martes, 21 de junio de 2022

¡Qué verano, Dios mío!

 


Alguien dijo que todo es inmejorable en el mejor de los mundos posibles ¿seguro?

Hay demasiadas cosas que llaman mi atención, ya sean las elecciones andaluzas en las que habrá que votar el próximo domingo, como los mil y un problemas que el presidente del gobierno nos causa a todos los españoles.

Y qué decir de la guerra de Rusia contra Ucrania. Me cae bien el ucraniano Zerlensky pero creo que ha calculado mal su apuesta contra Rusia, quizás esperando la ayuda de la Unión Europea y de la NATO que no llegará a mi parecer.

Claro que esta guerra está sirviendo para encarecer los precios de todo, incluidos los carburantes. Con el aumento de los precios todos los medios de comunicación tienen tema para llenar sus espacios informativos.

Para que no falte nada tenemos también una ola de calor insoportable en toda la península. Así que tenemos un buen muestrario de cosas de las que quejarnos. Hace tiempo oí decir que toda situación es susceptible de que vaya a peor y en eso estamos. ¿Qué nos quedará que ver?

La amistad con nuestros vecinos del norte de África, incluido lo que fue Sahara Español, andan en manos de nuestros “sabios gobernantes” que pueden llevarnos a otra guerra de África, como aquella donde murió mi abuelo hace más de cien años.

Aunque la guerra de África ya la tenemos aquí con tantos inmigrantes ilegales. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, prefiere emigrantes musulmanes a hispanoamericanos, que pueden darle problemas con la imposición del idioma castellano.

Nuestro presidente, que tiene aspecto de vigilante de discoteca, se arruga si los catalanistas que le apoyan levantan su voz.

Cuando las cadenas de televisión dejaron de ofrecer cifras de contagiados, hospitalizados y fallecidos del COVID pasaron a ofrecernos los precios de los carburantes, que les resultará divertido ya que pueden reducirse las emisiones de CO2.

Este invento de la democracia, aunque fueron los griegos los que lo propusieron, no parece que funcione nada bien. Nuestro entusiasmo cuando se aprobó la constitución de 1978 ha ido decreciendo con el paso de los años y los malos gobiernos padecidos de derechas y de izquierdas. ¿Podrá volver el entusiasmo?

Nunca se concentraron en la mesa de gobierno tantos ministros y tantos inútiles, siempre dispuestos a promulgar leyes que rechazamos buena parte de los españoles, aborto, matrimonio homosexual, orgullo gay, eutanasia a la vista. Se puede abortar con menos de 18 años, pero necesitan autorización para ir de excursión con el colegio…

Siguiendo a Simone de Beauvoir se impone por el gobierno que el sexo es un “constructo” social y que cada cual es libre para elegir el sexo que le parezca, que los aseos escolares pueden ser utilizados por chicos y chicas (o lo que sean) y en clase se imparte orientación sexual, pero nada de historia. Para nuestros gobernantes Dios se equivocó y solamente nos hizo hombre y mujer y durante milenos no nos fue mal.

En este articulillo me ha salido un batiburrillo de cosas que sin duda no me aceptarían en una tesis doctoral, aunque jamás lo he pretendido. Los que tengan la paciencia de leerme a lo mejor coinciden conmigo en alguna cosa.

Hasta la próxima semana.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20220613Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

 

 

 

 

 

 

De elecciones, política y futuro.

 


Derecha, izquierda, adelante y atrás. Un, dos, tres. ¿Ahora va bien?

Las elecciones andaluzas han dado el triunfo al Partido Popular, representado por el malagueño Juan Manuel Moreno Bonilla con la correlativa derrota del PSOE, representado por el sevillano Manuel Espadas. También ha representado estas elecciones el hundimiento del partido Ciudadanos a pesar de la actuación de Juan Marín bastante correcta. La amalgama de partidos izquierdistas, sucesores de Podemos, solo han conseguido unos ridículos resultados.

El partido VOX pienso que no ha conseguido conectar con el pueblo andaluz, aunque explicitara perfectamente los valores que defendía y aunque se haya convertido en la tercera fuerza política. La inquina contra este partido resulta enfermiza y se le acusa de extrema derecha, aunque nadie acuse a los de extrema izquierda de serlo.

Celebradas las elecciones andaluzas el día del Corpus Christi, eché de menos, en los que dicen representar a la derecha, la más mínima referencia religiosa a pesar de haber estado saturados los canales televisivos andaluces de fiestas y peregrinaciones al Rocío, llenos de simbolismo religioso.

