francisco, Los Ángeles, etc.

Por favor déjense de memorias democráticas para adoctrinar a las nuevas generaciones y ofrezcan la verdadera historia de España, desde San Isidoro a Isabel la Católica, de la que podemos sentirnos orgullosos.

En mi tierra, Granada, podemos visitar la Alhambra, pero no dejen de detenerse en la Capilla de Reyes de Granada, donde duerme la reina enamorada de sus altas querellas: madre de España, madre de la América hispana y si pasan por Zaragoza visiten a la Virgen del Pilar y se sentirán mejores españoles.

Francisco Rodríguez Barragán

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martes, 6 de octubre de 2020

El principio de la sabiduría es el temor del Señor

 

            Con la muerte no termina todo, más bien empieza otra vida sin fin

En mi anterior artículo escribí pensando en nuestra situación actual la respuesta que podía darnos la Biblia y encontré en el Eclesiastés que todo pasa y todo se repite, que los que ahora viven en olor de multitudes pasarán y serán olvidados irremediablemente, como los que le precedieron.

Pero la segunda parte de este libro y también de otros libros sapienciales de la Biblia nos dice que el principio de la sabiduría es el temor del Señor. Para tanta gente que ha dejado de creer en Dios ¿tiene algún significado este temor?

Creo que el problema de nuestra increencia corta nuestra peripecia vital con la muerte donde creemos que se acaba todo. Pero ¿es lógico que el malvado y el caritativo terminen de la misma manera?

Muchos piensan que Dios es una fantasía, sin darse cuenta de que la fantasía es pensar que somos creaturas surgidas de la nada y que volveremos a la nada. Esto repugna a nuestra propia sensibilidad. Nosotros, seres inteligentes, dotados de libertad, que estamos orgullosos de conocer el universo en su inmensidad o la acción de las pequeñas partículas que hemos conseguido acelerar con complicadas máquinas, que volamos por el aire o nos sumergimos en lo profundo de los mares, ¿iremos a parar a la tumba y ahí se acaba todo?

El hombre sabio reconoce que ha sido creado por un Dios infinitamente grande y poderoso que, además, lo ha hecho todo por amor. Que nos ama a cada uno de nosotros hasta el extremo y espera que le correspondamos, porque la vida no termina con la muerte, hay otra vida sin fin después.

Ahora, enredados con otras cosas, no sabemos nada de lo que el viejo catecismo de Ripalda llamaba los novísimos, las postrimerías, que sintetizaba en cuatro palabras: muerte, juicio, gloria o infierno. Inevitablemente tendremos un juicio en el que Señor juzgará de nuestras acciones y no puede ser idéntica la suerte del malvado que la del inocente o la del arrepentido que pide perdón antes de morir. Esto es el temor del Señor, el principio de la sabiduría, que tienen buen juicio los que lo practican.

Así pues tenemos una realidad insoslayable: que fuimos creados, que recibimos la vida de un ser infinitamente grande y poderoso, que nos pedirá cuenta del uso que hemos hecho de ella. Nuestras acciones, esas que serán olvidadas por los que nos sustituyan en este mundo, no serán olvidadas por Dios.

Algunos dirán que esto son fantasías, pero ¿hay mayor fantasía que creernos dotados de una autonomía total? Algunos hombres son y serán recordados por sus ideas, sus libros, sus descubrimientos, son los sabios; otros se recordarán por sus obras: su amor al prójimo, su humildad, sus virtudes, sus oraciones: son los santos y otros son recordados por sus maldades, sus crímenes, su orgullo o su vanidad, quizás sean los condenados que ocupan el infierno para siempre y que Dante nos describió en su obra.

Merece la pena pensar sobre todo esto en lugar de vivir distraídos con las diversiones, el sexo y tantas cosas inútiles que se nos imponen por todos los medios de comunicación.

Francisco Rodríguez Barragán

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martes, 29 de septiembre de 2020

Nuestra situación actual y la Biblia

            Agobiado por la pandemia y las noticias inquietantes he abierto la Biblia            buscando alguna luz.

Vivimos en una situación de alarma permanente. Todos los medios de comunicación nos aturden con sus repetitivas noticias sobre el COVID-19 y una zarabanda ininteligible de cifras de contagiados, hospitalizados y fallecidos que nadie consigue cuadrar.

Al mismo tiempo estos mismos medios también nos bombardean con noticias políticas inquietantes. Cualquiera puede preguntarse: ¿Qué ocurre en España? Y recibirá las más variadas respuestas desde ataques a las instituciones como proyectos de ley tan confusos como la de memoria democrática, la de la legalización de la eutanasia, la de educación, más bien de adoctrinamiento y un clima de enfrentamiento en que las amenazas son constantes.

