Cada vez hay más cosas
que no entiendo. Quizás sea la edad que me va volviendo estúpido, pero cuando
las comento con otros amigos, a ellos les pasa lo mismo. La cuestión es que
busco explicaciones y las que encuentro no me convencen. Reseñaré algunas a
modo de ejemplo de mis perplejidades.
Hace poco España estaba
al borde del rescate y su deuda era de 600.000 millones y hoy la deuda ha
aumentado hasta el billón y nos dicen que esto marcha bien, pues el dinero que
prestan al Estado cada vez es más barato. Harán falta varias generaciones para
saldar tamaña trampa pienso yo y me pregunto para qué nos hace falta tanto
dinero, pues para cubrir el déficit presupuestario. ¿Pero no nos contaron que
iban a equilibrar los presupuestos para atemperar los gastos a los ingresos?
Pues no lo entiendo.
La reducción del gasto
no la veo por ninguna parte en ninguno de los ámbitos desde los que dicen que nos
administran. Han recortado el gasto social aunque de forma un tanto embrollada,
pero los gastos de funcionamiento de una gigantesca administración, duplicada y
triplicada, no parece que se hayan tomado medidas para reducirla de tamaño y
hacerla más eficiente. No se ha suprimido ninguna de las miles de empresas
públicas, se llamen como se llamen, que han ido creando los políticos a lo
largo del tiempo. Al menos yo no me he enterado.
Una de las primeras
medidas fue reducir la paga extra de Navidad a los funcionarios pero no me he
enterado de que la enorme nómina de los políticos haya visto disminuir sus haberes,
ni los partidos, ni los sindicatos, aunque se haya descubierto que unos y otros
conseguían además de los presupuestos del estado otros ingresos fraudulentos.
¿Cómo pueden pedir a los españoles sacrificios los que no se sacrifican?
Además, ¿por qué razón no se integran en el sueldo mensual las extras que se
implantaron en tiempos de Franco? Después de abominar a todas horas de Franco,
las extras que él estableció hay que conservarlas. Pues no lo entiendo.
Dicen que estamos
saliendo de la crisis como lo demuestra la disminución del paro, pero no veo
que exista ni se impulse un nuevo modelo productivo que sustituya al de la
burbuja de la construcción. La agricultura bajo plástico, que funcionaba
bastante bien, se encuentra ahora con el veto ruso y, como siempre, si las
cosas van bien reparto beneficios, si salen mal exigimos socializar las
pérdidas. Esto de socializar las pérdidas se lleva mucho y no lo entiendo.
Leo que la balanza
comercial es deficitaria, ya que importamos menos cosas que las que exportamos.
Efectivamente compruebo todos los días que si compro un pijama, unos zapatos o un
teléfono móvil está fabricado en el extranjero. Son cosas que podrían
fabricarse aquí, pero serían más caras. Es la globalización que no es fenómeno
pasajero sino que ha llegado para quedarse. ¿Qué hacen las administraciones?
Pues dificultar la creación de nuevas empresa con miles de trámites e
impuestos. Pues no lo entiendo.
Tampoco entiendo la
desaparición de las cajas de ahorro, sin que sus consejos de administración hayan
sido castigados, ni las corrupciones de todos y sálvese el que pueda, ni el
aforamiento de los políticos siempre a la gresca, aunque haya siempre
unanimidad a la hora de fijar sus retribuciones.
Hay muchas cosas más
que iré desgranando en lo sucesivo si es que tengo humor para hacerlo.
Francisco Rodríguez
Barragán
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