Fillon y la derecha francesa
No sé si
hay católicos hoy en la derecha española
La derecha francesa ha
elegido a Fillon para las próximas elecciones lo cual me reconforta pues se
trata de un católico que no esconde su fe, que le ha llevado a defender la vida,
la familia o las raíces cristianas de Europa, en una sociedad tan plural y
secularizada como la francesa. Si se presenta a las elecciones será porque
entiende que tiene algo que aportar.
Lamento que en la derecha española,
nadie se reconozca públicamente como católico. Su catolicismo no puede darse
por supuesto cuando no vemos por ningún lado que defiendan la vida, ni la
familia, dedicados en cuerpo y alma a la economía. Por el contrario, son tan
favorables como la izquierda a la imposición de la ideología de género a través
de la educación desde la infancia, la consideración del sexo como decisión
personal, al margen de la biología, la
aceptación del aborto y las leyes para sancionar a quienes expresen su
oposición a todo ello.
Cuando el manoseado estado
de bienestar toma bajo su batuta el derecho a la educación, se erige en único
agente transmisor de su propia ideología, por encima de los padres y las
familias. Desconectado de sus raíces el sujeto no es más libre sino más
fácilmente manipulable. La revolución proletaria fracasó pero la revolución
educativa que soñara Gramsci se está desarrollando ante nuestros ojos.
Seguramente la reforma de la que ahora se habla, no abordará, por desgracia,
ningún rearme moral de las nuevas generaciones, ni la exigencia de mérito y
capacidad ni la búsqueda apasionada de la excelencia. ¡Ojalá me equivoque!
A veces me pregunto qué es ser católico aquí y ahora. Por un
lado noto que se nos va expulsando de la vida pública ya que con facilidad se
nos puede señalar como “ultraderecha”, como enemigos del progreso y de la
implantación de los “nuevos derechos” que se cocinan en el Nuevo Orden Mundial
que patrocina la ONU y la UE, con los que efectivamente estoy en desacuerdo.
Ser católico de procesión y
romería se lleva bastante, ¡hasta por los políticos! Y la Iglesia, como tal,
recibe parabienes y buenas palabras por su tarea asistencial, aunque las tareas
asistenciales también las realicen otras administraciones, seguramente de forma
insuficiente en estos tiempos de crisis. Los que sean tan viejos como yo quizás
recuerden la organización humanitaria Auxilio Social que fundara Mercedes
Sanz-Bachiller.
No solo la Iglesia sino
muchas organizaciones filantrópicas realizan tareas asistenciales con eficacia,
pero habría que advertir que solo la
Iglesia es la que está llamada a realizar una labor evangelizadora a través
de los cristianos, cada cual en su ambiente de familia, de barrio, de profesión
o de parroquia, lo que a mi juicio no se hace o no se hace en la medida que
sería necesario.
Es indudable que la difusión
de los valores del evangelio choca frontalmente con muchas de las ideologías
que se ofrecen desde la política, de aquí la importancia de lo que pueda
representar Fillon y la derecha francesa en la escena política donde hay que
respetar y convivir con un variado
pluralismo en el que pienso que los católicos podemos aportar bastante, siempre
que se nos deje.
En
España ¿hay cristianos en la derecha
dispuestos a actuar defendiendo sus convicciones y sin pretender imponerlas a
los demás?
Francisco Rodríguez Barragán
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