Parece que nadie va a defender los valores que hicieron
Europa y España
La ONU presentó a votación tres
propuestas: la educación sexual de los niños y adolescentes desde los diez
años, los derechos de los niños y de los niños discapacitados. De acuerdo con
la orientación anti-familiar de los intereses que manejan los organismos especializados
de la ONU, se buscó marginar a los padres de la educación de sus hijos, pero el
resultado de la votación fue contrario y las propuestas no fueron aprobadas.
Es curioso que votaran a favor
los países europeos y los americanos, con la excepción de los Estados Unidos
que voto en contra y también lo hicieron en contra los países africanos y
musulmanes, que mantuvieron el derecho de los padres a la educación sexual de
sus hijos. Naturalmente que en una próxima ocasión las fuerzas que pretendan ir
arrinconando a la familia volverán a intentarlo ejerciendo las presiones
correspondientes.
Aunque de las cosas que pasan
en la ONU nuestros medios de comunicación no suelen informarnos, al menos con
la misma intensidad que el futbol o la violencia de género, es necesario poner
de manifiesto que el canciller español votó con el bloque contrario al derecho
de los padres, sin duda siguiendo las instrucciones del gobierno.
Si alguna vez el partido
gobernante pareció defender nuestros valores, ello ya está olvidado y continua
el seguidismo en la senda de Zapatero con sus leyes sobre el aborto, el
divorcio exprés, el matrimonio homosexual y el decidido apoyo al feminismo
feroz, la ideología de género y la manipulación educativa bajo el eufemismo de
educación para la ciudadanía. Prueba de ello es que en sus cuatro años de
mayoría absoluta, el PP, no hizo absolutamente nada y los recursos que presentó
ante el Tribunal Constitucional hace más de siete años siguen sin resolverse,
durmiendo en algún cajón por orden de quien sea.
Los graves problemas económicos
que encontró este Gobierno en sus primeros cuatro años y el también grave de
Cataluña, que está tratando de resolver después de haberlo dejado engordar
demasiado tiempo, ocultan la falta de ideas claras, de valores auténticos, de
un programa que vaya más allá de conservar (y disfrutar) del poder, hacen que
este gobierno y este partido no respondan a las necesidades de los españoles.
Quizás en Europa están contentos con el Sr. Rajoy y con eso se siente seguro.
Pero Europa y en Europa España están
envejeciendo a gran velocidad, a menos niños más viejos, es un suicidio
anunciado. Hay activistas de la ecología y el calentamiento global que quieren
reducir la población mundial en mil millones para, dicen, salvar el planeta.
Anular la familia es el camino.
Al mismo tiempo, la llegada de otros pueblos, especialmente
musulmanes, a Europa no cesa. El proceso de islamización está en marcha, no
porque los europeos se hagan musulmanes,
ni los yihadistas nos conquisten, sino porque cada vez habrá menos
europeos e irán colmando el vacío, como ya lo están haciendo: ocupando barrios,
hospitales, colegios…
No sé si habrá tiempo de
reaccionar, pienso que no. Alguien está interesado en que Europa deje de
existir y camine hacia la extinción.
¿Podremos hacer algo? Con estos
políticos, seguro que no, pero el problema es que no hay otros mejores a la
vista.
Francisco Rodríguez Barragán
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