Abro la Biblia y busco el libro de Qohélet (Eclesiastés) cuyo comienzo nos advierte que todo es vanidad, que lo que fue es lo que será y que no hay nada nuevo bajo el sol.

Los que ahora se desgañitan voceando sus bravatas no piensan que pasarán como pasaron otros antes que ellos y quedarán apartados por los que le sigan que contarán de ellos lo que les parezca, verdades o falsedades.

Confiesa Qohélet que ha interesado alcanzar sabiduría y ciencia y ha comprendido que es empeño vano porque mucho saber, mucho sufrir, y a más entendimiento, más padecimiento.

Si miramos hoy a nuestro alrededor comprobaremos que muchos de nosotros hemos trabajado, nos hemos esforzado, por asegurar nuestro porvenir y ahora todo está en cuestión. ¿Quién disfrutará de nuestro esfuerzo?

Entonces ¿qué saca el hombre de todo su trabajo y el empeño que su corazón pone bajo el sol? Después de trabajar con sabiduría, ciencia y provecho han de dejar lo suyo a quien no trabaja.

Si es la muerte la que pone fin a nuestra tarea quizás no resulte tan dolorosa como que te expropien lo ganado, nos lo arrebaten, de una vez o año a año, impuesto a impuesto.

Todo tiene su momento y hay un tiempo para cada cosa bajo el cielo y  Qohélet hace una lista que si la leemos con calma nos impactará sin duda. La lista que empieza diciendo que hay tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado y se cierra con que hay tiempo de guerra y tiempo de paz y la pregunta clave ¿Qué ventaja saca el hombre que hace su trabajo?

Dios todo lo hizo bien y lo entregó a los hombres para que continuaran su obra y no hay nada mejor para ellos que alegrarse y hacer el bien en su vida, pero en lugar de derecho hay fraude y en lugar de justicia corrupción, pero Dios juzgará al justo y al corrupto y será muy distinto su destino.

Dios ve las tropelías que se cometen y el llanto de los explotados sin que nadie se compadezca de ellos y que el provecho que unos sacan con su esfuerzo suscita la envidia del prójimo.

La segunda parte de este libro de la Biblia nos habla de que la sabiduría reside en el temor de Dios. Habrá que meditar sobre ello en un próximo artículo ya que el temor de Dios solo el hombre sabio lo comprende. Este temor no es miedo sino comprensión de nuestra pequeñez frente a la grandeza y omnipotencia de Dios.

Francisco Rodríguez Barragán

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martes, 22 de septiembre de 2020

Datos sobre nupcialidad (matrimonios y parejas de hecho)

             La familia está sufriendo grandes cambios

En mi anterior artículo donde traté el invierno demográfico de España a la vista del informe del Instituto de Política Familiar, ya advertí que la evolución de la población está ligada a la nupcialidad y los hogares, en resumen, con la base de la familia.

Tomando los datos que ofrece el citado IPF puede constatarse que la familia ha sido la institución que con más fuerza ha sido combatida por las ideas dominantes que se han ido desarrollando en el último siglo.

Si la base de toda familia era el matrimonio estable entre un hombre y una mujer, el dato inquietante es el descenso vertiginoso de los matrimonios en España. Entre los años 1975 y 2017 se han perdido casi 100.000 matrimonios, han pasado de 271.347 a 173.626, una reducción del 36%, disminución que se hubiera acentuado si no fuera por la inyección de matrimonios internacionales (27.391 en el 2017). La tasa de nupcialidad se ha desplomado y junto con Italia, Portugal y Eslovenia, presentan la tasa más baja de Europa.

Los matrimonios están siendo sustituidos por parejas de hecho, como puede comprobarse en el habla coloquial en el que se dice con más frecuencia “mi pareja” que mi esposa o esposo. Estas parejas, cada vez más, no tienen hijos. Los matrimonios tienen más hijos que las parejas de hecho. De un total de 10 millones de parejas casi cuatro no tienen hijos.

Por otro lado cada vez hay más hogares mono-parentales: unos dos millones de los que 9 de cada 10 se trata de madres con hijos. Estos hogares mono parentales pueden tener situaciones muy diferentes como la viudedad, separación, divorcio o procreación sin pareja.

Hay que notar que los españoles se casan cada vez más tarde: a los 36,4 años de media. España es con Suecia los dos países de Europa donde más tarde se casan.

De los que contraen matrimonio casi el 75% lo hacen exclusivamente por lo civil. Si en el año 2000 eran 52 mil en 2017 son 124 mil.

Estas variaciones en la nupcialidad han dado como resultado que cerca del 50% de los nacimientos son ya extramatrimoniales. En definitiva los matrimonios españoles están sufriendo grandes variaciones tanto en sus aspectos cuantitativos como estructurales.