Los partidos de izquierda profesan abiertamente los valores multicolores del feminismo y la ideología de género. El Partido Popular, por el contrario, ha asumido los mismos valores de forma efectiva: no se ha opuesto al aborto, ni al matrimonio homosexual, ni al orgullo gay.

Nuestra derecha está por mejorar la economía o la administración, pero guarda silencio sobre los valores esenciales e históricos que nos configuran. No hay reivindicación de nuestro pasado y nuestra historia, con sus luces y sus sombras. ¿Ha dado el Partido Popular alguna batalla por la calidad de le enseñanza o por los derechos de los padres?

Las sesiones del congreso apenas llegan a los ciudadanos ni en la pandemia, ni después de la pandemia.

El peso de la Unión Europea no hay duda que determina las acciones de los partidos de derecha tanto aquí como en Polonia o Hungría y si no pasan por el aro tendrán problemas.

La situación económica de España es preocupante, mientras que un político insensato y sus compinches aumentan nuestra deuda que tendrán que pagar varias generaciones de nuestros descendientes.

La pandemia, la guerra de Ucrania, las carretas del Rocío y hasta los próximos sanfermines irán entreteniendo al personal desde las bien pagadas cadenas de televisión.

¿Será capaz el Sr. Feijoo de activar una derecha explícita con valores de la derecha sin dejarse avasallar por la Unión Europea? Tengo mis dudas.

Ayer también fueron las elecciones en Colombia con el resultado de encumbrar a un amigo íntimo de Maduro y en Francia realizaron la segunda vuelta para comprobar que no habrá acuerdos sino enfrentamientos.

No creo que viva la suficiente para ver una mejoría política en España, ni en Europa. Lo único que me queda es rezar para no caer en la tentación de la desesperanza ni en la del odio a mis enemigos, ni en la cerrazón de no entender a mis nietos, ni sospechar que es la masonería aliada con el capital los que mueven el mundo.

Hasta la próxima semana.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

http://www.sotodelamarina.com/Francisco_Rodriguez_Barragan/Articulos/20220620Francisco_Rodriguez_Barragan.htm

 

 

 

 

 

 

lunes, 13 de junio de 2022

¿Quiénes mandan a los que nos mandan?

 

Somos los ciudadanos obedientes que pagan, callan y ven la tele.

Podemos dividir a la gente en dos grupos: los que mandan y los que obedecen, pero debemos preguntarnos ¿a quiénes obedecen los que mandan? La pregunta es pertinente ya que nuestros mandamases obedecen a otros que están en la sombra, aunque se trasluzcan con mayor o menor facilidad.

En tiempos pasados mandaban en último término los reyes, los Papas, los nobles o los conquistadores. Hoy mandan, podíamos decir los de siempre: los que tienen dinero ya se apelliden Rockefeller, dominen la banca mundial, formen parte de Foros como el de Davos o se sienten en altas instituciones internacionales.

Cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa y estaba cambiando el colchón que había utilizado Mariano Rajoy llegó a visitarlo el señor Soros. Pienso que no se trató de ninguna visita de cortesía sino del serio recordatorio de que vendría obligado a obedecer sin rechistar las consignas que recibiera de altos organismos internacionales y a eso se ha aplicado con dedicación plena.

Quizás su antecesor Rajoy no se atrevió a llevar a la práctica sus promesas de derogar las disposiciones de Rodríguez Zapatero sobre el aborto, pero no puso el menor entusiasmo en definir claramente lo que pensaba hacer en España.

Podemos comprobar como todas las cadenas de televisión tratan de convencernos de todas aquellas noticias, entrevistas y reportajes que le interesa divulgar a los que mandan que, si duda, han recibido de más arriba las oportunas instrucciones.

Quiénes sean los beneficiarios y los perjudicados de cada una de las medidas del gobierno, que nos cuentan desde los medios de comunicación, nos daría una pista segura de quienes sean los que mandan a los que nos mandan.

La pasada pandemia fue una forma de distraernos y de distraer astronómicas cantidades para enriquecer, por ejemplo, a determinados laboratorios que ¡oh casualidad! eran propiedad de Bill Gates y al mismo tiempo reducir nuestros derechos constitucionales con una indigna pantomima del Congreso de los diputados.

Estoy seguro de que si los que mandan consideran beneficioso para ellos otra pandemia la pondrán en marcha.

Ahora andan distraídos con la guerra de Ucrania que les ofrece la oportunidad de lucirse a costa del sufrido contribuyente que observa como por arte de magia todo se encarece. Nosotros, simples ciudadanos, vemos como nuestros inútiles políticos consiguen sueldos vitalicios de vértigo, mientras se discute sobre las pensiones.

