jueves, 21 de abril de 2011

NADA QUE CELEBRAR

Llega un año más el 28 de febrero, Día de Andalucía. Aunque la Junta organiza diferentes actos para celebrarlo, amplificándolo a través de los medios de comunicación a su servicio, como ciudadano de a pie de esta hermosa región de España, pienso que no tengo nada que celebrar.
Según el disolvente título VIII de la Constitución, se podía acceder a la autonomía regional por petición de la mayoría simple del censo electoral en todas sus provincias, lo que no se consiguió en Almería pese a lo cual el Estatuto siguió adelante. En lugar de respetar la ley se aplicó el conocido “café para todos” de Suárez.
Este incompleto referéndum andaluz se celebró el 28 de febrero de 1980, que pasó a ser Día de Andalucía.
Desde mayo 1978 en que se constituyó la Junta Preautonómica y consiguió la presidencia Plácido Fernández Viagas, el poder no ha salido de las manos del Partido Socialista.
El transcurso de más de tres décadas de régimen socialista presenta, en mi opinión unos magros resultados. Cambiamos el centralismo madrileño por el sevillano, que no ha resultado mejor. Seguimos a la cola en renta per cápita de todas las regiones españolas, estamos a la cabeza en número de parados, especialmente de los jóvenes que buscan su primer empleo. Tampoco parece que destaquemos en la excelencia de la educación en todos sus grados.
El subsidio de desempleo agrario y el PER, que iniciaron su andadura desde 1984 bajo el gobierno de Felipe González, no han significado un apoyo puntual para superar un desequilibrio, sino un sistema clientelar bien explotado electoralmente por los ayuntamientos y una economía subvencionada. Mucha gente que jamás trabajó en el campo, se ha beneficiado de este subsidio. Como en las ciudades es más difícil crear una red clientelar, varias ciudades importantes dejaron de estar en manos socialistas, pero estos ayuntamientos tienen en contra a la Junta en múltiples ocasiones.
La estafa piramidal de la construcción, que convenció a todos de que el mejor ahorro era el ladrillo, pedir prestado para comprar viviendas, ha sido en esta comunidad especialmente intensa. El litoral se ha colmado de urbanizaciones y cemento y la varita mágica de los ayuntamientos ha manipulado cualquier plan de ordenación urbana y favorecido una corrupción rampante y en gran medida impune.
El gran escándalo marbellí, hoy en los tribunales, no se pudo gestar a lo largo de tantos años sin la connivencia de los organismos autonómicos. Quizás todo empezó en los proyectos urbanísticos de la época de Jaime Muntaner. Pero el caso marbellí es solo uno entre miles de urbanizaciones en los que las corporaciones locales, los promotores, los compradores y la Junta creyeron que se iban a enriquecer. Hoy todo se ha hundido.
En el hundimiento económico que padecemos, las Cajas de ahorros que nacieron para luchar contra la usura, han sido ocupadas por políticos y sindicalistas que favorecieron la gran estafa del dinero barato y las ganancias fáciles. Ahora estas instituciones están en una encrucijada cuya salida no está garantizada.
No existe ningún control sobre el parlamento andaluz y sus decisiones. No hay más que recordar la Expo y sus cuentas cifradas en “pellones”, el AVE y las relaciones con SIEMENS, la oficina de Juan Guerra como gran conseguidor, el caso Ollero, lo que ha costado hacer la A-92 o la eternamente inconclusa autovía del Mediterráneo, que no sé si veré terminada en los años que me quedan de vida.
El número de funcionarios y paniaguados ha crecido de forma alarmante, así como las empresas y sociedades creadas por la Junta y los ayuntamientos, para poder evitar las intervenciones y controles que pudieran dificultar las decisiones políticas con contenido económico. La subvención a la empresa de Aguas Teñidas, está teñido de dudosa legalidad y la gestión de los expedientes de regulación de empleo, no muestran una administración transparente y respetuosa con el dinero de los contribuyentes, sino todo lo contrario.
Por todo ello y otras muchas cosas más que podían añadirse, por mi parte en el Día de Andalucía, no tengo nada que celebrar.
Francisco Rodríguez Barragán

http://elguadalope.es/2011/02/27/nada-que-celebrar/
http://www.analisisdigital.com/Noticias/Noticia.asp?id=52022&idNodo=-5
http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/67816/nada-que-celebrar-
http://www.camineo.info/news/207/ARTICLE/13979/2011-02-28.html

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