Esta situación ha significado un aumento de las rupturas familiares. Casi un millón de matrimonios se divorcia al año. Las parejas de hecho no necesitan divorciarse. Cada día se producen 288 rupturas familiares.

Los divorcios se han duplicado en el periodo 2004 a 2017, lo cual afecta anualmente a unos 90.000 niños (89.700 en 2017), siendo los más afectados los menores de edad ya que 4 de cada 5 rupturas tienen hijos menores.. Los primeros años de matrimonio son críticos pues uno de cada tres matrimonios que se divorcia no ha llegado a durar ni 10 años y el 10% de los divorcios procede de parejas que se habían divorciado anteriormente.

Desde la aprobación en 2017 de la ley de divorcio exprés la población separada o divorciada ha tenido un crecimiento espectacular. Se está produciendo un aumento de la ruptura familiar y cada vez hay más hijos afectados por el divorcio.

Con todos los datos que he aportado de los informes del Instituto de Política Familiar, resulta clara la crisis de la familia, la institución que tradicionalmente era la columna vertebral de la sociedad.

Francisco Rodríguez Barragán

 

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http://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

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martes, 15 de septiembre de 2020

El invierno demográfico de España.


Cada vez más viejos y menos jóvenes nos llevarán a la catástrofe

En mi artículo anterior ofrecí comentar otro informe del Instituto de Política Familiar sobre la Evolución demográfica de la familia en España en 2019, informe que cualquier persona interesada puede bajarse de la página web de este Instituto.
En su primer capítulo trata de la evolución de la natalidad indicando que la mayoría de las españolas desearía tener 2 o más hijos, pero que no han podido tenerlos por razones económicas, laborales o de conciliación de la vida familiar y laboral.
Constata el informe que España está en una situación de natalidad crítica pues cada vez nacen menos niños. En 2017 nacieron 276.197 niños menos que en 1975 a pesar del aumento poblacional de 11 millones de personas y del aporte de 76.060 nacimientos de madres extranjeras. De 1833 nacimientos diarios en 1975 solo han nacido 1.077 en 2017.
El índice de fecundidad es de 1,31 hijos por mujer en edad fértil, muy alejado del  nivel de reemplazo generacional que tendría que ser del 2,1. España necesita 240.000 niños más al año para asegurar mínimamente el nivel de reemplazo. Desde 2007 las mujeres en edad fértil (15 a 49 años) han disminuido en 1,2 millones.
La aportación de las madres extranjeras con 1,71 hijos por mujer ha sido fundamental para paliar algo la natalidad crítica de las madres españolas. Las familias numerosas con 3 hijos por mujer están sosteniendo la natalidad en España.
Otro elemento negativo más es la edad media de maternidad de las españolas que es de 32,6 años. Además el aborto frena la natalidad con 94.123 abortos registrados en 2017. Son registrados los que las CC.AA. notifican al Ministerio de Sanidad, pero la realidad será mucho más numerosa.
Al tomar el aborto como un anticonceptivo más hay bastantes mujeres que abortan más de una vez.
Se está produciendo una crisis de natalidad sin precedentes en España en la que cada vez hay menos niños, de los que la mitad son extramatrimoniales. Este déficit de natalidad es prolongado. Si en 1980 eran 2,1 hijos por mujer, desde 1987 no se han superado el 1,5 y en 2017, como ya se ha dicho, es de 1,31.
La evolución de la población española que hoy supera los 46 millones de personas ha tenido un descenso de 350.00 personas desde la crisis del 2010 y ha sido la emigración la que ha hecho posible el crecimiento pues, sin la aportación emigrante solo seriamos 42 millones.
Pero el problema fundamental es que mueren más personas de las que nacen en España. El crecimiento natural español se ha desplomado por la caída vertiginosa de los nacimientos. En 2017 ha habido 317.121 nacimientos frente a 410.478 defunciones.
La emigración en España se va consolidando y ya supera los cuatro millones y medio.
España se ha convertido en una nación vieja, en la que hay 2 millones más de personas mayores que de jóvenes. Uno de cada cinco españoles supera los 65 años. Tenemos una creciente esperanza de vida pero sin gente joven esto no se puede sostener.
Los gobernantes andan preocupados por el sistema de Seguridad Social que puede irse a pique definitivamente, pues la pirámide demográfica se ha invertido. Las consecuencias de este invierno demográfico para 2050 serán catastróficas pues 1 de cada 3 españoles tendrá más de 65 años.
La evolución demográfica hay que verla en relación con los hogares y la nupcialidad, lo que también ha sistematizado el Instituto de Política familiar y del que les comentaré en un próximo artículo.
Francisco Rodríguez Barragán
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