Seguramente una de las consignan que habrán recibido nuestros mandamases es la necesidad de desacreditar a los políticos que intenten descorrer la cortina de la farsa. Para ellos han encontrado el calificativo de ultras o nazis y no pierden ocasión de desacreditarlos.

Si una compañía se acerca al Valle de los Caídos su jefe es castigado, pero si asiste entorchado a procesiones o desfiles no pasa nada.

No sé si sacar a Franco de su tumba se le ocurrió a Sánchez, pero sacar a un muerto de su tumba “trae mal fario” como se dice por mi tierra. Después se hizo otro aquelarre delante del Palacio Real oficiado por el ministro Bolaños que es posible obedezca también a alguna logia.

Por favor, tratemos de indagar acerca de los que, desde la sombra, mandan a los que nos mandan.

Lo que está claro es que no parece que los que gobiernan sirvan a todos los ciudadanos y ni siquiera a los votantes de su propio partido.

 

Francisco Rodríguez Barragán

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https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

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jueves, 2 de junio de 2022

La destrucción de la familia para mejor manipular al ciudadano

 


Para los que manejan el mundo a su capricho, tienen claro que hay que despojar al hombre de sus valores y referencias.

Este último domingo de mayo al celebrarse el día de la Ascensión, ha quedado olvidado que también se celebraba el día de San Pablo VI, el Papa que el 25 de julio de 1968 publicó su Encíclica “Humanae Vitae” sobre la regulación de la natalidad a la que nadie hace referencia, a pesar de su importancia en estos tiempos que nos ha tocado vivir.

Los años sesenta fueron una explosión de reivindicaciones sociales en las que se pedía más libertad, pero no tanto para construir una sociedad mejor sino para vivir cada cual a su aire sin responsabilidades ni prohibiciones.

A pesar de las enseñanzas del Concilio Vaticano II respecto a la familia y la sociedad, seguramente el diablo inventó “el espíritu del Concilio” como coartada para actuar de forma muy distinta.

Hoy seguramente pocos se acuerdan de aquel Concilio, ni del sufrido San Pablo VI que contempló con dolor la estampida de la secularización del clero y la proclamación del amor libre de cualquier atadura.

El progresivo abandono del matrimonio como sacramento, sustituido por las uniones civiles o por la mera convivencia de hecho, han ido en aumento constante y lo mismo el crecimiento de los abortos, objeto de leyes cada vez más permisivas hasta pretender que matar un niño en gestación se considere “un derecho de la mujer” (nosotras parimos, nosotras decidimos).

Dejó de hablarse de interrupción voluntaria del embarazo ya que si algo se interrumpe podría reanudarse, pero la práctica del aborto es una muerte definitiva de un ser humano inocente.

¿Qué aportaba la encíclica citada? Pues que la natalidad podía regularse utilizando los ritmos biológicos del organismo femenino para lo cual era necesario la voluntad de los cónyuges de abstenerse de los actos sexuales en los periodos de ovulación una vez decidido el número de hijos a procrear.

Pero como ello exige el control de nuestros apetitos, se buscó eliminar tal control mediante métodos físicos o químicos que impidan la fecundación sin ningún esfuerzo, sin someternos a ninguna disciplina.

Por supuesto que desde instancias sociales y políticas se rechazaron las normas de la iglesia a las que se negó toda competencia para dictarlas.

Esta postura social reclamaba al mismo tiempo el divorcio sin cortapisas, con lo cual se daba al traste con la familia.

Todos los periodos revolucionarios (y éste lo es) tienen claro que para mejor dominar a los ciudadanos hay que despojarlos del entramado que da consistencia a su vida: familia, religión, idioma e historia. Y en eso están: falseando la historia, destruyendo el lenguaje, atacando a la religión.

Si leemos el Archipiélago Gulag o los relatos del Madrid del 1931 podemos comprobar como incontables personas hacen cosas horribles siguiendo las ordenes de los que mandan, aunque los que mandan, a su vez, obedezcan a otros que tienen más poder.

Hay un libro actual en el que se cuenta como los porteros de las casas de Madrid tenían que dar cuenta de los vecinos desafectos a la república, lo mismo que en la Rusia de Lenín.

Hagamos lo posible por preservar nuestra religión, nuestra historia, nuestros valores.

Francisco Rodríguez Barragán

Publicado en

https://www.diariosigloxxi.com/firmas/franciscorodriguez

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