Se trata de un buen consejo
que siempre hará bien a quienes lo sigan, ya sean personas particulares o
administraciones públicas.
Cuando las personas
particulares no siguen el consejo en el
pecado llevan la penitencia y se verán envueltos en problemas difíciles de
resolver, pero cuando son las administraciones públicas las que gastan sin ton
ni son y se endeudan, el problema es de todos los ciudadanos, menos
de los que causaron el desaguisado que, en el peor de los casos, se
irán a casa tan tranquilos y lo más probables es que sigan enganchados a las
ubres del presupuesto.
Al parecer nunca se había
llegado a tener una deuda superior al Producto Interior Bruto, es decir, un
importe mayor a la suma de todo lo que los españoles producimos en un año. ¿Qué
ha pasado?
No hace falta ser un sabio
para ver como se ha derrochado el dinero por las variopintas administraciones
que padecemos. Como en Orejilla de arriba se construyó un polideportivo,
Orejilla de abajo, de al lado o de algo más allá, reclamaron tener también su
polideportivo, aunque la mayor parte de su población sea mayor de 70 años y
escaseen los niños. El polideportivo, se utilice mucho o poco, hay que
mantenerlo y lo mismo podemos decir de un teatro en cada pueblo donde se
representa algo un par de días al año o se utiliza para los mítines que se
presenten.
También cada pueblo quiere
un instituto y si se tercia hasta una universidad. Creo que tenemos en España
más de medio centenar de Universidades, ninguna entre las mejores del mundo,
que hay que mantener aunque los alumnos abandonen los estudios en un porcentaje
importante y el nivel cultural de los españoles no sea para sentirse
orgullosos. ¿Se estudió la racionalidad de cada inversión? ¿Se evalúan los
resultados? ¿Cuánta deuda están generando y quién la paga?
Si hablamos de transportes
¡hay que ver los metropolitanos que se han puesto en funcionamiento, los que
han dejado de funcionar y los que aun no
se han inaugurado! ¿Se estudió la viabilidad de los proyectos? ¿Tendrán que
funcionar con precios subvencionados, es decir a costa de todos los vecinos
aunque no los utilicen?
Para evitar la quiebra de
las cajas de ahorro, pesimamente gestionadas por políticos ignorantes, ha sido
necesario emitir deuda sin parar. ¿Se ha pedido cuentas a los responsables del
desastre?
El gobierno de turno ha
subido impuestos y rebajado sueldos a los funcionarios, pero no ha intentado
siquiera adelgazar las administraciones, aunque la primera administración
sobrante es la autonómica, pero ningún político está dispuesto a terminar con
una organización que le reporta tantos puestos
bien pagados.
Antes de recortar un euro en
la sanidad, en la educación o en la atención social, habría que recortar el
número de diputados, senadores, cargos y carguetes. ¿Alguien cree son
necesarios 350 diputados, 200 senadores y 17 parlamentos autonómicos con sus
gobiernos y sus cientos de consejerías?
No escucho a ningún político
proponer reducir el gasto empezando por el que ellos mismos generan, incluso
hay alguno que propone más gasto y más deuda y mucha gente los votará, seguro.
Francisco Rodríguez Barragán
Publicado en
No hay comentarios:
Publicar un comentario